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El Dogo de Burdeos por Pablo Martínez Burkett

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Pablo Martínez Burkett (Argentina) [1]
Ilustrador: Jonathan González Gómez (España)

Por un lado, la certeza de que tanto en las grandes corporaciones como en los gobiernos, muchos jerarcas que adhieren con insospechado fervor a las políticas (públicas o empresarias) que se declaman y proclaman, en realidad piensan exactamente lo opuesto. Y aún tratándose de pensamiento tan antípoda lo llevan hasta la última consecuencia porque obtienen de ello una ventaja, la más de las veces, patrimonial.
Y por el otro, es uno de mis “temas” favoritos retratar lo que sucede cuando un evento azaroso, imprevisible y hasta inaudito, rompe el silogismo pacificador en el que nos gusta encorsetar a eso que llamamos realidad.

El mundo no sería más que una inmensa tautología eterna y arbitraria, tan necesaria y absurda en cada uno de sus detalles como en su totalidad.
Ilya Prigogine, La nueva alianza.


l cansancio le carcomía los huesos y apenas si lograba seguir caminando. Aunque al borde de la extenuación, el vértigo de las últimas horas lo mantenía vigilante. De repente, se abrió un claro en la selva y se topó con el río que venía buscando. Esperaba atinarlo bastante más adelante. Seguramente se había extraviado. Sonrió por lo que también significaba ese pensamiento. En el cielo, unas nubes de bordes violetas y panza naranja se arremolinaban para verlo emerger de la bóveda de árboles y lianas como zarpas. El río bajaba henchido por la lluvia y bendijo su aparición. Feliz de haber alcanzado la frontera, comenzó a nadar con el último esfuerzo y en la otra orilla se dejó mecer por la corriente. Se puso a cantar una vieja canción de cuna iraní. Era la primera vez que se oía la voz en casi una semana. Fueron unos pocos días en el vientre de la jungla y ya sentía que había pasado una eternidad desde que se despidió de su fiel Ousmane. Al aide de chambre senegalés no le gustó nada quedarse en el caserío al pie de las montañas, pero por más que insistió, el coronel se mantuvo firme. Hay ciertas cosas que un hombre tiene que hacer en soledad.
Todo se precipitó una semana atrás. El catalizador se presentó en el hotel que usaba de cuartel general. En la sala de situación rechinaba un desvencijado ventilador de techo. El calor envolvía los cuerpos como una mortaja sinuosa. Mientras Ousmane le deslizaba la navaja por la calva, se concentraba en un mapa con los últimos desplazamientos de la guerrilla. El televisor en blanco y negro pasaba retazos de un noticiero extranjero que, insólitamente, había logrado eludir los Comités de Pureza Ideológica. Una mujer de voz monocorde comentaba los últimos hechos de barbarie en la región, mientras imágenes de matanzas étnicas ilustraban el análisis. En un momento, la filmación lo captó sobre la caja de un jeep, asistiendo a una ejecución pública. No pudo reconocerse en ese rostro de imperturbable somnolencia.
Se llamaba Jean Jacques Philip François de Saint-Loubés, mejor conocido como “El Dogo de Burdeos”. Nunca se sintió merecedor de los blasones familiares y había dejado de ser teniente coronel de la Legión Extranjera unos cuantos años atrás. En la última década ofició de contratista, asesor, observador, entrenador y alguna otra etiqueta que la inventiva de sus patrones diseñaba para disimular su condición de soldado de fortuna. Un mercenario, eso era. Nunca tuvo el más mínimo reproche de conciencia. Desde Caín para acá, los hombres se han revelado incapaces de resolver sus diferencias de forma civilizada, y su trabajo consistía, precisamente, en hacer razonar al enemigo. Así de simple. Se desempeñaba con orden y método. Era minucioso, era paciente. Era letal. Si bien tenía ciertos límites respecto de mujeres, niños y ancianos, la dinámica del combate podía quitarle el carácter de regla infalible. Con todo, hacía rato que en esta guerra no se sentía cómodo. Profesaba un desprecio visceral por el Dictador Supremo, a la sazón un cabo de intendencia autoproclamado presidente vitalicio, luego de perpetrar un coup d’Etat bajo el auspicio de un grupo multinacional codicioso. Pero no era allí donde debía buscar la causa de su ofuscación. Si fuera por falta de simpatía al mandamás de turno, no podría desempeñarse con su reconocido profesionalismo. Esta vez, por alguna razón que no podía precisar, era otra cosa y el eco de la incertidumbre estaba empezando a irritarlo. Y la última vez que se sintió así, tuvo que huir luego de pegarle un tiro en la frente a un general de tres estrellas que deshonraba el uniforme de la Legión traficando armas con los insurgentes.
Como un león enjaulado, llevaba unas cuantas semanas dándole vueltas al asunto. Si había algo que lo fastidiaba era no poder resolver un rompecabezas. En la linealidad de su mente militar, descreía del azar y atribuía cualquier falta de soluciones al transitorio desconocimiento de las condiciones que convergen sobre un proceso. Nada que no pudiera zanjarse con perseverancia. En una larga carrera como hombre de armas, su inteligencia privilegiada y un distintivo estoicismo, le habían permitido anticipar las leyes que ordenan la realidad. Pero de un tiempo a esta parte había empezado a preguntarse qué hacía en ese país de nombre impronunciable y gentes peores que fieras.
La primera respuesta era casi obvia, su presencia quedaba justificada por las obscenas cantidades de dinero que le depositan en una cuenta numerada en Suiza, o, por mejor decir, por el buen pasar que ese dinero puede comprar. Gruñó desaprobando una mentira que no tolera el más mínimo escrutinio. La mayor parte del tiempo está sepultado entre pajonales, durmiendo al raso o con el agua hasta el cuello, en compañía de sanguijuelas, mosquitos y otras alimañas que en nada se parecen a las sábanas de algodón egipcio a las que solía ser aficionado. Su cuerpo membrudo ha padecido menos por las heridas que por las curaciones de algún nativo con más de brujo que de médico. Y aunque nunca fue devoto de los amores de ocasión, supo demorarse con una amante camboyana que, además de pegarle la Flor de Vietnam, lejos estaba de parecerse a una dama de la sociedad parisina. O tal vez, quién sabe. Mejor intentar otra excusa.
Después se justificó pensando que lo hacía por sus hijos, para que pudieran seguir asistiendo a uno de los mejores colegios internacionales de Ámsterdam. Sus hijos, una vaga sombra de recuerdo. Ya adolescentes, cada regreso al hogar se tornaba un diálogo entre desconocidos. Definitivamente no se batía por el sistema que cobijaba a la insensible juventud de sus hijos.
Acudió al salvoconducto de pensar en su mujer. De verdad la quiso mucho. Su lánguida belleza lo había cautivado tanto como a ella la tradición nobiliaria de su apellido. Pero pronto sus caminos se perdieron en infinitas bifurcaciones. Se le arremolinó el estómago recordando cómo la belle Geneviève gasta el dinero en ropa que ni usa, zapatos que machaca por única vez, y claro, en redecorar. Siempre que le escribía, estaba redecorando alguna porción de la mansión familiar. Si seguía por esa línea de pensamiento, la náusea sería aún peor.
Pensó entonces en los compañeros de promoción en Saint-Cyr que han tenido el decoro de hacerse matar en el campo de batalla. Pensó en la Patria y comprendió que hacía rato que dejó de tener una. Ni siquiera una bandera. Quizás ya no tuviera honor.
Mecha sketch 3
Afortunadamente, fue llamado de improviso a una reunión en el Estado Mayor. Como hombre de acción, consideraba a las reuniones en el Palacio de la Revolución como un incordio. Sólo servían para engreídas exhibiciones de poder y ordalías de servilismo, pero por esta vez la oportunidad resultaba excusa suficiente para dejar de pensar. En la oficina del Mariscal del Aire fueron llegando el Comisario Político y el titular de la Oficina de Asuntos Domésticos, eufemismo para la feroz policía secreta. Mientras aguardaban al Edecán visualizó un ejemplar del Manual del Caos Revolucionario. Se trataba de la obra más prohibida en el Índice de la Reorganización Nacional, cuya posesión era castigada con la muerte. Atribuyó la inesperada presencia a alguna requisa o posiblemente, a una excentricidad del temible Comisario, quien disfrutaba con salmodias del tipo: “para vencer al enemigo hay que leer sus textos, cantar sus canciones y fornicar a sus mujeres”. Sin dudas, era otro de sus aberrantes experimentos. Se forzó para olvidar siquiera que lo había visto. El Edecán hizo su entrada, interrumpiendo el canje de trivialidades sobre el monzón. Mientras se repetían los taconazos y los saludos pomposos, las tapas coloradas del Manual oficiaron como silencioso imán, y para el estupor de todos, el mismísimo Monje Negro comenzó a hojear el libro con desparpajo, mientras comentaba algunos pasajes. Primero con tibieza, luego con impudor, todos, salvo el Dogo, se entregaron a discutir las aristas del pensamiento subversivo, celebrando las bondades de ciertos silogismos. La evidencia de simpatizar con la doctrina enemiga les impuso un incómodo silencio, y si bien tenían demasiado poder dentro del Régimen como para temer, rápidamente se dedicaron a tramar las próximas maniobras de exterminio.
Pero como un cáncer la semilla estaba plantada en el espíritu atormentado del Dogo. De regreso a su cuartel general fue repasando lo acontecido. Era obvio que ninguno de los jerarcas compartía la doctrina del Dictador, y sin embargo, daban sostén ideológico a un Régimen que cada vez se parecía más a un carnaval sangriento. Por una extraña asociación de ideas, recordó sus épocas de estudiante y el título de un poema de Stéphane Mallarmé: “Un golpe de dados nunca suprimirá el azar”. El detalle de cinismo no fue suficiente para apagar el fuego que le escocía el estómago.
Hasta ese instante había tenido la convicción de que el universo funcionaba como una especie de reloj cuyo inmutable peregrinar responde a leyes eternas. Y más allá de alguna ignorancia ocasional, todo puede ser explicado a su tiempo porque todo hospeda un nexo causal que repele el azar. Pero si la máscara de su propio rostro había dinamitado estas convicciones, la discusión sobre el Manual había terminado por aniquilar la fe en un mundo predecible. Comprendió en ese momento el engaño de creer en leyes transitorias y erróneas. Comprendió con dolor, que lo único inexorable era la incertidumbre. Y entonces alumbró la idea que sería una traición pero también su rescate.
A través de Ousmane, los delatores habituales fueron anoticiados de que el Dogo se internaba en la jungla para llevar nuevas órdenes al escondrijo donde se resguardaban las reservas de la Nación. Sin muchas palabras, se despidió de su ayudante, dejándole instrucciones precisas. En la aldea, los pobladores se preparaban la cena mientras los fogonazos de la artillería rebelde delataban la cordillera.
Adentrándose en la espesura, fue indolente en cubrir sus huellas. Aún la inepta patrulla que lo venía siguiendo podía secundar su derrotero. Igual, jugó con ellos. En los días se divertía ahogándolos en fangales y por las noches los hacía dormir sobre peñascos. Un par de veces los oyó darse ánimos con arengas tomadas del Manual del Caos Revolucionario. Después de tenerlos errando una semana, los orientó hasta los silos repletos de armas, víveres, lingotes de oro, diamantes y medicamentos. Fue su manera de rendirse al caos aleatorio. A pesar de todo, se batió junto al destacamento de Guardias de la Revolución, sorprendidos por el horror de lo inesperado. Gritó órdenes, organizó defensas inútiles. Como hormigas enardecidas, los guerrilleros fueron reventando cada portalón, allanando cada depósito, tomando cada almacén. Festejaban como chicos. Nunca sabrá a qué bando atribuir las balas que le abrieron un par de surcos en la carne. Cuando lo dieron por muerto, se dejó engullir por la selva. Caminó sin destino, con una superpuesta sensación de agobio y libertad. Aunque tomó los recaudos del caso, se le infectaron las heridas. En una última ofrenda al dolor, omitió usar morfina. De cualquier modo, pronto olvidaría que alguna vez fue el Dogo de Burdeos. El río lo recibió con generosidad y nadó hasta la otra orilla. Aferrado a un raigón, se dejó mecer por la corriente mientras cantaba una canción de cuna iraní. Quizás Ousmane nunca pueda encontrarlo. No tuvo que esforzarse para sonreír cuando descubrió a una libélula aleteando sobre los dos retazos carmesí que le florecían el pecho.

Sobre el Autor:
Pablo Martínez Burkett. Nació en 1965 en Santa Fe (Argentina) pero vive en Buenos Aires. Es
abogado y docente universitario. Autor de los libros de relatos Forjador de penumbras (Ediciones Galmort, 2011) y Los ojos de la Divinidad (Editorial Muerde Muertos, 2013). Escribe para revistas del país y el extranjero. He participado en numerosas antologías, las dos últimas El libro de los muertos vivos –Antología zombie (LEA, 2013) y Buenos Aires Próxima-Antología Fantástica (Ediciones Ayarmanot, 2014). También he incursionado en los ensayos literarios. Recibió premios en una docena de concursos literarios.
Cultiva el llamado “fantástico rioplatense”, con relatos donde se produce un extrañamiento de lo cotidiano que se vuelve anómalo, siniestro o aterrador. Está escribiendo El retorno de la crisálida, un folletín por entregas sobre vampiros anarquistas en un futuro estragado por el Apocalipsis climático; Pozo del Diablo, una novela negra con trazos de terror sobrenatural y El regreso del Uñudo, una novela ambientada en un pueblito de la pampa argentina estragado por vampiros chinos.
Tiene un blog: www.eleclipsedegyllenedraken.blogspot.com. Después de leerlo no vas a poder decir que la realidad es monótona y aburrida.



Sobre el Ilustrador:
Jonathan González Gómez (Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, España, 1985) artista Conceptual freelance. Estudió en la escuela de Arte Fernando Estévez (Santa Cruz de Tenerife).






[1] Integra su último libro de relatos “LOS OJOS DE LA DIVINIDAD” (Editorial Muerde Muertos, 2013).

Revista Digital Tiempos Oscuros Nº3

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Y me permito hacerles un ruego: si en algún momento tropiezan con una historia, o con alguna de las criaturas que transmiten mis libros, por favor créanselas. Créanselas porque me las he inventado.
Ana María Matute, Discurso del Premio Cervantes.

Finalmente, estoy perfilando los detalles de la revista Tiempos Oscuros nº3 y me invade una duda: ¿estoy ante una revista o una antología?
Podría apelar al sí rotundo del editor, ya que el pobre antologador siempre se verá impulsado por las mareas editoriales y, al final, su proyecto ni siquiera llevará el título que lo desveló tantas noches, o el hecho de mantener a cada autor con daga y espada en su lugar, o permitir simplemente la entrada de otros autores por políticas (me repito) editoriales. No, no es una antología definitivamente.
Todo un lujo contar con lo mejor de las letras del fantástico español desde sus orígenes hasta nuestros días, sin olvidar nombres que, ya de por sí, son una institución en este género, tocando de una forma u otra todos los palos: distopías, space opera, zombies, épico, vampiros o fantasmas, sólo para citar algunos de los temas tratados. Desfilan por estas páginas el sutil horror gótico, el wired más canalla y el hard más sesudo.
Gracias a todos los que, de una manera u otra, al colaborado en la creación de este número tanto escritores como ilustradores. Y cómo no, gracias a ti, fiel lector que permaneces lejano, expectante, como un posible personaje de cualquiera de estos cuentos, que hoy leerás en tablet u ordenador. Esperamos cumplir con las expectativas y que todas las historias, incluida la más modesta, te sean gratas, haciendo que este proyecto haya valido la pena.
A la memoria de Ana María Matute. En tu tumba nunca faltarán las flores de arzadú.

Revista Digital Tiempo Oscuros 3. Especial España
ISSN: 2340-8332
Asociación Cultural miNatura Soterrània
Directores:
Ricardo Acevedo Esplugas (Editor)
Carmen Rosa Signes Urrea
Equipo Editorial:
Cristina Jurado Marcos
Pablo Martínez Burkett
Contacto:


01/ Portada:Tiempos Oscuros nº3/ Alejandro Doménech(España)
02/ Editorial
05/ Convocatoria
08/ Índice
Clásicos:
15/Amadis De Gaula (fragmento)/ Garci Rodríguez De Montalvo
32/La cruz del diablo/ Gustavo Adolfo Bécquer
51/Cuento futuro/ Leopoldo Alas “Clarin”
Contemporáneos:
81/ Habrá un día en que todos… / Rafael Marín
97/ Los ojos de Jaime / Elia Barceló
104/ Los ojos azules / Pilar Pedraza
113/ La fiesta del Cometa / Juan Miguel Aguilera
135/ Toda una vida / Javier Negrete
150/ La nave de los albatros / Félix J. Palma
163/ La luz de la noche / José Carlos Somoza
168/ La invariante  NOHC / Víctor Conde
201/ La guerra cálida / Sofia Rhei
206/ Lovot / Santiago Eximeno
216/ El viejo que cada día veía morir al sol desde su azotea / Juan de Dios Garduño (1980)
224/ Cerebro Mentor / David Mateo Escudero
237/ Héroes / J. E. Álamo
244/ Mytolítico / Sergio Mars
255/ Trenes y Mariposas / Eduardo Vaquerizo
260/ Hamelín / Jesús Cañadas
Noveles:
270/ El acólito / Sergio R. Alarte
280/ Babilonia debe caer / Salomé Guadalupe Ingelmo
289/ El Caminante Negro (poema) / Emilio José Ocampos Palomar
294/ Carina/ Jorge Fernández Miranda Capote
300/ De lo que aconteció a Pedro Arista en su vida como aprendiz de bandolero / Patxi Larrabe
308/ Descomposición / José Manuel Mariscal Eligio
316/ Desnudo bajo la lluvia / Athman M Charles
321/ El héroe, en peligro / Ricardo Manzanaro
329/ Los hombres de leche / José Miguel Vilar-Bou
338/ La Impronta / Pé de J. Pauner –seud. –
348/ Juanín, el brecha/ Fernando Polanco Muñoz
357/ La mascarada del Caballero Negro y el Caballero Blanco / Alberto Morán Roa
364/ El médico de pueblo / Carmen Rosa Signes Urrea
376/ El Mercader del Tiempo / J. Javier Arnau
391/ Normal / Cristina Jurado
403/ Por amor / Juan Carlos Toledano Redondo
416/ Reflejos / Elena Fortanet Muñoz
426/ El sapo / Beatriz T. Sánchez
440/ Timeless / Olga Besolí
446/ Tres flechas de hueso / Juan Ángel Laguna Edroso
459/ Una mirada, un libro y un trozo de tarta / Víctor Manuel Valenzuela Real
464/ Voluntad bajo cero / Darío Vilas Couselo
472/ Ensayo: Los inicios del cuento fantástico en España / David Roas
482/ Biografías
527/ Sobre el copyright de las imágenes
528/ Contraportada: Rozterki młodego zegarmistrza (2013) / Jarosław Jaśnikowski (Polonia)

Sobre copyright de las imágenes:
pág. 01Tiempos Oscuros nº3 (2014)/ Alejandro Doménech (España)
pág 14Amadis de Gaula/ Edison Montero (República Dominicana)
pág. 31La cruz del diablo/ Wickedman –seud.- (España)
pág. 50Freedom one/ Kai Lim (República de Singapur)
pág. 80Habrá un día en que todos…/ Pedro Belushi (España)
pág. 96S.t./ Dani Torrent (España)
pág. 103Ausencia/ Janet Ruiz (Cuba)
pág. 112Ataraxia/ Lucian Stanculescu (Rumania)
pág. 134Hantise- Cover art for the comic book named "Edgar Allan Poe - Hantise"(Louis/Orenge/Verguet)-/ Gzegorz Krysinski (Polonia)
pág. 149S.t. (Mal de mares, Tyrannosaurus Books, 2013)/ Alejandro Colucci (Uruguay)
pág. 162Heart/ Alex Andreyev (Rusia)
pág. 167 Pestilence/ Kirsi Salonen (Finlandia)
pág. 200Lucy y el monstruo/ Chubasco –seud.- (México)
pág. 205Steampunk Coppelia/ Tomasz Chistowski (Polonia)
pág. 215S.t./ M. C. Carper (Argentina)
pág. 223Agartha #2/ Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
pág. 236Ignoramus/ Chet Zar (EE.UU.)
pág. 243Dwarf madafaka/ Mateusz Oźmiński (Polonia)
pág. 254Dark angel/ Darek Zabrocki (Polonia)
pág. 259 Hamelín/ Aurora Gorrión (España)
pág. 269CD cover Letanía -Electrofe-/ Roz Ilustration (Argentina)
pág. 279the war fairy/ George Lovesy (Nueva Zelanda)
pág. 288Dusk of hallows/ Marcela Bolívar (Colombia)
pág. 293S.t./ Zdzisław Beksiński (Polonia)
pág. 299Dorian/ Vaggelis Ntousakis (Grecia)
pág. 307Artifact/ William Basso (EE.UU.)
pág. 315City/ Mikhail Rakhmatullin (Rusia)
pág. 320S.t./ Joel Chang (EE.UU.)
pág. 328Los hombre de leche/ Marc Bou (España)
pág. 337S.t. / Yuly Alejo (España)
pág. 347S.t./Bart Tiongson (EE.UU.)
pág. 356Bloodsports 13/ Jonathan González Gómez (España)
pág. 365 Génesis/ Janet Ruiz (Cuba)
pág. 375 The Runway/ Scott Listfield (EE.UU.)
pág. 390Entering Cyberspace/ Lukas Kuhn (Alemania)
pág. 402Sail/ Lucian Stanculescu (Rumania)
pág. 415 The falling/ Jérémie Fleury (Francia)
pág. 425  El sapo/ Pedro Belushi (España)
pág. 439Nate is Late/ Loic Z Zimmermann (Francia)
pág. 445Apocalypse of Lucifer/ Ali Kiani Amin (Irán)
pág. 459ED02/ Phoc Quan (República Democrática de Vietnam)
pág. 463Oxidated oblivion/ Thomas Wievegg (Suiza)
Pág. 471Minotauro/ Rafa Castelló Escrig (España)

pág. 528Rozterki młodego zegarmistrza (2013)/ Jarosław Jaśnikowski (Polonia).

El próximo número de la Revista Digital Tiempos Oscuros, que saldrá el enero de 2015, estará dedicado a la literatura fantástica  de Puerto Rico y República Dominicana.


Veinte espadas por Juan Pablo Noroña Lamas

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 Ilustraciones tomadas de Medieval Combat. A 15 th C. Illustrated Manual of Sword Fighting an Close-Quarter Combat (1443) by Hans Talhoffer.



Primer duelo de The Highlander, MacLeod vs. Fasil. Qué bien, katana contra toledana, pinta bien. Le ha cortado la cabeza, me gusta, me gusta. Cómo es eso, la katana se incrusta un buen palmo en una columna de hormigón armado, es imposible… wow, ahora sale una luz gorda del cuello del difunto. ¡Apoteósico! Un clásico del cine fantástico. Y se me queda grabado que para mostrar la valía de una espada ficticia y anunciar el cariz de la historia, lo mejor es darle un tajo a una columna de hormigón en un parqueo. Cuando al fin escribo un cuento con una escena así, añado cosas que por el camino recordé y recogí de Shakespeare, de Homero, de las cop movies, de la distopía policial, del Japón legendario y del Japón superpoder del cyber punk clásico, de la saga de Sanjuro, y de las fascinantes, por pragmáticas, artes marciales filipinas.


La furgoneta entró al garaje en reversa. Porak cerró la puerta de inmediato y fue hacia el vehículo apenas este se detuvo.
El conductor asomó por la ventana, sonriendo amigable.
—Porak, amigo —dijo con la derecha tendida—. Tengamos el negocio.
El joven le estrechó la mano. —Ahora mismo, si se puede.
Algo trabajosamente, porque era un hombre gordo y mayor, el chofer salió, fue a la parte posterior de la furgoneta, abrió la puerta con dramatismo y mostró a Porak y sus hombres cuatro embalajes oblongos en el interior del vehículo.
—Las últimas de Semiónov —dijo orgulloso.
Porak entrecerró los ojos. —En el presupuesto no estaba previsto material de Semiónov. Pensaba en algún buen maestro local.
—Está en precio. Tienes veinte hojas, por el dinero.
El joven se cruzó de brazos. —¿Veinte hojas de Semiónov por ese dinero? ¿Qué es esto?
—No intentaría engañar a un chino en los negocios...
—Pero soy medio filipino —Porak apuntó con el índice—, y dime qué hay con las hojas. ¿De verdad son Semiónov o intentas colarme láminas de techo?
El chofer se inclinó sobre uno de los embalajes y puso la mano en el cerrojo electrónico. La caja se abrió, mostrando cinco espadas en su vaina, de lado. El hombre sacó una y la desenfundó lentamente. La hoja era traslúcida, delgada como papel y tornasolada, con cerca de ochenta centímetros de largo y tres de ancho. El gordo se paró frente a una columna, equilibró la espada sobre su cabeza con cierta habilidad, y descargó un tajo vertical contra el hormigón armado.
Porak caminó hasta la columna, apartando al chofer. En el hormigón había un surco recto de material fragmentado por el corte, de un centímetro de ancho y diez de profundidad en el medio. El joven arrancó pedazos sueltos hasta que pudo ver en el fondo las varillas de acero seccionadas.
—Dime ahora que no es una Semiónov —alardeó el chofer.
—Corta bien —reconoció Porak—. Si es una falsificación, es una buena falsificación. ¿Y cómo las conseguiste por el dinero que te di?
—El viejo Semiónov acaba de morir —el gordo envainó la espada con cuidado—. Me las vendió uno de su taller. No te preocupes, no es robo. Tenía tres aprendices que no se llevaban bien y decidieron separarse: el primero se quedó con el software de modelación y las bases de datos, el segundo cogió la maquinaria, y al tercero le tocó la materia prima y los productos terminados. Como tenía más deudas que dinero, tuvo que salir de la mercancía rápido.
—Pero me sorprende que incluso en esas circunstancias te diera estas tan barato, y más, que me las vendas a mí a este precio.
El vendedor le alcanzó la espada a Porak. —Técnicamente, es lo que vale. Son un experimento de Semiónov —se encogió de hombros—. Son buenas a primera vista, pero nadie sabe si son estables o no, o si tienen algún defecto oculto. Él siempre estaba innovando, y no siempre con suerte.
Porak la desenvainó, causando que sus cinco hombres se apartaran de él con presteza. —¿Un experimento? —dijo alcanzándole la funda al viejo.
—Me lo dijo el aprendiz. Semiónov, ya sabes, con todo y ser de los mejores en su rama, no se llevaba bien con el dinero. A veces no tenía para comprar cristales primarios y mucho menos para poner sus hojas en crecimiento orbital, así que se la pasaba buscando alternativas baratas. Esta vez se consiguió cristales de cuarta, se puso a experimentar con las matrices de crecimiento y probó con alineación mecánica, lo cual fue bastante audaz de su parte.
Porak hizo un gesto de ignorancia mientras estudiaba la hoja, impoluta, sin muestra de haber sido usada contra una columna de hormigón armado.
—Nadie usa alineación mecánica para espadas —explicó el viejo—. Láser, magnética, pareo de espín; esa es la técnica moderna. Pero Semiónov puso cristales de cuarta a crecer bajo ondas mecánicas, o sea, sonido en atmósfera de helio. El único problema es que ese método de alineación se toma diez meses para conformar una estructura. Según el aprendiz, Semiónov decía que el tiempo es gratis. Es verdad, pero te dan muy poco; se lo tienen que haber dicho al entrar en el otro barrio.
El joven se apartó hacia un espacio de parqueo vacío, en el cual comenzó a hacer rutinas de esgrima. Tanto sus hombres como el vendedor observaron con admiración no fingida las veloces evoluciones de Porak. Terminó en una postura que mostraba la espada extendida ante él.
—Es un poco más pesada que las demás —dijo Porak sin cambiar de posición—. Y si no fuera una locura diría que es algo flexible... creo que se pandea un poco—. Movió la hoja suavemente, como si fuera una aleta de natación, y se mostró asombrado. —¡Es cierto! Un poco apenas, pero se flexiona.
—Caramba —dijo el vendedor—. Semiónov sí que sabía hacer experimentos interesantes.
Porak dio un tajo lateral cuyo arco terminó en seco. —¡Y zumba!
—¿Qué hace?
—¿No oyes? —Porak repitió el golpe—. Vibra, suena. ¿Estás seguro que es un cristal y no algún polímero?
—Semiónov no sabía ni cuerno de polímeros. De cualquier manera es una buena hoja con firma, mucho mejor que las genéricas. Apuesto que hasta las cortaría. ¿No es eso lo que querías para tu pandilla?
Porak se acercó al vendedor, pidiéndole la vaina con un ademán. El viejo se la mostró con el agujero por delante, y el pandillero ensartó la espada en la funda de un golpe, dejando a todos atónitos.
—Tu madre bendita, Porak —dijo el vendedor después de tragar en seco—. Me podías haber dejado sin mano.
El joven le pasó el brazo por encima del hombro al chofer y lo llevó aparte. —Pero no ocurrió —le dijo junto a la pared—. Y todos ellos están impresionados con mi habilidad. Mística; eso es lo que hace fuerte a un grupo. Ahora mismo estoy seguro que al menos ninguno de estos cinco querría retarme.
—A mi costa de mis pantalones, por supuesto. No lo vuelvas a hacer si quieres seguir en negocios conmigo.
—Ya aparecerá otro que asustar. Pero eso no importa —Porak agitó la cabeza—. Te estaba hablando de la mística de grupo. ¿Has oído hablar de los Linces de Humo?
—Una pandilla del sexto distrito. ¿Qué hay con ellos?
—Están metiéndose en mi zona, y tienen mucha mística. Se consiguieron un maestro de artes marciales y ahora se creen invencibles. Los he visto peleando; no es que hayan mejorado, pero están inspirados y sus oponentes creen que el maestro los ha convertido en una especie de cuarenta y siete ronin. Como a duras penas consigo que estos inútiles y el resto se metan a un gimnasio —señaló a sus pandilleros—, no puedo meterles esa clase de mística en la cabeza. Aunque sí puedo comprarles espadas con nombre, y sería algo.
El vendedor asintió, comprensivo. —Entonces, ¿quieres que cuente en la calle, o que no? —preguntó.
—No lo cuentes. Cuando caigamos en la calle con espadas flexibles y cantarinas que mellen las genéricas como si fueran de metal forjado, mi gente tendrá su mística. No es necesario que se sepa enseguida que son las últimas de Semiónov, uno de sus experimentos exitosos.
—No sabes si es un experimento exitoso.
—Con que den para acabar con los Linces me basta. Y tenemos que hablar de esos aprendices de Semiónov, por si las hojas resultan tan buenas como quisiera.
El vendedor miró a Porak con extrañeza.
Porak sonrió astutamente. —Estoy cansado de negocios complicados y quiero una operación de venta. Si me hago el suministrador de espadas para esta ciudad, no más noches en vela. Dicen que las armas de fuego solían ser un buen negocio antes de que el gobierno pusiera el Ojo y el Rayo; mientras no prohiban también a estas bellezas —señaló la espada que el chofer llevaba en la mano—, voy a reunir un fondo de pensiones para mí y los chicos.


El Ojo atrapó los de Lentz. Perchado a veinte metros sobre la calle en la esquina del edificio, como un raro murciélago horizontal, parecía mirarlo sólo a él en toda la muchedumbre. El muchacho recorrió las aceras con la vista; nadie prestaba atención al dispositivo vigilante. Estarían acostumbrados, pensó. Para Lentz era fascinante, una señal de un poder omnisciente y omnipotente que sin embargo juzgaba necesario controlarlo especialmente a él, como si fuera un gran peligro impredecible. Caminaba con el cuello torcido por no dejar de observar al Ojo allá en lo alto, aunque de vez en cuando echaba un vistazo de reojo a las anchas espaldas de Turk para no quedarse atrás. Al cabo percibió que en efecto el Ojo lo seguía, y no como la mirada de una persona en una foto, sino girando, siempre enfocado sobre él. Era una persecución real, no imaginada, y Lentz se asustó sobremanera; no obstante, sus pupilas siguieron fijas en el Ojo.
De repente un hombro mucho más fuerte que el suyo lo empujó por detrás, desequilibrándolo de tal modo que debió mirar por completo al frente para no caer. Cuando iba a soltar un reto a muerte, descubrió ante sí la chaqueta de Porak, que de ir tras él había pasado a caminar junto a Turk.
—Nunca mires a ningún Ojo, granjero —dijo Porak sin darse la vuelta—. ¿Te está siguiendo, verdad?
Lentz asintió en silencio, sin pensar en que su jefe le daba las espaldas y no podía ver el gesto.
—Lo hace para darte una lección —dijo Porak como si de todos modos hubiera visto la aprobación del muchacho—, y es una buena. No mires al Ojo y el Ojo no te mirará a ti.
—Muéstrale al granjero las cosas de la ciudad, Porak —intervino Turk, también sin darse la vuelta—. Dale sabiduría.
Porak rió con fuerza. —Si tuviera de eso lo vendería; no lo estaría desperdiciando en pandilleros. Hey, granjero —llamó a Lentz—, ven por delante de nosotros para que me oigas bien.
El muchacho hizo lo ordenado.
—Si un Ojo te mira mucho —continuó Porak—, estás en peligro. El gobierno no lo dice, pero tienen desperfectos, como si imaginaran cosas. Me han contado de personas que no llevaban pistolas, ni mucho menos las habían disparado, y el Ojo ordenó que les dieran con el Rayo; y de otras en cuyas casas se aparecen agentes especiales tumbando puertas y gritando: “¡Entreguen las armas!”. Esos aparatos ven lo que hay y lo que no hay... así que no hagas que te miren a ti. Quizás ahora mismo te están archivando como que llevabas una escopeta, quién sabe.
Lentz hundió la cabeza entre los hombros. Porak pareció querer añadir algo, pero llamó su atención algo en una cafetería ante cuya vidriera estaban pasando. —Oigan —se detuvo llamando a sus pandilleros—, vamos a tomar algo.
—Cuando volvamos a nuestra zona —pidió Turk—. Aquí viven los Linces. Nos podrían reconocer.
—Lo sé, pero tengo mucha sed —dijo Porak entrando en la cafetería.
Turk observó estupefacto cómo la puerta trasparente se cerraba tras el otro. —Odio tener un jefe loco —gruñó—. Dale, granjero —conminó a Lentz con un ademán irritado—, vamos a esperar que aparezcan los que nos van a matar.
Lentz siguió a Turk al interior de la cafetería, donde ya los esperaba Porak, en la mesa más alejada. El muchacho se tiró junto al jefe y Turk se sentó frente a él, acomodando con cuidado la vaina de su espada.
—Me cansé caminando de la puerta aquí —protestó Turk—. Es como... ¿media cuadra?
—Estamos cerca de las dispensadoras —dijo Porak—. Haz algo útil con ese tamaño tuyo; ve y abusa con los de la cola, tráeme un café extra grande, con mucho azúcar, tibio.
—¿No tenías sed?
—Por eso lo pedí extra grande. Vamos, que si el granjero me trae el café primero que tú, le doy tu puesto.
El muchacho miró al jefe, luego al subordinado, e hizo el intento de levantarse. Turk se apresuró a pararse y ponerle la mano sobre el hombro. —Si alguien reconoce a este hijo de puta —le dijo a Lentz—, ayúdalos a deshacerme de él. Yo sería un mejor jefe.
Porak rió. —Es leal —aseguró a Lentz mientras observaba cómo en efecto Turk abusaba de quienes hacían ordenadamente la cola—. Mira cómo me trae el café.
Lentz sonrió al ver los inofensivos aspavientos de los clientes maltratados.
—Me haces falta, chico lindo —susurró de pronto Porak al oído de Lentz—. Me hacen falta tus ojos de muñeco de peluche.
Lentz dejó de sonreír.
—¿Ves esa chica, la rubia de la chaqueta roja? —dijo Porak—. Mira a ver si le gustas. Necesito verla reírse, ya sabes, la risa de orgasmo con que flirtean las mujeres.
Lentz sonrió, aliviado sin saber exactamente por qué.
—Será fácil —alardeó el muchacho—. Luce bastante puta.
—Vamos, pruébalo —Porak le guiñó un ojo al pandillero—. Digamos que me gusta verlas de lejos.
El muchacho se paró, poniendo cara de predador natural de rubias, en especial de la variedad con chaqueta roja, y se acercó a donde la chica parloteaba entre dos amigas. Dejó caer unas frases, logró hacerlas responder, y concentró el fuego en su blanco.
Turk llegó a la mesa con un envase de café y dos de cerveza. —Van a matar al chico —dijo por lo bajo mientras se sentaba—. Esa rubia anda con ese de los Linces —señaló a un tipo robusto que tomaba cerveza en la barra y llevaba una espada a la espalda. Por el logotipo en la vaina, sería una genérica bastante buena, de cristal primario en crecimiento orbital.
—La idea es que no lo maten —dijo Porak—. Ahora mismo Lentz es un tipo que intenta sacar conversación con unas chicas, muy inocente. Me hará parecer un rescatador en vez de un buscapleitos.
—Eres el hijo de perra —Turk sonrió divertido—, más frío que he conocido. No te pases; el granjero nos entretiene.
El tipo que bebía cerveza en la barra tiró su último envase contra el piso y fue contra Lentz a pasos largos, retumbando el suelo. El muchacho sintió el ruido y se dio la vuelta a tiempo de desviar el brazo del Lince, que intentaba empujarlo de un manotazo en el pecho.
—Ya debías haberle dado una espada al muchacho —opinó Turk.
Porak chistó displicente mientras contemplaba cómo el Lince de Humo daba un paso atrás y se llevaba una mano a la empuñadura de la espada. Lentz apartó caballerosamente a las mujeres y extrajo ágilmente una daga de su chaqueta.
—El muchacho hace como si no estuviéramos aquí —dijo Turk—. Me gusta.
Con el mismo movimiento de sacar la espada, el Lince de Humo se lanzó para cortar en dos a Lentz. El joven avanzó para caer en el área ciega del tajo, y a su vez intentó apuñalar al agresor en el bajo vientre; pero los brazos descendiendo en arco lo machacaron y derribaron. Cayó a un lado en el suelo, en parte bajo una mesa, con la cual decidió cubrirse del segundo ataque. El mueble no paró el golpe, pero sí lo desvió, y la hoja pasó silbando a dos centímetros de la cabeza de Lentz.
Las mitades de la mesa cayeron cada una por su lado y en medio quedó Lentz, inerme. Hizo el esfuerzo por rodar para esquivar el siguiente tajo, pero no fue necesario; Porak apartó al Lince de una patada en los riñones que lo envió contra la barra.
—La puta es tuya, Lince —dijo Porak—. Déjame al muchacho.
El Lince de Humo se recuperó y enfrentó a Porak. —Estás muerto —gruñó—. Tú, el chiquillo y el que se meta.
Porak desenvainó la espada que llevaba a la cintura. Era una de las recién adquiridas.
Pateando mesas, el Lince de Humo hizo un espacio libre donde ponerse de pie con la espada al frente, en espera. Lentz se escurrió cautelosamente hasta Turk, quien le susurró algo mientras señalaba al jefe.
—Lo olvidaba —sonrió Porak—. Los han enseñado. Tendré que ir por ti —y avanzó hacia el Lince con la espada en alto.
El otro pareció complacido y se dispuso en una postura defensiva que permitía un contraataque rápido.
Los dos últimos pasos de Porak fueron a la carrera, y después un medio salto; cayó tajando el San Miguel más simple en todo el arsenal de la eskrima.
Las demás personas en el local, que se habían apartado pero no ido, prorrumpieron en exclamaciones de desconcierto y espanto. No ante la visión del cuerpo yaciente del Lince, seccionado a lo largo del tronco de forma tal que sus entrañas nadaban en sangre junto a él, sino ante la espada del muerto, partida en dos. Algunos miraban la hoja de Porak, y también la escuchaban, porque zumbaba audiblemente.
Porak fue hasta su mesa y terminó el café. —Vámonos.
Turk y Lentz lo siguieron, trastabillando un poco al pasar la sangre del Lince de Humo.
Cerca de la puerta Porak se detuvo y tomó la manga de un aterrorizado parroquiano para limpiar la espada. Terminó rápidamente, expresó agradecimiento y se puso en la calle mientras envainaba.
—Dejaste firma allí dentro —dijo Turk a veinte metros de la cafetería.
—Lo hice, ¿verdad? —afirmó Porak.
—No sé si fue bueno.
—Ninguna firma es mala. Dice quién eres. Además, el muchacho se probó. ¡Pero corran!
Porak apretó el paso.


El mismo criado que retiraba el servicio le informó al Ministro Humbert la presencia del secretario de Munekami en su sala de espera.

—¿Para qué carajo tengo un ujier? —protestó Humbert—, ¿si tiene que ser el cabrón camarero quien me dice que tienen al hombre de Munekami esperando allá afuera? Tú mismo, ve y dile que pase.
El camarero hizo una inclinación de cabeza y se fue con la bandeja. Cuando estaba abriendo la puerta Humbert lo llamó.
—¡Hey! ¿Cuál es tu nombre?
El empleado se dio la vuelta. —Jenkins, señor.
—¿Tienes educación superior?
—Soy graduado universitario, señor, en Gerencia Hotelera y Restauración.
—Bien. Después que entre el japonés, dile al ujier que no venga mañana, que está despedido. Tú ven mañana con traje y corbata; tienes el puesto del imbécil.
—Gracias, señor —dijo el camarero, inmutable—. ¿Se le ofrece algo más?
—No, ve y tráeme al tipo... nunca puedo recordar su nombre.
—Nagashiro, señor.
Humbert despidió con un gesto perentorio al camarero, quien salió sin más. Inmediatamente el funcionario se paró y se puso tras la puerta, a una distancia apropiada para recibir al secretario del inversionista más poderoso del país. Esperó arreglándose la corbata, el traje y lo más posible de su apariencia.
Finalmente la puerta fue abierta por el nervioso ujier, detrás del cual entró un japonés alto de edad madura, atlético y claro de tez, muy elegante. Llevaba en la mano derecha un maletín de cuero negro con aspecto de contener secretos de estado.
—Siempre un placer recibirlo, señor Nagashiro —Humbert malhizo una reverencia rígida.
El japonés correspondió el saludo. —Tal cual el placer de acudir a su presencia, señor Ministro —dijo sin mostrar el más ínfimo acento en su lenguaje—, y ojalá por muchos años más lo encuentre a usted al venir a esta oficina.
—Yo también le deseo que conserve su actual trabajo, señor —Humbert dedicó una fugaz mirada al ujier, quien se marchó pálido y desequilibrado—. Bien. ¿A qué debo el gusto?
 El secretario llevó el maletín ante sí y unió las manos sobre el asa. —Yo también deseo ir al grano —dijo con grave seriedad—. Mi señor Munekami ha escuchado sobre los planes de confiscación y subsecuente destrucción de las últimas espadas del fallecido maestro Semiónov, en particular de un lote de varias hojas experimentales. Mi señor Munekami no está de acuerdo por entero con ese proyecto.
Humbert frunció el ceño. —Munekami está informado de los asuntos internos de nuestro país muy al detalle... a veces pienso que muy al detalle —se llevó las manos a la espalda y se balanceó descontento—. Este es un país soberano.
—Mi señor Munekami ha invertido en este gobierno tanto dinero como en algunas de sus mayores empresas, y es normal que sus intereses tengan presencia en él, y conocimiento. Muchos funcionarios tienen la debida deferencia hacia mi señor.
—Por supuesto —Humbert le mostró al japonés una silla de la mesa donde había estado almorzando—. Mas no debemos seguir conversando de pie.
El secretario se sentó en una postura tan estirada que le debía quitar toda posibilidad de descanso. —Por ejemplo —dijo colocándose el maletín sobre las piernas—, sé que a la mayoría de quienes vienen a esta oficina usted los sienta frente a su buró para hacerles notar su autoridad, y a los amigos los sienta en los sillones de allí; sin embargo, a mi me ha sentado a la mesa, donde no hay jerarquía ni demasiada familiaridad. Aprecio el gesto.
—Pues verá usted —dijo Humbert, un poco pasmado mientras se sentaba frente al otro—, no tenía una razón en particular para ponerlo en la mesa; quizás es que hasta ahora mismo estaba aquí sentado.
—Fue una deferencia inconsciente, de seguro, y no por eso menos valiosa. Su especial consideración hacia los asuntos del señor Munekami es muy conocida donde corresponde.
La expresión de Humbert era de radiante complacencia. —Qué bien —dijo sin poder ocultar su alegría—; por momentos he pensado que se olvidaban de mí.
—Si usted coopera en esta ocasión —dijo el secretario—, le puedo asegurar que será copiosamente recordado. Pero quizá debiéramos hablar de usted otro día, y concentrarnos hoy en los intereses de mi señor Munekami. Estos no obstan en lo absoluto la soberanía del país; mi señor está interesado en la prosperidad y estabilidad de esta gran nación, a la cual está atado por muchos lazos.
—Claro, claro —aceptó el funcionario—. Pero es mi deber valorar las circunstancias... ¿Qué desea Munekami?
—El señor Munekami desea otro destino para las espadas Semiónov. Ha sabido que ya fueron localizados los facinerosos en cuyas manos han caído, y que la intervención del gobierno ya está a punto.
Humbert frunció el ceño. —Por mucho que quisiera ayudar al señor Munekami —se acodó en la mesa—, tengo responsabilidades importantes... esas espadas no pueden estar en la calle de ninguna de las maneras.
El secretario sonrió benévolamente. —Esa es la opinión de mi señor... hojas tan señaladas no deben estar en manos de chusma.
—Ni en las de nadie, por lo que sea —sentenció Humbert—. Son un peligro hasta para la policía.
—La espada sigue el camino de quien la empuña. Con hombres de baja extracción, seguirá caminos bajos; en mejores manos, cumplirá un alto destino.
Humbert puso expresión de entendimiento. —Ya veo donde quiere llegar —guiñó un ojo—; las quiere para él.
—No es el único de sus motivos. También siente que en malas manos esas hojas traerán malos tiempos para las espadas en general.
—¿Cómo así?
—Mi señor Munekami ama el pasado —dijo el secretario—. Su linaje es muy antiguo, y el aprecio por la historia de su familia lo hace añorar tiempos cuando la valía de un hombre se medía con la espada. Sostiene que el combate con armas blancas hace al hombre espiritualmente superior.
—Proviene de una familia samurai, supongo.
—No, en lo absoluto; los samurais son advenedizos. Yo desciendo de samurais, mi señor de un compañero de armas del príncipe Shotoku. Es kuge. Pero ese no es el punto. Como le decía, mi señor Munekami cree que el método Semiónov inundará las calles de espadas baratas de excesiva letalidad, lo cual asustará a los gobiernos en todo el mundo al punto de dictar legislación restrictiva contra el uso de todas las armas blancas hechas con cristal de alta resistencia. Pronto no sólo las personas que lleven armas de fuego serán eliminadas por el Rayo, sino también las que lleven espadas; una hoja de cristal es incluso más fácil de identificar. Además, de ser cierta la superioridad de las últimas de Semiónov sobre las demás hojas, quienes las posean obtendrán una ventaja desleal, en nada acorde con el camino de la espada.
—Y eso molestaría al señor Munekami.
—Mucho. El señor Munekami espera un fortalecimiento significativo de la fibra moral de la humanidad gracias a la sustitución de las armas de fuego por las blancas en el uso personal. Para él, la degeneración de la humanidad comenzó con la pólvora.
Humbert hizo un gesto de asombro. —¿El señor Munekami no cree en el progreso? ¿O es un pacifista?
El secretario sonrió. —No estamos, ni usted ni yo, en posición de juzgar a mi señor Munekami —se acomodó el maletín sobre el regazo—. Él aplaudió cuando todos los gobiernos se pusieron de acuerdo para erradicar las armas de fuego en ciudades y por las mismas razones aducidas. Con armas de fuego un individuo débil y maligno puede imponerse a muchas buenas personas o herir irresponsablemente a distancia, dice mi señor Munekami, y también dice que a diferencia de una bala, una espada nunca va más allá de donde el guerrero la ve. Añade que ninguna persona espiritualmente deficiente será un gran peligro para la sociedad, armado con una espada; sólo una persona de gran virtud es capaz de convertirse en maestro insuperable en la esgrima, y alguien así sería incapaz de iniquidad.
—Capto la idea general —asintió Humbert—. Dartagnán y sus amigos eran todos excelentes muchachos porque eran buenos con la espada.
—Usted puede tomarlo a broma —dijo el secretario—, y yo puedo ser un poco escéptico. Pero entre nosotros tres, es mi señor Munekami el gran hombre, y es él quien puede tomarnos a broma a nosotros o considerar memeces nuestros argumentos. Y su opinión forma su voluntad, y esta las acciones. ¿Irá usted a favor o en contra? No pierde nada yendo a favor, y gana su agradecimiento.  
Humbert se recostó, amoscado pero a la vez condescendiente. —No hay problema —sonrió obsequioso—. Las espadas irán a manos del señor Munekami... tan pronto se las quitemos a la piojosa pandilla a la que fueron a parar. Unos estúpidos; en vez de esconder el botín se dedicaron a hacer pedazos a sus rivales, y a las espadas de estos de paso. Hicieron una carnicería, sobre todo porque los demás estaban cagados de miedo, si me perdona la expresión. Así fue como supimos de ellas inicialmente, por las historias de una pandilla invencible cuyas espadas cortaban las demás; nos llevó poco tiempo rastrearlas hasta sus orígenes.
—Estamos enterados —asintió el secretario—. Esos hechos confirman el parecer de mi señor Munekami.
Humbert volvió a inclinarse sobre la mesa, mirando al japonés fijamente a los ojos. —Como usted dijo —murmuró con sorna—, el parecer de Munekami no requiere confirmación.
El secretario sonrió sutilmente.  


Pisotones en el tatami de arriba, dilucidó Porak entre las nieblas del sueño. Irregulares, torpes; si fueran los de un esgrimista hábil quizás no lo hubieran despertado. Se levantó y fue hacia la escalera de caracol que subía directamente de su oficina al local construido en la azotea con elementos prefabricados. Al asomar la cabeza por el agujero reconoció a Lentz, y en sus manos la espada que había dejado allá arriba, una de las de Semiónov. La propia del muchacho estaba tirada en un rincón.
—¿Entrenando, granjero? —preguntó mientras terminaba de subir.
Lentz bajó la espada, avergonzado. —Lo siento, Porak —se disculpó—. No sabía que estabas en la oficina.
—Durmiendo en el sofá. ¿Y como llegaste aquí arriba?
—Por la rejilla —el joven señaló las aspas de un gran extractor en la pared a su izquierda—. No está fija. Llego al techo por la escalera de incendios. No sabía que esta noche estabas durmiendo abajo...
Porak agitó la mano. —Ya, ya. Lo que me despierta es los pisotones que das... ¿quieres cortar al oponente o dejarlo sordo?
—Trataba de usar la energía...
—Esto no es kendo, hijo. Diferente armamento, diferente filosofía. Para estas armas, es mejor eskrima, porque pesan muy poco, menos que un yantok, una vara de rattan, por lo tanto puedes usar la hoja como una extensión de tu brazo. Puedes usarla como mismo usarías el brazo para golpear, con los mismos movimientos, siguiendo la flexión natural de las articulaciones, igual geometría.
Lentz dio vueltas a la espada, confuso.
El jefe se le acercó. —A ver, dame —tomó el arma de las manos de Lentz y su posición en la cabecera del tatami—. Así lo entenderás más fácil: ningún ser humano tiene la fuerza para sacarle todo su potencial a filos de cristal cultivado, así que no lo intentes. Tú sólo haz que el movimiento vaya en el eje de corte, haz que el eje de corte coincida con el movimiento más natural posible de tu brazo: la hoja tiene algunos átomos de grosor y corta independientemente de la rabia que le pongas. Tu trabajo es guiarlo. ¿Entendido? Ganas más con buena dirección que con fuerza excesiva.
El muchacho asintió, los ojos fijos en la espada.
Porak levantó el arma sobre su cabeza. —Contra tejido vivo y materiales comunes, debes reconocer la milésima de segundo en la cual se hace resistencia a tu hoja, y entonces insistir. Pero es diferente contra armaduras, y por eso entreno con pacas de gel —Porak indicó un gran cubo verde traslúcido sostenido entre dos soportes laterales al final de la carrera del tatami—. Ese ahí no es el mismo de las armaduras, sino el de las vainas, pero funciona de forma similar: resiste a la hoja con varias fuerzas laterales que más o menos la empujan contra la dirección de corte. El gel de armaduras es mejor, se electrifica para aplicar más fuerza. Según va entrando la hoja aumenta la resistencia, independientemente de cuánta fuerza le des al golpe. Por eso, en cuanto tu hoja pare de avanzar en la armadura, sácala, no vas a hacer más. Un golpe seco, y te retiras.
—Como lo hiciste con el Lince de Humo.
—Él no tenía armadura; yo quería romper su hoja —dijo Porak—. También, si un golpe fuerte neutraliza de una vez al enemigo, es mejor. Ahora mira.
Porak fue hasta la paca, y descargó un tajo que la separó en dos partes. —Practica tú —dijo volviéndose hacia Lentz—. En unos minutos se empatarán las mitades.
El muchacho fue hacia el jefe y recibió cuidadosamente la espada, que mantuvo en alto entre ambos.
—Llama a tu madre —dijo Porak sonriendo felinamente—. Puedes quedarte esta noche aquí conmigo.
Lentz empalideció.
—Practicando —Porak tocó la mano del muchacho que empuñaba la espada y la empujó suavemente a un lado para acercarse al cuerpo ajeno—. Mis gustos no han cambiado aún... si eso ocurriera, tú serás el primero en saberlo.
Lentz caminó nerviosamente de espaldas hasta la cabecera del tatami, la espada a dos manos sobre su cabeza. Porak se quedó de pie entre él y la paca de gel, con los brazos en jarras y la misma sonrisa.
Al cabo de un minuto Porak fue hacia la escalera y la bajó silbando, en tanto Lentz corría contra la paca de gel.
Porak se dejó caer sobre el sofá, desvelado. Ordenó al televisor despertarse e hizo señales en el aire para que el aparato corriera canales. Manoteando a la derecha hizo subir los números en el selector, hasta que en la pantalla apareció un filme de acción, y alzó el dedo para dejar esa señal. Tras recostarse, dio la seña para aumentar el sonido y así tapar los persistentes pisotones de Lentz. No le pareció una mala película.
La granada de humo rompió la ventana, rebotó en el buró y se incrustó en el plástico suave de la pantalla, soplando gas con fuerza; parecía como si el televisor hubiera decidido fumar. Porak conocía los métodos de la policía, así que se dio la vuelta lo más rápido que pudo y hundió la cabeza entre el espaldar y los cojines del sofá. Aguardó hasta sentir el ruido del segundo lanzamiento, alzó la cabeza y se empujó por encima del mueble hacia el otro lado. El sonido de cristales rotos se repitió una y otra vez; Porak pensó que se complacían en romper las ventanas. Pero más importante que lamentarse era escapar del humo.
Porak corrió hacia la puerta, salió entre toses, y cerró tras de sí, cortando la nube perseguidora. Al pasar junto a una alarma de incendios apretó el botón con furia; partes del sistema eran antiguos y usaban rociadores de agua, que podría disipar el humo en el corredor. Entonces la puerta volvió a abrirse y apareció Lentz, sólo para caer inconsciente en el suelo del pasillo, manteniendo la puerta abierta con su cuerpo. Porak maldijo mientras corría a sacar al muchacho del camino del humo. Logró apartarlo, pero algo trababa aun la puerta. En medio del humo pudo distinguir la espada en su vaina, que la mano de Lentz aferraba desesperadamente. Porak movió el obstáculo, cerró la oficina y comenzó a arrastrar el cuerpo a donde el gas estuviera más disperso.
—Espada... —murmuró Lentz sin abrir los ojos.
—La trajiste, granjero —dijo Porak mientras fijaba la grapa de sujeción de la vaina a una trabilla en su pantalón—. Ahora cállate.
Pudo llevar el cuerpo hasta la escalera, y ya en esta se halló recuperado como para cargarlo. No obstante, sintió algunas náuseas al echárselo a caballito sobre la espalda; había tragado mucho humo adormecedor, aunque este fuera de la formulación más ligera. Buscó en sus bolsillos, y se maldijo por haber dejado todas las pastillas en la chaqueta, colgada de una silla allá en la oficina. Mal que bien bajó algunos escalones, tambaleante. Si abandonaba al muchacho podría hasta correr. Pero no iba a dejar tirado a quien en vez de escapar por la azotea había atravesado una habitación llena de humo narcótico para llevarle su espada.
Justo entonces apareció Turk subiendo por la escalera.
—Policías por abajo —anunció el pandillero—, y humo por arriba, ya veo. El negocio está jodido.
—Toma al granjero —Porak se apoyó en la baranda—, antes de que lo deje caer. Llévatelo.
Turk maniobró para echarse al muchacho al hombro como un fardo, en lo que Porak se secaba la frente.
—Oye, Turk —dijo el jefe—, ¿no tienes algo que levante? Estoy ahumado.
El pandillero sacó un aplicador de colirio del bolsillo del pantalón. –Precisamente es para despertar —dijo Turk—. Incluso te la pone dura.
Porak sonrió, tomando el recipiente. —No me hace falta tanto —abrió el aplicador y se lo acercó al lagrimal—. Es refrescante —dijo entre bizqueos y muecas—, aunque se siente raro. ¿Agarraron a muchos? ¿Y las cosas?
—Más que nada clientes —contestó Turk trotando escaleras abajo—; yo y el grupo sacaremos las cosas por el túnel... aunque no sé si haya tiempo. Estos son policías rápidos —consideró antes de perderse de vista.
—Habrá tiempo —dijo Porak desenvainando. Sus ojos habían enrojecido visiblemente—. Haremos tiempo.
Porak bajó, pero salió de la caja de la escalera por una puerta ante la cual Turk había pasado de largo en su camino más abajo. Daba a un pasillo estrecho y oscuro, y este a su vez, tras unos veinte metros, a una gran sala de baile llena de personas y policías.
Los policías llevaban grandes escudos de material cristalino, forrados en los bordes de plástico duro, el cual hacía una cruz por detrás, con un agarre. Cubrían casi todo el cuerpo, pero a juzgar por la soltura con que presionaban con ellos a los clientes y empleados de la discoteca para acorralarlos como ganado, no pesaban mucho. Algunos de los así arrinconados tenían espadas y dagas e intentaban usarlos, aunque enseguida descubrían el efecto de los largos bastones eléctricos de los policías, y estos eran tan hábiles como legionarios con sus escudos.
—¡Vamos ya! —dijo el sargento al mando—. ¡Pincen a estos cabrones!
Los agentes modificaron la acción de sus bastones y comenzaron a golpear a los acorralados con la punta. Los que eran tocados gritaban o maldecían, y caían al suelo, inmóviles aunque conscientes; si después alguno intentaba mover algún miembro, inmediatamente se arrepentía entre exclamaciones de dolor.
—¡Son jets de picobots! —gritó el sargento—. Se les advierte que perciben la actividad nerviosa motora y reaccionan activando proporcionalmente los centros del dolor. Sólo si persisten en moverse sufrirán daño permanente. Se disolverán en unas horas. ¡Están advertidos!
Porak sintió a su espalda pasos como de alguien pesadamente equipado, y avanzó a la media luz de la sala. Un policía abandonó el círculo de acorralamiento y fue hacia él con escudo y bastón en alto. Poniendo una mueca feroz, Porak se lanzó contra el policía, quien interpuso confiadamente su pavés. La espada rajó el escudo de la mitad abajo y alcanzó la rodilla del agente; este soltó el bastón, aullando de dolor mientras se llevaba la mano a la herida y se esforzaba en cubrirse. El jefe pandillero lo pateó, apartándolo para poder atacar al resto por la espalda.
De algún modo Porak se abrió camino hacia la puerta, cortando escudos como si fueran de papel e hiriendo a los policías con tajos superficiales pero incapacitantes, a pesar de las armaduras. Lo ayudó que muchos detenidos no estuvieran todavía “pinzados” y aprovecharan el desorden que el feroz ataque de Porak causaba entre las filas de agentes para ampliar la brecha y escapar. Si antes los habían manejado como a ganado, ahora estaban en una estampida imparable, pasando por sobre policías y civiles inmovilizados por igual; algunos incluso tomaron los bastones de los policías puestos fuera de combate por el espadachín.
En la salida estaba el sargento, quien no llevaba escudo ni bastón pero sí pistola, y le apuntó a Porak apenas este se separó de la turbamulta. El pandillero se echó a un lado y al otro sin notar las dos detonaciones, su atención puesta en el rostro del policía, y se adelantó a aquél de manera tal que cuando alcanzó a darle un tajo, cortando la pistola y parte de la mano, el sargento lo miró como sorprendido de no verlo caído en el lugar donde estaba un segundo antes. Inmediatamente la realidad del dolor y la mutilación lo hicieron dar alaridos de agonía. Porak lo pasó sin mirar atrás.
Con él salieron muchos detenidos, y los policías de afuera no estaban preparados ni en número suficiente para aguantar la afluencia de fugitivos. Porak se mezcló, y aunque hubiera podido dejar atrás al bulto no lo hizo; también porque al pisar el frío concreto recordó que estaba descalzo. Ni los escasos tiros que escuchó lo hicieron acelerar, pues la policía no tenía derecho a apuntar al cuerpo en una simple redada. Además sabía que los agentes no querrían hacer muchos disparos por temor a los errores del Ojo y el Rayo... según rumores, a veces el primero fallaba en identificar que la persona tenía derecho al arma, y el segundo no fallaba en neutralizar al inocente.
Dobló en la primera esquina, aunque en realidad no hacía diferencia: los Ojos lo seguirían en cualquier lugar abierto y muchos cerrados, y adonde llegaba el Ojo llegaba el Rayo. Podrían ordenar que el sistema le disparara a la pierna o con potencia reducida. La sensación quemante de un electroláser sería lo último que recordaría antes de despertar custodiado en un hospital. Debía alcanzar un área oculta y de ahí los túneles, pero nunca antes de conseguirse un par de zapatos... la calle estaba repugnantemente sucia.


Mirando por sobre el hombro del agente que reportaba, el capitán vio al comisionado. Venía hablando deferentemente con un asiático de aspecto importante e implacable; el oficial asumió que aquél era el representante especial del Ministro. Caminaban directo hacia el capitán como si él fuera centro, expresión y causa suficientes para el pandemonio de autos patrulleros, ambulancias y personas ocupadas.
El agente se marchó justo cuando el comisionado y su acompañante se detenían ante el capitán.
—Qué cagada —dijo el capitán a modo de saludo—. De las grandes.
El comisionado miró con ira al oficial. —Lo puedes decir primero que yo cuantas veces te dé la gana —le espetó—; igual te voy a decir que tengo unas ganas enormes de limpiarlo todo con tu cara.
—Monumental, la cagada —continuó el capitán, inmutable—. Pero también es una gran lección acerca de lo que pasa cuando a los hombres que hacen el trabajo duro se les mantiene en la oscuridad de los asuntos.
—¿Qué más carajo debías saber? —exclamó el comisionado—. ¿Cuál es el conocimiento necesario para barrer la tapadera de una pandilla de tres al cuarto? —señaló la fachada de la discoteca detrás suyo.

—Caballeros —intervino el tercero—, nadie en puestos de responsabilidad los culpa, y yo personalmente no agradezco en nada esta discusión.
El capitán se recostó plácidamente en el auto que tenía a las espaldas, en tanto el comisionado se removía molesto en el lugar.
—He visto el vídeo —siguió el representante—, y nadie podía prever la destreza del individuo que desarticuló el operativo...
—Ni lo que podía hacer su espada —añadió el capitán—. Los escudos tienen cuatro capas separadas de crecimiento secundario; ni las mejores hojas en el mundo podrían haberlos cortado así.
—Y teníamos sólo un estimado de las características de las armas —terminó el asiático—. Al menos ahora no estamos en la ignorancia.
—Pero a qué precio... tengo a doce policías esperando cirugía reconstructiva en el hospital, incluyendo un sargento que necesita prótesis parcial.
—Parece un tipo razonable —dijo el comisionado—. No mató a nadie. ¿Era el jefe, no?
—Si me hubieran dado acceso al Rayo lo hubiera podido freír a las dos cuadras, antes de que cogiera por interiores y de ahí a los túneles. Pero tenía que ser de bajo perfil...
—Por favor, no insista —atajó el representante—. Seamos constructivos.
Sonriendo, el capitán extendió la mano al representante. Este se demoró medio minuto en estrechársela.
—Así que es extranjero —dijo el capitán en tono bastante neutro—. E importante.
El comisionado señaló al asiático con un gesto de presentación. —El señor Nagashiro, supervisor especial —dijo mirando a su subordinado con dureza—. El ministro espera que lo apoyemos como si fuera él mismo.
—Por supuesto —el capitán abrió las manos—. Siempre que haga falta apoyaré a los amigos del ministro. Me gusta mi carrera tanto como a cualquiera.
El señor Nagashiro se frotó la mano con el pantalón discretamente. —Tengo entendido que confiscaron sólo diez espadas.
—Once. Diez en dos cajas y una en las manos de uno de los dos que se rezagaron en el túnel. Hallamos dos cajas vacías, así que eso hace ocho espadas sueltas por ahí.
—Nueve, más bien —corrigió el comisionado.
—La novena la lleva el hijo de perra —el capitán meneó la cabeza—. Y él no va a escapar.
—Parece seguro —dijo Nagashiro sonriendo suavemente.
—Estoy cabrón con ese tipo, a falta de poder estarlo con gente por encima de mí. Él va a pagar por todo.
—¿Y cómo piensas atraparlo? —dijo el comisionado—. ¿Le tirarás dardos a su foto? Ahora podría muy bien estar en el campo, lejos del Ojo.
—Quizás tengo algo que él quiere. Cuando capturamos a los dos del túnel, estaban recibiendo una llamada del tipo por móvil. Conseguimos grabarla, y le decía a uno de ellos que le respondía con su vida por la del otro.
—¿Un pariente? ¿Amigo cercano?
—No lo sé; hará de carnada, por lo que sea.
—A decir verdad —dijo Nagashiro—, no nos interesan los miembros de la pandilla. Debemos recuperar las espadas lo más pronto posible; si es posible negociar una amnistía a cambio de que las entreguen, autorizo la gestión.
En ese momento el capitán recibió una llamada en su móvil. —Un momento —se acercó el aparato al oído y escuchó atentamente por unos minutos.
—¿Qué era? —preguntó el comisionado mientras el oficial cerraba.
—Forenses. Las empuñaduras de las espadas en cajas tenían epiteliales; las usaron ampliamente. Ahora pienso que el jefe se las guardaba a los suyos mientras no había peleas importantes. El otro que tenía una podría ser su segundo al mando.
—Inteligente. Me gusta este tipo.
—¿Qué parte de él te envío? —dijo el capitán.
Nagashiro lucía irritado. —Sólo las prestaba a sus secuaces —dijo en voz alta, imponiéndose a los otros dos—. Eso significa que las restantes ocho quizás no estén en manos de otros tantos delincuentes, sino guardadas en algún lugar. Realmente me gustaría hablar con ese hombre antes de cualquier otra acción.
—Usted será el primero, en cuanto el Rayo lo deje fuera de combate —afirmó el capitán.
—¿Y tus chicos lo pincen tanto que le paren el corazón? —dijo el comisionado.
—La “pinza” no afecta la musculatura lisa.
—Capitán —advirtió el japonés—; usted olvida quién lleva la autoridad aquí... yo decido cómo tratar al hombre.
El policía miró al extranjero a los ojos durante casi un minuto. —Claro, claro —cedió—. Usted manda.
—Tengo una idea —anunció el comisionado, metiéndose entre Nagashiro y el capitán para hablar de frente a este último—. ¿Dónde está el móvil con el que los del túnel hablaron con el jefe?
—Con las evidencias —dijo el capitán intrigado—. No sé si lo llevaron ya a la central.
—¿Con las evidencias? —bufó el comisionado—. Por Dios, hombre, tráelo. Vamos, trae ese móvil —insistió—. ¿Te lo tengo que poner por escrito?
El capitán apretó las mandíbulas y respiró con fuerza mientras confrontaba al otro por unos segundos; al marcharse lo chocó por un hombro.
—No sabe controlarse como debiera —comentó Nagashiro sin voltearse a verlo—, aunque hace un esfuerzo.
El comisionado suspiró. —Entiendo lo que él siente —dijo mirando al suelo—, pero por disciplina no puedo decírselo.
—¿Y qué siente él? —se interesó el japonés.
—Impotencia. Odio, culpa, frustración. Nada profesional, lo acepto.
—¿Y por qué esas emociones?
—Creo que con el Ojo y el Rayo él esperaba algo mejor que todas estas espadas... él aún trabajaba la calle cuando empezó el sistema —dijo el comisionado, hombre ventrudo y envejecido, mientras se recostaba en la capota del auto—. No importa qué prohíbas, armas de fuego o cuchillos de mesa, la gente siempre descubrirá maneras nuevas; es como si midieran la libertad que tienen por la violencia que pueden ejercer. Igual debieran vedar las espadas y cualquier cosa parecida, y dejar que se maten a porrazos: sería un avance.
—¿Pero qué les deja para su defensa personal? —dijo Nagashiro, retóricamente estupefacto—. Algo habrán de usar.
El comisionado hizo una mueca de desprecio. —¿Y a mí qué me importa? —dijo metiéndose las manos en los bolsillos de la chaqueta—. Además, hay montones de aparatos que no son tan peligrosos como esas espadas... y qué rayos, me tienen a mí. Mal pagado, amargado, gastado como estoy —miró a lo lejos mientras se rascaba una ceja distraídamente—, pero me tienen, carajo.


El especialista en vigilancia entreabrió la puerta de la furgoneta y se asomó a la calle. —Capitán —susurró—. El tipo sigue rondando el parque, y creo saber por qué.
El policía fue hasta el vehículo y empujó al otro para entrar. —Dime rápido —dijo sentándose frente a los monitores.
—Se dio cuenta que Ojo lo sigue —afirmó el especialista mientras volvía ante los controles.
—Eso es imposible; el Ojo no lo sigue.
—Depende de cómo se entienda. Mire usted los videos de seguimiento —el hombre de vigilancia señaló una pantalla—. El operador debe haber dado la orden que hace que los Ojos nunca enfoquen direccionalmente al sujeto, en vez de simplemente ordenar seguirlo sin apuntarle.
En la pantalla se veía a Lentz caminando, marcado con líneas rojas transparentes pero siempre en una esquina de la imagen; el encuadre nunca se centraba en él.
—Todavía no entiendo —masculló el capitán.
El especialista comenzó a correr el vídeo adelante y atrás con grandes saltos, aunque deteniendo y congelando la imagen de vez en cuando. —¿Ve ahora? El tipo mira directo al Ojo, y la programación usual del sistema debiera hacer que el aparato se fijara en él para intimidarlo —apuntó hacia la cara de Lentz—. Pero no ocurre; vea que el sujeto no está en el centro del cuadro. Me parece que el tipo estaba provocando al Ojo y se dio cuenta que lo ignoran específicamente.
—E ignorar a alguien es la manera más obvia de tomarlo en cuenta... el tipo es nuevo en la ciudad, pero no estúpido.
—Llamaré a la central para que cambien la orden a los Ojos que el sujeto no se ha cruzado aún.
El capitán agitó la cabeza. —Ya no importa.
—Quién sabe si al ver que los Ojos de otra zona se comportan normalmente crea que no obtuvimos autorización para dedicarlos a él.
—Dudo mucho que él tenga idea de cómo se controla el Ojo... ahora mismo no se fiará de nada.
—¿Entonces qué? ¿Lo dejamos marearse?
—Si pudiera forzaría la situación —el policía bajó la vista, reflexivo—. De hecho me conviene que vaya al parque.
—Pero los árboles dan puntos ciegos del Ojo —objetó el especialista—. Y debe conocer los túneles de ahí; son los primeros que se aprenden los forasteros.
—No te preocupes —el capitán sonrió malévolamente—; tiene un localizador... lo atraparé allá dentro.
—¿Se lo puso de todas formas?
—¿Por qué no? —el capitán hizo una mueca de fastidio—. ¿Puede seguirlo bajo tierra?
—Depende del túnel. Si es de mantenimiento y servicio, estará lleno de ductos de metal, e incluso puede tener líneas de electricidad. Esos pueden ser problemáticos. Si se desvía por los excavados quizás vaya demasiado profundo. Necesitamos un hombre que lo siga con un receptor... pero usted dice que no nos dejan.
—Vamos, cabrón —el policía se inclinó sobre un monitor que mostraba a Lentz caminando por la acera contraria a una arboleda—. Métete al parque.
—¿Por qué no le pone cola ahora mismo, capitán?
—No si está bajo el Ojo —el capitán meneó la cabeza—, donde lo verían el comisionado y el nisei. Se supone que lo dejemos ir tranquilo para que en cuanto esté a salvo el otro diga dónde dejó las espadas. Ese es el trato que hicieron con ellos.
—¿Pueden hacer eso? —se asombró el especialista.
—El japonés viene a nombre del mismísimo ministro.
El especialista se hundió en el asiento. —¿Entonces qué hacemos, capitán? —dijo intrigado.
—Tengo un grupo de oficiales trabajando para mí, incluyendo uno que está cerca del comisionado. En cuanto este se meta en el parque u otro lugar fuera del Ojo —el policía señaló a Lentz, quien en ese momento cruzaba la calle—, iré tras él, y si se acerca el tipo de las espadas, me dirá dónde están en cuanto le ponga las manos encima.
—Al comisionado no le gustará —el especialista desvió la mirada hacia los monitores.
—Si al final le entrego las espadas me dejará tener al tipo.
—¡Eh, capitán! Acaba de entrar al parque.
—Por fin, desgraciado —se alegró el policía—. Dile al chofer que me deje a doscientos metros del punto de entrada. ¿Es suficiente para que no salgamos en los Ojos que están sobre el tipo?
—Suficiente —el especialista transfirió la dirección a la cabina—. ¿Qué va a hacer usted?
—Ya puse un agente en el parque pero quiero ir yo mismo. Esto lleva decisiones sobre el terreno.
El vehículo echó a andar bruscamente.
—¿Puedes creerlo? —dijo el policía mientras se aguantaba de una argolla pendiente del techo para no dar bandazos—. El tipo mutiló a medio escuadrón, y le van a dar amnistía a él y a sus dos amigos a cambio de las espadas... hasta se fían de su palabra. Sólo piensan en esas espadas.
—¿Por qué no lo deja ir, capitán? —dijo el especialista, al parecer más habituado a mantenerse sobre su silla con la furgoneta en movimiento—. Ya lo atrapará; deje al comisionado salirse con su plan.
El policía apretó las mandíbulas con furia. —Quiero a este —masculló—. Es una de esas cosas que te dan de repente.
—¿Y quién garantiza que el de las espadas aparecerá así tan rápido para buscar al sujeto?
—Tengo la corazonada. Además, antes de soltar a este me aseguré que se fuera sin nada con qué hacer una llamada... si quieren ponerse en contacto, será cara a cara.
—Me parece demasiado optimismo, capitán, y se arriesga a enfurecer al comisionado —dijo el especialista—. Ya llegamos. Tenga cuidado, ya que insiste.
El capitán luchó contra el frenazo, y en cambio aprovechó el retroceso para lanzarse hacia la puerta; en cinco segundos estuvo de pie en la acera.
El especialista deslizó su silla rodante hasta el umbral y se asomó afuera. —Eh, capitán —dijo al ver al policía sacar una pistola de la chaqueta—. ¿Tiene el chip para llevar eso?
—En algún punto del cráneo —dijo el capitán rastrillando el arma—. El Ojo y el Rayo ven que tengo derecho a usarla.
—Pero tenga cuidado; yo trabajo con esos sistemas y sé que fallan.
Sin responder, el capitán se hundió en las sombras de la arboleda.
Los primeros minutos anduvo sin cuidado. El chico estaba lejos, según el localizador cuya señal visualizaba en la manga de su chaqueta. Cuando la imagen en escala mostró menos de cien metros de distancia entre él y el blanco, el capitán comenzó a ir con calma. Se detenía con el muchacho, avanzaba con él, y como no hacía sino círculos y zigzags, puso al software del aparato a calcular un rumbo que predijera los errares del joven y optimizara el seguimiento. Sin embargo, en cuanto la separación se redujo a treinta metros el joven se paró por más tiempo del acostumbrado, y al moverse de nuevo lo hizo aproximándose al policía. El capitán intentó evitar el acercamiento, pero el punto que señalaba a Lentz se volvió como los fantasmas rastreadores de aquel inmemorial juego electrónico: cada vez se pegaba más. El policía dio cuatro vueltas sobre sí mismo, escrutando alternativamente la pantalla textil y las sombras del bosque. La resolución hizo que el punto se fundiera con el centro, y el perseguidor pegó la espalda a un árbol.
—¿Me buscabas, policía?
El capitán se dio la vuelta apuntando el arma hacia la voz del muchacho, quien acababa de salir de tras un árbol.
—Este no era el trato —dijo el joven, nervioso pero retador.
—A mis superiores les puede parecer bien soltar a criminales a la calle —dijo el capitán, bajando el arma—, pero yo tengo que lidiar con ustedes día a día.
—Mejor se va. No me muevo de aquí mientras no lo vea irse. Y no intente nada, me crié en el campo y me muevo mucho mejor que usted en la vegetación.
—Muy bien —el capitán miró a Lentz con aire de mofa—. Me voy —y dio el primer paso a la derecha.
—¡Espera! —dijo el joven, los ojos entrecerrados por la sospecha—. ¿Cómo me encontraste aquí?
El policía lo ignoró y continuó andando.
—¿Tengo un localizador? —preguntó Lentz angustiosamente, a la vez que seguía al capitán.
El policía confrontó al muchacho. —¿Ahora vas a venir tú detrás de mí? —cruzó el brazo armado sobre el cuerpo.
La expresión de Lentz se tornó airada. —¿Dónde está el localizador? —insistió—. ¿Dónde me lo pusiste?
—¿Acaso eres mi carro? ¿O tienes costumbre de que te pongan localizadores, como a una maleta o un niño?
—¡Tú me seguiste, y aquí las cámaras no ven!
—¿Quieres saber cómo? —el capitán hizo una mueca de desprecio—. Por el olor a perra; tu olor. Por lo mismo que tu jefe te va a encontrar, y así nos veremos los tres. Qué linda reunión.
Lentz adoptó una pose calmada. —Si es por el olor, vamos a facilitarlo —dijo resueltamente y comenzó a quitarse el anorak gris—. Va a ser muy fácil.
La cara del capitán mostró alarma cuando Lentz se bajó el pantalón. —¿Trasero al aire? —fingió indiferencia—. En estos matorrales, o coges pulmonía, o viene alguien a darte calor de hombre.
Sólo cuando estuvo desnudo y descalzo Lentz se dignó a responder. —Cualquier cosa menos ser señuelo —dijo, intentando que los temblores por el frío no debilitaran su pose.
El policía se puso gris. —Entonces no sirves de nada —y levantó la pistola. El tiro apenas se oyó, pues el arma tenía silenciador integrado.
Lentz se contrajo por un segundo. Después cayó, la mano derecha en el hombro opuesto y una dolorida expresión de desconcierto.
—Chilla, perra —el capitán se acercó al joven—. ¿O quieres más dolor? —y le disparó a la rodilla.
 El muchacho apretó los dientes y apoyó la frente en la tierra.
—Sabes, tenía esperanzas de que llegaras a la cárcel —dijo el capitán, acuclillándose junto a Lentz—. Un muchacho lindo como tú. Tendrías una nueva vida, nuevos amigos, nuevas sensaciones; un nuevo tú. Ahora creo que me vas a forzar a desangrarte, o al menos a ponerte tan feo que en el tanque te ignorarán.
De Lentz sólo salieron lágrimas.
—Por el momento puedes sobrevivir —continuó el policía—, pero si te disparo a la panza —y lo hizo—, empieza la cuenta atrás. Tengo entendido que además duele mucho.
El muchacho jadeó débilmente y dejó escapar un hilillo de sangre. —Lo único malo es que... —lo interrumpió un arqueo agónico—. Porak te matará rápido. Es su... estilo.
El policía suspiró—. Bueno, es hora de ponernos faciales y además cambiar de instrumental —rebuscó en un bolsillo con la mano izquierda y extrajo una pequeña navaja.
Lentz gimió sin apenas aire. —Nunca vas a hacerme tan feo... como tu madre —murmuró. Tenía los ojos entrecerrados y estaba entrando en lasitud.
—¡Ja! Que en paz descanse —dijo el capitán acercando la cuchilla al rostro de Lentz—. Cuando la veas, salúdala de mi parte.
Justo cuando iba a presionar la hoja contra el maxilar, el capitán escuchó un ruido que lo hizo detenerse. Se puso de pie, empuñando ambas armas con fuerza. Miró alrededor. Nada. Miró al muchacho. Respiraba débilmente.
Volvió a escuchar un ruido como de hojarasca pisada.
Al voltearse percibió un borroso movimiento de barrido a la altura de sus ojos, simultáneo con una repentina cerrazón ardiente en la garganta. Acto seguido su visión del mundo cayó a la derecha y abajo, dando vueltas en sentido horario como si rodara por la escalera de un sótano oscuro. Cuando se detuvo, sintió la presión del suelo contra su barbilla, y ya nada más.

Porak salió de la arboleda, espada al cinto, y corrió a saltos hasta la acera de enfrente, escapando del tráfico por puro milagro. Vestía el mismo pantalón deportivo de cuando la redada y se había puesto el anorak gris. La capucha de esa prenda, que llevaba levantada pero descubriendo el rostro, abultaba tras su cabeza, tensando la tela como si el cráneo se hubiera hinchado en esa dirección hasta doblar el volumen. La protuberancia tras la cabeza de Porak se bamboleaba con soltura mientras él corría hasta una furgoneta parqueada en el lado opuesto al parque.
El pandillero se acercó a la trasera del vehículo, desenvainó su espada y destrozó el cerrojo de la puerta, que se abrió con un violento crujido. Dentro, sobre el suelo, había dos cajas oblongas. Porak tiró de ellas y las puso en el asfalto.
—¡Espadas gratis! —gritó a la gente que pasaba mientras abría ambas cajas y desparramaba su contenido—. ¡De calidad excepcional, hechas por un gran maestro!
La mayoría de los transeúntes miraron con susto la hoja manchada y húmeda de Porak, pero a algunos la vista se le iba hacia las espadas en la calle. Enseguida las motivaciones opuestas separaron a la gente en ahuyentados y atraídos. Finalmente, un muchacho de aspecto callejero se aproximó y recogió una, no sin mirar a Porak como pidiendo autorización. El pandillero envainó y se apartó, haciendo ademanes para alentar a otros, que poco a poco fueron atreviéndose. La última la tomó una viejecita de aspecto furibundo, que la agitó con decisión como si ya supiera en quién iba a usarla, pero que se largó apresurada con su botín en cuanto un escuadrón de policías apareció cargando por la esquina. Los demás paseantes ya salían corriendo en todas direcciones.
Porak no dedicó ni una mirada a los policías antes de meterse a la furgoneta; sabía que le iban a dedicar toda la gama de armas no letales antes de disparar, y la carrocería daba alguna protección. Cerró la puerta, cruzó por sobre el asiento y puso el vehículo en marcha reversa mientras este vibraba ominosamente, más por causa de las microondas, electroláseres y otros artilugios que por el viejo motor. El plástico de la puerta trasera zumbaba como avispa molesta, los vidrios fotosensibles se ennegrecieron en un segundo, los objetos metálicos sueltos tintinearon, algo trepidó bajo la capota, comenzó a colarse humo por los intersticios, y el olor a ozono sobrepasó el aroma de pimienta. Porak sólo necesitaba unos segundos para llevar la furgoneta cerca de donde suponía estaba el escuadrón. Al llegar a ese punto, se inclinó a un lado para desenvainar y de dos tajos destruyó el parabrisas, sin detener el automóvil.
Saltó afuera cruzando la nube de humo que envolvía al vehículo, ignorando raras sensaciones en su piel y huesos. Cayó arrodillado, a pocos pasos del escuadrón, y con el mismo esfuerzo de ponerse en pie cargó en flecha contra un pavés policial que vio ante sí. La espada se hundió hasta la empuñadura en el escudo e inmediatamente este perdió toda resistencia al empuje de Porak, quien se dejó llevar por el impulso.
Porak se encontró en medio de la línea, con policías a cada lado, por completo tras el muro de escudos. Desencajó la espada sin perder la ventaja de la sorpresa, y tajó a la derecha, pateó a la izquierda, se volteó a la derecha, volvió a tajar; avanzó haciendo redonda tras redonda, subiendo y bajando la hoja en giros completos, a un paso por golpe, como una máquina cortadora por una cinta sin fin, ciega e inexorable. Cuando percibió que el último sablazo caía en el vacío, dio media vuelta. Ante él había un rastro de nueve oficiales en diversos grados de mutilación o agonía, y del otro lado uno indemne. Este tenía en una mano el bastón y en otra el escudo, pero en su postura se veía que no confiaba en ninguno de ellos para salvarlo de la muerte.
—¡Denle con el Rayo, por Dios! —gritó el policía, y al ver que Porak arremetía contra él se dio la vuelta para huir. No había dado tres pasos cuando la punta de la espada se hundió diez centímetros en la parte posterior de su casco. Cayó al suelo, convulsionando, aun aferrado a su escudo y sobre él. Porak lo tomó por la parte posterior del collar y lo alzó para interponerlo entre él y el siguiente escuadrón, con lo cual la sangre le salpicó el rostro y el pecho.
Los policías le apuntaron con los bastones y Porak se arrodilló para cubrirse por completo con el muerto, lo que también le facilitaba sostener al corpulento cuerpo, cargado además de equipo. Precisamente ese equipo absorbió parte del ataque, aunque nada pudo detener los lacrimógenos y eméticos. El pandillero se sintió desorientado, presa de espasmos y ardores, débil; sus rodillas se doblaron y cayó hacia atrás, con el policía sobre él. No obstante, estaba consciente y conservaba alguna movilidad. Pudo soltar el collar del muerto y llevarse la mano al bolsillo del pantalón, donde aun tenía el colirio de Turk. Maniobró para mirar hacia arriba y trató de aplicárselo a pesar de los estremecimientos causados por las armas no letales. Probablemente habían usado incluso proyectores de shock sónico, porque no escuchaba nada y sólo sentía los pesados pasos de los policías como una vibración en la acera. Si venían sin disparar más debían juzgarlo dominado, y de seguro tenían órdenes de atraparlo vivo. Porak imaginó que dichas instrucciones eran anteriores al reparto de espadas.
A poco de llegar a él los policías dispararon espuma paralizadora y redes pegajosas; los cubrieron por completo a él y al muerto, aunque por la posición quedaron adheridas sobre todo al otro. Él no era su prioridad, sin embargo: sólo uno se acercó a cubrirlo, en tanto los demás se dispersaban para atender a sus compañeros.
—¡Hijo de puta! —oyó decir Porak a uno de los policías—. No les dio tiempo a sacar bastones. Necesitan más hemostático del que traemos arriba.
El que cubría a Porak se colgó el lanzador de espuma a la espalda y desenfundó el bastón. —Voy a pinzarlo donde duele —gruñó bajando la macana multiarma para meterla entre los huecos de la red—. Voy a dejarlo quieto... quizá le pare los pulmones.
Por suerte para Porak la espada había quedado pegada al piso y la punta sobresalía de la presa que hacían la red y la espuma. Cuando el colirio le devolvió alguna fuerza, Porak la aplicó a rajar a rente del suelo la cúpula semisólida que hacían la espuma y la red, y a levantar tanto a esta como el muerto. Vio claramente los pies del policía, y los cortó en el retorno de la hoja. El oficial cayó dando alaridos mientras Porak salía como un extraño molusco de su concha.
Los policías dejaron a sus compañeros heridos y sacaron los bastones. Como estaban desparramados no pudieron montar la muralla y cada uno embrazó el escudo por su cuenta. Porak saltó hacia el más cercano, revoleó la hoja por sobre su cabeza en un movimiento de pilantik, y pasó la punta muy por arriba del escudo, alcanzando al policía en el visor del casco; curiosamente, la espada tomó el momento para vibrar con extraña furia. La propia caída del herido liberó la hoja, y el pandillero comenzó un vertiginoso hakbang paiwas, yendo en zigzag de un policía a otro, esquivando de puro milagro electroláseres, bastonazos y un golpe sónico que sí le dio a uno de sus oponentes. Aunque sólo puso fuera de combate a tres e hirió a otros tantos con la primera ronda de ataques, enseguida comenzó la siguiente entre los confusos oficiales, que no veían sino una figura borrosa rebotando de uno al otro como pelota de pinballmientras ellos tropezaban con los caídos. Porak rebanaba escudos, cortaba bastones, tajaba cualquier parte expuesta del cuerpo, y cuando le ganaba la espalda a uno, era el fin.
Finalmente Porak se detuvo, jadeante, e intentó apoyarse en la espada como en un bastón. El arma resbaló con un sonido chirriante y el pandillero se vio de bruces y equilibrado en una mano. Presa del pánico, quiso pararse, pero la debilidad hizo infructuoso el esfuerzo. Entonces notó que sólo él estaba en pie. Se concedió un minuto de descanso, sacudió sin mucha fuerza la hoja y fue hacia la puerta de un comercio que él sabía tenía acceso a túneles. Aun resbaló de nuevo en la sangre que inundaba la acera, y al recuperarse quedó mirando a la derecha.
A poco más de diez metros de él un policía sin equipo le apuntaba con una pistola. Porak se agachó instintivamente al adivinar más que escuchar el disparo, y mientras se echaba a un lado revoleó la espada para lanzarla contra el agente.
La vidriera del comercio explotó, bañando a Porak en luz reflejada por miles de ínfimos prismas mientras estos cortaban el aire cargado con resplandores de neón. Aunque fue una sensación cortísima, quedó en él durante tiempo suficiente como para pensar por un segundo que acababa de cruzar un arcoiris entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Sin embargo, al instante concluyó que no podía haber muerto tan rápido, sin agonía ni dolor. También, el excesivo fulgor reflejado por los vidrios no podía venir sólo de iluminación citadina. Comprendió que finalmente el Rayo se había decidido a dispararle, y que la cascada de fragmentos se había interpuesto.
El fenómeno luminoso debía haber dejado desorientado al Ojo, pues no hubo repetición del Rayo. Porak se sacudió los añicos de vidrio y fue a recobrar su espada del vientre del policía.


El secretario Nagashiro se pegó a los soportes laterales del puente.
El pandillero venía entrando al paso pedestre. Caminaba con elasticidad, pero se notaba el cansancio en la forma inconscientemente regular y eficiente de andar. Nagashiro se dijo que siempre llega el momento en que el cuerpo recurre a los modos animales para soportar los extremos de la voluntad.
Porak se detuvo a los diez metros de puente, y por un segundo hizo ademán de volver sobre sus pasos.
Nagashiro se puso en medio del carril peatonal, bajo la luz, sosteniendo el maletín con ambas manos.
El pandillero desenvainó su espada.
Los ojos del secretario quedaron atrapados por el irreal efecto de la luz y la sombra repartiéndose la hoja del arma.
—¿Es una de ellas? —preguntó el japonés.
Porak agitó el arma, sonriendo. —Es toda mía —alardeó.
—Mató con ella a doce policías, sin contar al capitán —dijo Nagashiro—. Buena batalla.
—Ustedes empezaron —dijo Porak, el rostro contraído de odio—. Lentz murió desangrándose dentro de sí mismo.
—Un desafortunado incidente, pero debo decir que el oficial actuó por su cuenta.
—El gobierno tiene montones de psicópatas como esos y nunca se hace responsable cuando se los suelta a la gente. Le convienen para hacerlo todo a su manera, por las malas, y ahí es cuando se hacen viudas, con el gobierno metiendo el puño. 
Nagashiro frunció el ceño. —Interesante, viniendo de un delincuente.
—Si querían las espadas me hubieran hecho una oferta en vez de venir confiscando. Las adquirí en buena ley.
—¿Legalmente? ¿Con papeles?
Porak se encogió de hombros. —El dinero es papel legal, ¿no?
—No lo suficiente. Además usted usó las espadas para actividades ilícitas.
—Y supongo que si además no pago impuestos —Porak recorrió el puente y alrededores con la vista—, el gobierno debe estar muy molesto conmigo.
—No trabajo para el gobierno —dijo Nagashiro—. Por eso no verá policías por más que mire.
La expresión del pandillero pasó de la prevención a la intriga.
—Represento intereses meramente privados —explicó Nagashiro—. Que tienen un gran peso en el gobierno, no obstante.
—¿Por qué está aquí, entonces? ¿Y cómo me encontró?
—Hay una explicación común para ambas cosas, y es que he estado involucrado en este operativo a nombre de los intereses que represento.
Porak apretó los labios. —Gusto en conocerlo, entonces —bajó la espada y echó a andar, sin mirar al japonés.
—Nosotros sí podemos hacerle una oferta —dijo Nagashiro cuando Porak le pasó por al lado.
El pandillero se detuvo. —Ya está hablando claro —dijo sin darse vuelta—. ¿Cuánto?
Nagashiro se acercó al pretil del puente y puso el maletín sobre la baranda. —No sólo dinero en efectivo —dijo abriendo la cerradura—. Acérquese.
El pandillero desconfió.
—Vamos, no tema —dijo Nagashiro dejando el maletín abierto a disposición del otro y alejándose varios pasos—. Verá documentos de identidad, un paquete de inversiones y cuentas bancarias, direcciones de contacto para establecerse en varios países sin tratado de extradición, e incluso un kit para falsear pruebas de ADN, huellas dactilares o escáner de retina. Hemos pensado en todo.
Porak se acercó a echar una ojeada. —Está bien —chistó convencido—. Lástima que no tenga las espadas.
—Por favor. No espere convencerme con su pequeño espectáculo de beneficencia. Tuve acceso al video del Ojo, así como al de la riña en su local, y comparé las espadas. Las que usted regaló a los transeúntes se ven diferentes a la que usó en ambos casos.
—Entonces, no tengo más opción que vendérselas a usted.
—Y comenzar una nueva vida, lejos del crimen y la violencia.
—Usted lo dice como si fuera fácil. ¿Qué es el dinero para alguien como yo, que sólo sabe usar esto? —Porak agitó su espada—. Pronto se me acabaría el dinero y volvería a las mismas. Necesitaré las espadas para hacerme de otra pandilla.
Nagashiro se cruzó de brazos—. Es una pena que un maestro de la espada tenga que vivir como bandolero.
—No soy maestro de nada. Sólo corto gente a la mitad.
—Por supuesto. Volviendo a nuestro tema, me corrijo. Con ese dinero, podrá comenzar una nueva vida de crimen y violencia, a su gusto. Pero sin las espadas.
—Una lástima —Porak miró su espada con aprecio—. Les tomé cariño.
—Puede quedarse con esa —Nagashiro se encogió de hombros—. Como recuerdo.
—Gracias. Oiga, aún no me ha dicho cómo me encontró. Eso me preocupa.
—Si le preocupa, podría empezar por deshacerse de la cabeza del capitán. En cuanto lo descubran rastrearán el chip, y de cualquier manera ya está fuera del alcance del Rayo, así que no la necesita.
Porak zafó los cordones que cerraban el cuello de su anorak, con lo cual su capucha cayó hacia atrás, liberando la cabeza del capitán. Esta cayó al suelo sin rodar, y exangüe. —Ni siquiera sirvió para evitar que me dispararan —escupió.
—El olor a sangre no salía en los videos del Ojo —dijo Nagashiro—. Debe lavarse antes de seguir adelante.
—¿Fue por eso que me encontró?
—En realidad fue gracias a él —el japonés señaló la cabeza—. Puso un localizador en el anorak de su amigo. Lo supe en cuanto lo hizo, pues quienes lo pusieron para él respondían a mí, pero no pude evitarlo.
El pandillero envainó la espada y se apresuró a quitarse la prenda para tirarla al agua. Debajo llevaba un pulóver que no debía protegerlo mucho del frío, y cuyo cuello estaba manchado de sangre seca.
—¿Entonces, dónde están? —preguntó Nagashiro.
Porak rebuscó en un bolsillo de su pantalón. —Soy un tipo anticuado —dijo tendiéndole un llavero al japonés—. Están bajo el agua, encadenadas al primer pilar del otro lado, por la derecha —cerró el maletín y lo tomó.
—¿Cómo sé que eso es cierto?
—No lo sabe. Como mismo yo no sé si todo en este maletín no es más que caramelo para atraparme después, cuando tenga las espadas. Pero es una buena señal que nadie haya intentado matar a nadie para quedarse con todo.
Nagashiro sonrió. —Sería un honor combatir por las espadas —dijo mirando la que colgaba al cinto de Porak—. Incluso morir a manos suyas y por una de ellas. Sin embargo, los intereses que represento me prohíben arriesgar mi vida.
—Y tienen razón, los intereses. Nadie tiene que morir para hacer negocios.
—Curiosa opinión para un pandillero.
Porak extendió los brazos, mostrando impotencia. —Yo no empecé el juego —dijo con sorna—. Me tiraron en la cancha, me pusieron una pelota en las manos, y ha sido bastante confuso desde entonces.
—Supongo que sí —concedió Nagashiro—. A propósito, sería un buen gesto decir dónde dejó el cuerpo del capitán, para hallarlo antes que los animales.
—Déjenlo a los perros —gruñó Porak, de repente molesto.
Nagashiro hizo una mueca sardónica. —¡Alégrate, Patroclo, aunque estés en el Hades! —recitó—. Ya cumplo cuanto te prometí. El fuego devora a doce hijos valientes de troyanos ilustres, y a Héctor Priámida no le entregaré a la hoguera para que lo consuma, sino a los perros.
Porak correspondió con un gesto de desconcierto absoluto.
—Ventajas de mi educación clásica y multicultural —explicó el japonés—. Un amplio repertorio de citas.
—Como ya dije —el pandillero meneó la cabeza—, no soy maestro, y sólo aprendí una cosa bien en mi vida. Ahora, si me permite, me marcho —y echó a andar en silencio hacia el extremo del puente.
El japonés observó a Porak mientras se lo permitieron las luces de la senda peatonal. Al final de esta, ya casi en la sombra, el pandillero se detuvo y recogió del suelo algo que a Nagashiro le pareció una rama caída de un árbol. Atónito, el secretario de Munekami vio cómo el viajero la lanzaba al aire, la seguía con la vista hasta que caía, y finalmente echaba a andar en la dirección marcada por la rama en el suelo.



Sobre el Autor:
Juan Pablo Noroña Lamas (La habana, Cuba, 1973) Graduado de la Facultadde Artes y Letras de la Universidad de La Habana, especialidad Filología. Ha trabajado en editoriales multimedia, en medios nacionales de prensa plana y radial, y en la Academia de Ciencias de Cuba. Cuentos suyos han sido publicados en diversas antologías y revistas en Cuba, Argentina, España, Grecia e Italia, así como en páginas y revistas en soporte Web y digital. Actualmente reside en Miami, Estados Unidos de América.

Revista Digital miNatura 135

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Con este paso la VI edición del Certamen Internacional de Poesía Fantástica miNatura 2014 toma forma, es nuestra manera de regalar a los lectores de la Revista Digital miNatura y de la literatura en general la compilación de los trabajos destacados por el jurado en nuestro certamen. Esta muestra está encabezada por el poema ganador escrito por el mexicano Dante Vázquez Maldonado y que lleva por título Los ataúdes. También podréis leer las obras finalistas, que no son otras que las mejor valoradas por nuestro jurado, al que agradecemos, un año más, su buen hacer.
Los quince poemas que dan forma a la revista están excelentemente ilustrados por lo que agradecemos a los artistas la colaboración tan valiosa que da color y forma a los textos que componen el presente ejemplar.
Esperamos que os sea grata la lectura de este número y os emplazamos al siguiente miNatura, de pronta salida y que, como tema monográfico, está centrado en el Spy-fi.
A todos los amantes de la poesía fantástica os invitamos, un año más, a la VII edición de nuestro certamen que, como viene siendo habitual, sacará sus bases a finales del presente año.
¡Gracias a todos!
¡Gracias por leernos!

Revista Digital miNatura 135 Dossier VI Certamen Internacional de Poesía Fantástica miNatura 2014
Asociación Cultural miNatura Soterrania

ISSN: 2340-977

Directores: Ricardo Acevedo Esplugas y Carmen Rosa Signes Urrea
Editor: Ricardo Acevedo Esplugas
Portada: Deliver Us / Christof Stanits (Austria)
Contraportada: Revista Tiempos Oscuros nº3 España/ Alejandro Doménech (España)
Diseño de portada: Carmen Rosa Signes U.
Las colaboraciones deben ser enviadas a: minaturacu@yahoo.es 

Indice:
01/ Portada: Deliver Us / Christof Stanits (Austria)
02/ Acta del jurado del VI Certamen Internacional de Poesía Fantástica miNatura 2014
10/ LOS ATAÚDES / Dante Vázquez Maldonado (México)
14/ ANIMALES / María L. Castejón (España)
16/ PIEDRAS EN NORTUMBRIA / Íñigo de la Guardia Rey (España)
18/ SOLO CUENTA LAS ESTRELLAS / Carlos A. Duarte Cano (Cuba)
20/ ECOS NOCTURNOS /Liliana Cristina García (Argentina)
22/ DE LO QUE ACONTECIÓ AL PRÍNCIPE DE LA BELLA DURMIENTE / María José Gil Benedicto (España)
26/ SOLSTICIO / María del Carmen Guzmán Ortega (España)
28/ AJENA / Lucila Adela Guzmán (Argentina)
32/ MONÓLOGO CON EL SR. SPOCK A PIE DE TAJO / José León Macías (España)
34/ EL SILENCIO DE UN ROBLE / Adelaida López Marcos (España)
38/ YO NO SÉ / Horacio Martín Rodio (Argentina)
40/ XAYMELA / Miquer Alberto Rivera Santiváñez (Perú)
44/ TU MADRE ESTÁ MUY RARA: PARANORMAL ACTIVITY II, EL FILM / Luis Miguel Rubio Domingo (España)
46/ EL OJO DEL MÁNDALA / Juan Daniel Salica (Argentina)
48/ NO VOLVERÁS / Elaine Vilar Madruga (Cuba)
50/ Convocatoria Selección de Textos Tiempos Oscuros Nº4
52/ Biografías
68/ Sobre el copyright de las ilustraciones
69/ Revista Tiempos Oscuros nº3 España / Alejandro Doménech (España)
70/ Contraportada: F01 / Tomasz Alen Kopera (Polonia)


Sobre copyright de las imágenes:
pág. 01 Deliver Us/ Christof Stanits (Austria)
pág. 11 S.t./ Elena Helfrecht (Alemania)
pág. 13 Soul Reaver/ Patrick Reilly (EE.UU.)
pág. 15 Ragnar/ Wickedman –seud.- (España)
pág. 17 Manipulation/ Glen Collins (EE.UU.)
pág. 19 Reaching/ Glen Collins (EE.UU.)
pág. 21 El triste llanto / Juan Carlos Senrra (Cuba)
pág. 25 Nautas del zoodiaco / Janet Ruiz (Cuba)
pág. 27 Lady 3/ Simon Weaner (Canadá)
pág. 31 Sr. Spock/ Mo Caró (España)
pág. 33 El silencio de un roble/ Pedro Belushi (España)
pág. 37 Indómita cepa/ Maritza Morillas Medina (México)
pág. 39 Mater Natura II/ Nancy Betancourt (Cuba)
pág. 43 S.t./ Abel Ballester (Cuba)
pág. 45 Future in red and black/ Yuly Alejo (España)
pág. 47 Downtown/ Lorenz Hideyoshi Ruwwe (Alemania)
pág. 69 Revista Tiempos Oscuros nº3 Especial España/ Alejandro Doménech (España).
pág. 70 F01 / Tomasz Alen Kopera (Polonia)

Y para el próximo número:
SPY FI
(Edición cerrada en junio)


Revista Digital miNatura 136 (Castellano e inglés)

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Al final de esta nota todos odiaremos al cabrón de Jeremy Bentham filosofo utilitarista1 del siglo XVIII que de una forma práctica e impecable plantea las bases de la vigilancia total: Panóptico (inspirado en el mito griego de Panoptes el gigantesco guardian de los cien ojos), una construcción con el objetivo de inducir en el detenido un estado consciente y permanente de visibilidad que garantiza el funcionamiento automático del poder, sin que ese poder se esté ejerciendo de manera efectiva en cada momento, puesto que el prisionero no puede saber cuándo se le vigila y cuándo no.2
Algo así ya existe y nos controla. Bajo la premisa de la seguridad nuestras conversaciones son rastreadas buscando palabras claves o simplemente nos convertimos en los espias del vecino.


Revista digital miNatura La Revista de los Breve y lo Fantástico
Asociación Cultural miNatura Soterrania
ISSN: 2340-977
Directores:Ricardo Acevedo Esplugas y Carmen Rosa Signes Urrea
Editor:Ricardo Acevedo Esplugas
Portada:Valley of kings/ Joe Webster (EE.UU.)
Contraportada:Lady/ Simon Weaner (Canadá)
Diseño de portada:Carmen Rosa Signes Urrea
Las colaboraciones deben ser enviadas a: minaturacu@yahoo.es

SUMARIO
01/Portada: Valley of kings/ Joe Webster (EE.UU.)
02/FrikiFrases
03/Editorial
05/Convocatoria selección de textos para la revista Tiempos Oscuros nº4
07/Entrevista. Pilar Pedraza: La magia de las palabras/ Carmen Rosa Signes Urrea (España)
15/Póster: The spy who drew me/ Joe Webster (EE.UU.)
16/Sumario
17/Miedo, Mentiras y Tinta China: Etiquetas/ Evandro Rubert (Brasil)
19/Tango ardiente de la Guerra Fría/ Juan Pablo Noroña Lamas (Cuba)
19/Cumplir órdenes/ Francisco José Segovia Ramos (España)
20/Agente secreto Homo Igneus/ Odilius Vlak (República Dominicana)
21/Rescatando a Dennis Martin/ Pablo Martínez Burkett (Argentina)
22/El sueño del pescador de Kyushu/ Jaime Magnan Alabarce (Chile)
23/La organización oculi: ver y no ser visto/ Paulo Brito (Portugal)
24/Manos sucias/ Francisco Manuel Marcos Roldán (España)
24/La espía que desapareció/ Peter Dominguez (Puerto Rico)
25/La guerra santa de Arbatel/ Morgan Vicconius Zariah.-seud.- (República Dominicana)
26/Un espía enamorado/ Violeta Balián (Argentina)
27/La persecución/ Mª. del Socorro Candelaria Zárate (México)
28/La máquina del viento/ Francisco José Segovia Ramos (España)
29/Desconexión psíquica 3D/ Odilius Vlak (República Dominicana)
30/Materia Originaria/ Andrés Hernán Tobar Muñoz (Chile)
31/Cuentos de Vórtices: El Secreto del Templario/ Graciela Marta Alfonso (Argentina)
32/La traición de la apariencia/ Francisco Manuel Marcos Roldan (España)
33/Señor de los espejos/ Morgan Vicconius Zariah.-seud.- (República Dominicana)
34/En el silencio/ Carmen Rosa Signes Urrea (España)
35/El caso de la cabaretera/ Ernesto Parrilla (Argentina)
36/En el nido del cuervo/ Peter Dominguez (Puerto Rico)
37/Traficantes de almas/ Pedro Luis Ibáñez Lérida (España)
38/La última misión de Bond, James Bond/ Francisco José Segovia Ramos (España)
39/Los hijos/ María L. Castejón (España)
40/La heroína/ Francisco Manuel Marcos Roldan (España)
40/James Unbound/ Salomé Guadalupe Ingelmo (España)
41/Respuesta desproporcionada/ Raúl A López Nevado (España)
42/El bólido/ Francisco Manuel Marcos Roldan (España)
43/Operación: “Caliente”/ Mari Carmen Álvarez Caballero (España)
44/Un guion inédito/ Francisco José Segovia Ramos (España)
45/Obsoleto/ Diego Galán Ruiz (España)
46/La otra cara de la moneda/ Viviana E. Palevsky (Argentina)
47/La colección/ Maria José Kateri Gil Benedicto (España)
48/La ronda de noche/ Israel Santamaría Canales (España)
49/El señor de los secretos/ José Manuel Puyana Domínguez (España)
50/El que castiga en el tiempo/ Carlos Enrique Saldivar (Perú)
51/Tres ventanas/ Manuel Santamaría Barrios (España)
51/Lo infiltrado/ Carlos Enrique Saldivar (Perú)
52/El método Rozental/ José María Marcos (Argentina)
53/Top Secret/ Elena Fortanet (España)
54/Comic: El espía/ José Manuel (España)
56/Artículo: El espía número 6/ Ariel Carlos Delgado (Colombia)
60/Artículo: Buscando rostro a James Bond/ José Manuel Puyana Domínguez (España)
65/Artículo: Novelas De Espionaje. El Agente Secreto (Joseph Conrad, 1907)/ Esther María Hernández Hernández (España)
68/La Biblioteca del Nostromo: Valinor; El buque maldito; Penumbria; No serás nadie (Nowevolution); El absurdo fin de la realidad (Irreverentes); Frankenstein. Diseccionando el mito (Kelonia); El último Borbón (Irreverentes); Mañana todavía: Doce distopías para el siglo XXI (Fantascy); Viajero de todos los tiempos (Irreverentes).
79/Sobre los Escritores e Ilustradores
96/Sobre las Ilustraciones
97/Back cover: Lady/ Simon Weaner (Canada)

SOBRE LAS ILUSTRACIONES:
Pág. 01 Valley of kings/ Joe Webster (EE.UU.)
Pág. 02 FrikiFrases (cartel)/ Carmen Rosa Signes U. (España)
Pág. 07 Dark queen/ Nelleke Schoemaker –seud.- (Holanda)
Pag. 15 The spy who drew me/ Joe Webster (EE.UU.)
Pág. 16 Fear, Lies & China Ink: Etiquetas/ Rubert Evandro (Brasil)
Pág. 24 El espía enamorado/ Miriam Ascúa (Argentina)
Pág. 29 Templario/ Graciela Marta Alonso (Argentina)
Pág. 35 Traficante de almas/ Francisco Arteaga (España)
Pág. 53 Top Secret/ Elena Fortanet (España)
Pág. 59 Buscando rostro a James Bond/ Carmen Rosa Signes Urrea (España)
Pág. 55 Comic: The Spy/ José Manuel (España)
Pág. 97 Lady/ Simon Weaner (Canadá).

Y para el próximo número:
FENÓMENOS PARANORMALES
(Cierre de edición 25 de agosto)


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At the end of this note all hate the bastard utilitarian philosopher Jeremy Bentham eighteenth century a convenient and cleanly presents the basics of total surveillance: Panopticon (inspired by the Greek myth of the giant guardian Panoptes of Thousand Eyes) construction in order to induce in the detainee a conscious and permanent visibility state that guarantees the automatic functioning of power, but that power is exercising effectively at all times, because the prisoner can not know when you will watch and when not.
Something like this already exists and controls us under the premise of safety searching our conversations are tracked keywords or we just become spies neighbor.


Revista digital miNatura La Revista de los Breve y lo Fantástico
Asociación Cultural miNatura Soterrania
ISSN: 2340-977
Directores: Ricardo Acevedo Esplugas y Carmen Rosa Signes Urrea
Editor: Ricardo Acevedo Esplugas
Main cover: Valley of kings/ Joe Webster (USA)
Back cover: Lady/ Simon Weaner (Canada)
Cover design: Carmen Rosa Signes Urrea

SUMMARY
01/Cover: Valley of kings/ Joe Webster (USA)
02/FrikiFrases
03/Editorial
05/Convocatoria selección de textos para la revista Tiempos Oscuros nº4
08/Interview. Pilar Pedraza: The magic of the words/ Carmen Rosa Signes Urrea (Spain)
14/Poster: the spy who drew me/ Joe Webster (USA)
15/Summary
16/Fear, Lies & China Ink: Etiquette/ Evandro Rubert (Brazil)
18/Cold War Scourging Tango/ Juan Pablo Noroña Lamas (Cuba)
18/Following orders/ Francisco José Segovia Ramos (Spain)
19/Secret agent Homo Igneus/ Odilius Vlak (Dominican Republic)
20/Bringing back Dennis Martin/ Pablo Martínez Burkett (Argentina)
21/Fisherman's dream of Kyushu/ Jaime Magnan Alabarce (Chile)
22/The oculi organization: see and not be seen/ Paulo Brito (Portugal)
23/Dirty hands/ Francisco Manuel Marcos Roldán (Spain)
23/The Spy Who Disappeared/ Peter Dominguez (Puerto Rico)
24/The Arbatel’s jihad/ Morgan Vicconius Zariah.-seud.- (República Dominicana)
25/A spy in love…/ Violeta Balián (Argentina)
26/Persecution/ Mª. del Socorro Candelaria Zárate (México)
27/The machine of wind/ Francisco José Segovia Ramos (Spain)
28/Psychic logout 3.D/ Odilius Vlak –seud.- (Dominican Republic)
29/Original matter/ Andrés Hernán Tobar Muñoz (Chile)
30/Stories of Vortexes: The Secret of the Templar/ Graciela Marta Alfonso (Argentina)
31/The betrayal of the appearance/ Francisco Manuel Marcos Roldan (Spain)
32/The lord of mirrors/ Morgan Vicconius Zariah -seud.- (Dominican Republic)
33/In the silence / Carmen Rosa Signes Urrea (Spain)
33/The case of the woman cabaret/ Ernesto Parrilla (Argentina)
34/Into the Crow’s Nest/ Peter Domínguez (Puerto Rico)
36/Soul traffickers/ Pedro Luis Ibáñez Lérida (Spain)
37/The last mission of Bond, James Bond/ Francisco José Segovia Ramos (Spain)
38/Offspring/ María L. Castejón (Spain)
38/Heroin/ Francisco Manuel Marcos Roldan (Spain)
39/James Unbound/ Salomé Guadalupe Ingelmo (Spain)
40/Disproportionate response/ Raúl A López Nevado (Spain)
41/The racing/ Francisco Manuel Marcos Roldan (Spain)
41/Operation: “Hot”/ Mari Carmen Álvarez Caballero (Spain)
42/A unpublished script film/ Francisco José Segovia Ramos (Spain)
43/Obsolete/ Diego Galán Ruiz (Spain)
44/Collection/ Maria José Kateri Gil Benedicto (Spain)
46/Comic: The Spy/ José Manuel (Spain)
47/La Biblioteca del Nostromo: Valinor; El buque maldito; Penumbria; No serás nadie (Nowevolution); El absurdo fin de la realidad (Irreverentes); Frankenstein. Diseccionando el mito (Kelonia); El último Borbón (Irreverentes); Mañana todavía: Doce distopías para el siglo XXI (Fantascy); Viajero de todos los tiempos (Irreverentes).
58/About the Writers and Illustrators
69/About illustrations
70/Back cover: Lady/ Simon Weaner (Canada)

For the next issue:
<strong>
PARANORMAL ACTIVITIES</strong>

(Collaborations to august 25)



OMEGA 3 por Eduardo del Llano Rodríguez

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Ilustrado por Pascal Blanche (Francia)

Cuento inédito de Eduardo del Llano en el que esta basado el film cubano de igual título y dirigida por el propio Del Llano.


 Bolaños lo capturaron después de colocar la carga de C4 en el almacén de los Ollies. Lo más irónico fue que la carga no explotó y el almacén siguió atesorando quién sabe cuántas toneladas de esas porquerías que comen los Ollies, pero a mi compañero lo torturaron durante tres días y siete noches –cuando no había una batalla en marcha, las noches eran muy aburridas- antes de suministrarle el veneno. Al menos esos fueron los rumores que corrieron por el pelotón cuando fue evidente que Bolaños no regresaría. Nos acobardamos, nadie puede negarlo, el tipo había sido uno de los más hábiles, un veterano del primer día de la guerra. Pues bien, justo después de eso me enviaron de exploración a territorio Mac.
 Los Macs eran los peores de todos, los espartanos modernos, gente sin piedad a la que temían incluso los Frux y mucho los Ollies. No se esforzaban en convertir a nadie, en explicar sus ideas, en argumentar: para ellos, eras un Mac o tenías que estar muerto.  Ningún Mac había tenido éxito jamás como misionero o diplomático.  Y la muerte que daban era lenta y horrible.
-Como sé que eres básicamente cobarde, te lo pondré fácil –me dijo el teniente- el enemigo ha levantado un edificio destartalado al pie de las colinas. Demasiado destartalado para ser creíble. O eso opina el Mando. Debes llegar cerca de sus líneas, tomar un prisionero y traerlo aquí. No te expongas, no corras riesgos innecesarios.
 Juro que tuve ganas de replicar: “claro que no, ¿qué riesgo puede haber ahí?” pero me contuve porque la evaluación que el teniente había hecho de mí era bastante cierta. Esa misma noche, vestido de campaña y tiznado como un Pollock, emprendí la marcha hacia territorio Mac.
 No hay mucho que contar. Todo lo que mencionó el teniente estuvo allí, y desde luego me atuve a sus instrucciones: no me expuse, no me creí predestinado. La guerra no iba a esperar por mí. Estábamos en el duodécimo año, y por cómo pintaban las cosas, podríamos seguir empantanados algunas docenas más. Las fuerzas enfrentadas no iban a ceder, la última conferencia que buscaba la paz tuvo lugar durante los primeros seis meses del conflicto, de manera que nosotros continuaríamos metidos en trincheras, mal alimentados y suministrando héroes baratos. Bolaños no sería el último. Así que lo dicho: líneas enemigas, edificio ruinoso, prisionero y regreso.
 Sólo que el prisionero fui yo.

 El oficial Mac cenaba sin dejar de mirarme. O quizás desayunaba, no tenía idea del tiempo que estuve encerrado antes de ser conducido a su presencia, en un recinto que tenía de pañol y oficina no menos que de refectorio. En todo caso, mi encierro y su cena eran eventos desconcertantes, pues uno y la otra retrasaban el final, minaban su leyenda. Querrán sacarme información, pensé, pero visto el apetito del Mac, que tragaba su ración y cerraba los ojos para saborear cada bocado, no parecían tener prisa por obtenerla.
 Me habían capturado en circunstancias bastante humillantes, todo había que decirlo: recogiendo romero silvestre. Crecía cerca de la línea del frente, aunque no tanto del edificio que me ordenaran observar, y la verdad es que me alejé unos pasos, y luego medio centenar de metros, para colectar algunas escobillas aromáticas, hasta que la sexta o séptima plantita resultó tener sus raíces bajo la bota de un soldado enemigo. El muy cabrón no se contentó con capturarme, sino que se llevó también el romero.
Arte de Pascal Blanché
 El oficial terminó de tragar, se limpió la boca educadamente con una servilleta, extrajo la pistola de reglamento de su funda, vino hacia mí y aplicó la punta del cañón a mi sien.
 Tres minutos después seguíamos en la misma posición, así que me atreví a respirar, toser y rascarme. El tipo bajó el arma y vaciló como si, al no amenazarme directamente, su presencia a mi lado fuese un poco ridícula.
-No me diga que no le gustaba –advirtió.
-¿Que no me gustaba qué?
- El olor de mi cena.
-Discúlpeme si no presté atención a los aromas –repliqué con ejemplar sarcasmo- nuestros jefes no nos enseñan a tener las prioridades claras.
- Puede apostar a eso –dijo el Mac- a diferencia de los Ollies y los Frux, ustedes los Vegs tienen la verdad a su alcance. Bastaría que prestaran más atención.
- Nadie es perfecto, ya sabe.
- Quizás sólo estén confundidos –continuó el oficial, ignorándome- quizás valdría la pena el intento de hacerles ver la luz.
 El concepto de conversar con un prisionero… qué digo, el concepto mismo de tomar un prisionero era pura iconoclasia para un Mac. Me pregunté si sus superiores sabrían que yo estaba allí, que aquel tipo raro se proponía adoctrinarme. Qué suerte la mía, toparme con un Mac de mente abierta, que amenazaba con darme a tragar su verdad. Prefería cien veces que me metiera una bala en la cabeza.
-Ustedes no son fanáticos como los Frux ni oportunistas como los Ollies. De existir una alianza entre Vegs y Macs, la guerra terminaría en seis meses. Y quizás podríamos luego exterminar a los Cars, el verdadero enemigo.
 Pestañeé asombrado.
-¿Los Cars? Creí que eran una leyenda. Que desaparecieron hace más de una década.
- Desaparecieron de este continente, pero son fuertes en otros sitios. Hablo de aniquilarlos, borrarlos de la faz del planeta.
 Sentí toda la miseria de mi situación. Llevaba muchas horas sin comer ni beber, y aunque no me golpearon demasiado, registraba dolores en diversas zonas del cuerpo. Encima, me hallaba a merced de un iluminado que creía de verdad que la guerra iba a terminar alguna vez, que un ejército y una nación destrozarían a los demás y que esa victoria implicaría la legitimación de su doctrina.   
 El Mac pareció leer mi pensamiento.
-¿Tiene hambre?
 Decidí provocarlo para terminar rápido.
-¿Tiene comida? No esa basura macrobiótica, ese arroz integral que apesta a carroña. Comida de verdad.
-Ya. Supongo que se refiere a tomates y cosas así. ¿Sabe lo dañino que es un tomate? ¿Quiere que le deje alguna literatura seria al respecto?
-Preferiría morir.
-Y morirá, no lo dude –el oficial me miró con algo parecido a la simpatía- con todas esas toxinas que tragan los Vegs, su organismo debe estar cayéndose a pedazos. ¿Y sabe qué es lo irónico? Que ustedes creen que pelean en nombre de la salud universal. Que cualquier vegetal es sano por el hecho de serlo.
- Usted lo ha dicho: los vegetales son sanos. La macrobiótica, en cambio, gana por un lado lo que pierde por otro. Para ustedes la comida no es un placer, es medicarse tres veces al día.
- Según esa lógica, los Cars serían los más sabios de todos. La carne es sabrosa.
-¿Cómo lo sabe? ¿Acaso la ha probado?
 El Mac arrastró una silla, la emplazó frente a mí y se dejó caer en ella. Habló sin mirarme.
-Antes de la guerra –confesó, estremecido- mis propios padres me… me la dieron a probar una vez.
 Sentí un escalofrío de horror. Había escuchado de cosas espantosas que padres sin temor a Dios hacían a sus hijos, pero nada como aquello. ¿Adónde podía llegar la inhumanidad humana?
-¿Y qué fue?
- Puerco –jadeó- creo que puerco.
 Sentí deseos de vomitar, pero me contuve. Igual tenía el estómago vacío.
-Lo siento –dije.
- Esta bien –repuso- el tiempo lo cura todo. Aunque hay noches en que no puedo dormir, y el recuerdo de aquel sabor diabólico me impide respirar. En esos momentos, un ataque de ustedes es una bendición.
 Pude comprender el sentimiento. También yo sentía una especie de alivio cuando entraba en combate, porque entonces no pensaba ni me hacía preguntas, toda mi energía se concentraba en lograr que no me mataran. El resto del tiempo, que era casi todo, uno pensaba en el futuro y en el pasado, y se volvía loco.
 Hubo una época en que ser vegetariano, macrobiótico, frugívoro, ovolácteo o incluso carnívoro constituía una mera elección personal, y nadie se peleaba por eso. Es verdad que cada grupo creía defender la solución correcta y exclusiva para la salud humana, pero no mataban a los humanos en nombre de la salud. Fue así hasta que se empezó a hablar de Omega 3, del PH del organismo, de vitaminas híbridas, de lo feo que luce al microscopio el intestino delgado de un tipo que come hamburguesas. No digo que eso tuviera que ver; simplemente, la gente se volvió fundamentalista en lo tocante a la salud, como ya lo era en materia política. Un macrobiótico, en nombre de su bienestar, condenaba a sus hijos a comer arroz integral y sopa de arroz integral; el cónyuge lo acusaba de torturar a los chicos, y lo llevaba a juicio. Del terreno legal se pasó enseguida a las mafias, los pequeños ejércitos personales, y luego a los Macs, los Ollies, los Frux, los Vegs, los Fishies, quién sabe cuántas facciones, todas abogando por una humanidad sana. Yo era un Veg; mi mujer, que adoraba el pollo frito, me dejó y no volví a saber de ella. Ya habían pasado doce años.
 Era una guerra sucia. Cepas humanas enteras desaparecían cuando los Ollies rociaban químicos con sabor a carne sobre las plantaciones de manzanas de los Frux, cuando los científicos Veg sometían a radiaciones las gallinas de los Ollies para hacerlas poner huevos sorpresa, cuando espías Fishies derramaban toneladas de orines en la sopa de un poblado Mac (aunque en este caso las víctimas ni siquiera advertían la diferencia). Lo cierto es que  la guerra había exterminado a dos terceras partes de la población del continente, pero la proporción entre los grupos seguía siendo aproximadamente la misma. En otras palabras, nadie iba ganando. Los Macs, como queda dicho, por lo habitual se deshacían de sus enemigos sin intentar evangelizarles, pero las demás facciones torturaban a sus prisioneros a base de conferencias y degustaciones. Se daban muy pocos casos de apostasía, de traición auténtica. Ser forzados a comer los alimentos del enemigo era, para la inmensa mayoría de los combatientes, motivo suficiente para el suicidio, aunque generalmente morían antes de intentarlo: en ocho de cada diez casos bastaba un par de porciones para morir intoxicados.
 -¿Por qué haces esto?  
 El Mac emergió de las dulces profundidades de su autoestima para considerarme con expresión de reproche.
-¿A qué te refieres?
-¿Por qué me cuentas todo eso de tus padres? ¿Por qué me hablas de esa quimérica alianza? En una palabra, ¿por qué no me matas?
- Órdenes.
 Sentí un escalofrío. Si el alto mando de los Macs estaba enterado de que yo aún vivía, de que no me alojaron un proyectil en los sesos nada más verme, el mundo que yo conocía estaba cambiando. Y no podía ser para nada bueno. Nunca lo es.
-Absurdo –dije, procurando sonar desenfadado- si alguien no toma prisioneros, son ustedes.
- No eres un prisionero. Eres una rata de laboratorio.
-¿De laboratorio?
- El edificio nuevo. El que seguramente viniste a espiar.
-¿Qué van a hacerme?
- No me he atrevido a preguntar. Nada que vaya a gustarte, de eso puedes estar seguro.
 Respiré hondo para conjurar un incipiente ataque de pánico. ¿Qué coño iban a hacerme?
-Te lo estás inventando –dije- me hablaste de lo que podríamos hacer juntos, los Vegs y los Macs. Trataste de adoctrinarme en materia de tomates. ¿Para qué te habrías molestado, si van a experimentar conmigo?
-No pensaba en ti cuando te exponía mis ideas acerca de la alianza. Ustedes, los Vegs, son lo más parecido que tenemos a parientes cercanos… pero siguen siendo enemigos. No me hagas mucho caso. Es increíble lo que se aburre uno cuando lleva tres días de guardia.
 Husmeó en un recipiente metálico, y de él extrajo un par de cucharadas de una maloliente pasta de arroz. Se la comía cuando vinieron a llevarme. Aullé y supliqué, pero él se limitó a tragar en silencio, con aire ausente.

 La mente humana es incapaz de concebir tanto horror.
 Hace una semana que me tienen encerrado en el edificio destartalado. Cada día experimentan conmigo. Cada día envidio la suerte de Bolaños, mi viejo compañero.
 Pido perdón por el sonido casi obsceno de estas palabras: los Macs me obligan a comer carne.
 Y no me he muerto. Por alguna extraña razón, me veo incluso más saludable.
 En unos minutos llegarán con su infame bandeja cubierta de abominaciones. Todos los días lloro, suplico, prometo incluso traicionar y hacerme macrobiótico. Pero a los Macs no les interesa convertirnos. Quieren, eso sí, destruir lo que haya en mí de humano, arrastrarme a negros abismos de degradación forzándome a tragar sus repulsivas recetas. Lo advierto al mundo libre: tienen cocineros Cars a sueldo, fríos mercenarios sin piedad ni decencia. Hoy me han amenazado con ternera Cordon Bleu, langosta Thermidor, suprema de pollo deshuesado y ajíes asados rellenos con paté.
 Que Dios se apiade de mi alma.

                                                                      23 de julio de 2010

Sobre el Autor:
Eduardo del Llano Rodríguez (Moscú, Rusia, 1962) Es ya casi un lugar común iniciar
toda biografía de Del Llano escribiendo que el de nacer en 1962 en Moscú durante una visita de trabajo de sus padres a la entonces URSS fue el primer chiste de este humorista, que desde entonces ha acumulado un notable currículo. Licenciado en Historia del Arte y profesor en la Facultad de Filología por largos años. Fundador del mítico grupo NOS-Y-OTROS (1982-1997) que tanto aportó al humor escénico y escrito cubano (recientemente fueron recogidos algunos de sus mejores guiones en un libro) Autor, con otros miembros del grupo, de varios volúmenes de narraciones de humor: Cuentos de relaxo I y II; Aventuras del caballero del miembro encogido; Basura y otros desperdicios y Un libro sucio. A dúo con su “Walter Ego”, Luis Felipe Calvo, publicó la novela humorística de espionaje Virus (premio Abril). Es también responsable de los libros de cuentos Asesinos (relatos de CF); El beso y el plan; Cabeza de ratón (Premio Calendario); Los viajes de Nicanor (especie de versión fantástico-hilarante de las andanzas de Gulliver… con su eterno Nicanor O´Donnell como protagonista); Sex Machine; Todo por un dólar (editado en España); y El elefantito verde (cuentos infantiles), del poemario Nostalgia de la babosa, y de las novelas Los doce apóstatas; La clessidra de Nicanor (Premio Italo Calvino, editada en Italia) Obstáculo; Tres; El universo de al lado (aparecida en España); y Cuarentena, estas cuatro también fantásticas, sobre todo la penúltima, que incluye elementos claramente de CF, como los universos alternativos.
Eduardo no sabe bailar y dejó de fumar hace años, lo que lo hizo ganar unas libras que luego ha perdido con gran paciencia… que no esfuerzo, ya que es 100% antideportivo. Es uno de los seres más obsesivos del planeta con sus libros y CDs. Aunque, en honor a la verdad, se los presta a algunos socios escogidos… para luego llamarlos día a día hasta que se los devuelven.
Es también alérgico al huevo y fan irredento de los Rolling Stones y todo el buen rock de los 70 y 80, como lo demuestra su recordada serie de artículos El rock como estigma, aparecida en la revista El Caimán Barbudo a principios de los 90. Como guionista de cine, junto al resto de NOS-Y-OTROS, debutó en 1991 con la muy controvertida Alicia en el pueblo de Maravillas, del director Daniel Díaz Torres, con quien ha vuelto a trabajar luego en los filmes Kleines Tropicana; Hacerse el sueco y Lisanka (en colaboración aquí con su socio, escritor y también humorista Francisco García). Gerardo Chijona también filmó Perfecto amor equivocado sobre un guión suyo, y Fernando Pérez La vida es silbar y Madrigal. En los últimos años, por si fuera poco,  se ha dedicado a dirigir cortometrajes inspirados en sus historias; es de todos conocido su Decálogo de Nicanor… y se mantuvo fiel a su idea original de que ninguna tenga título en español: Monte Rouge; High Tech; Photoshop; Homo sapiens; Intermezzo; Brainstorm; Pas de quatre; Aché; Pravda y Exit. También ha dirigido documentales como GNYO, sobre la historia del grupo Nos-Y-Otros; y otros diversos cortos de ficción, como La verdad acerca del G2 y Casting. 
¿Falta algo? ¡Ah, sí!: ya ha dirigido dos largometrajes. Vinci (2012) basada en un oscuro episodio de la juventud del gran Leonardo Da Vinci; y Omega 3, recién estrenada, de ciencia ficción.
Y la Ana a la que dedica tantos de sus cuentos no es su novia ni su esposa, sino su hija mayor… que acaba de hacerlo abuelo.

Sobre el ilustrador:
 Pascal Blanché (Canadá) artista 3D y director artístico freelance.
Comencé mi Carrera en 1993 en la revista TILT, dedicada a los videosjuegos y muy pronto comencé a trabajar en este campo por más de doce años en Virtual Xperience, Xilam, Haikus Studios y Sony, trabajó en el primer film franco-canadiense completamente generado por ordenado “Kaena: The Prophecy”
Actualmente soy el director artístico de Ubisoft para el desarrollo de juego como Myst IV: Revelation, y Naruto: Rise of a ninjapara Xbox360.
Como freelance ha colaboradocon Autodesk, Fantasy flight games y Wizards of the coast.
Tengo varios proyectos personales en los que sacaré con más tiempo, pero esa es otro historia.


EN LA RENDIJA Por Anabel Enríquez

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Ilustrado por Pedro Belushi (España)

En la Rendija es un cuento que surgió  de la mezcla entre la intención más o menos consciente de experimentar con ciertos tópicos que habitualmente no escribo, y una imagen. La imagen de alguien empeñando  en capturar la cantidad exacta de luz y de sombra para percibir lo que el ojo humano, engañoso  sentido,  no puede ver: ese otro mundo que coexiste intangiblemente a nuestro alrededor, del otro lado del velo. Es un cuento fantástico, bastante intimista y como cualquier cuento, es una metáfora…de algo. Espero que lo disfruten y lean en él lo que cada cual desentrañe al mirar a través de sus rendijas personales. Este cuento fue finalista del I Premio de Narrativa Femenina Bovarismos 2014 y ha sido publicado en la antología del premio, bajo el título “Soñando en Vindravan y otras historias de ellas”, de La Pereza Ediciones, 2014. Y ahora también, y gracias a la amabilidad de su editor, en La Biblioteca de Nostromo.

Para el que sabe ver la sombra es solo tránsito de luz a luz
Finas redes. Dulce María Loynaz

1
or las rendijas de la puerta se filtraba la claridad lunar. Desde la cuna, con los ojos fijos en los haces plateados, jugaba a iluminar las sombras del miedo. Despierta permanecía hasta que su madre regresaba a la casa con la mañana; cuerpo y alma extenuados por la faena nocturna en el hospital de urgencias. Un chirrido de goznes y cada rendija crecía y crecía, abriendo sus fauces de luz: por la puerta abierta el sol hería con sus excesos los ojos desgastados por la noctámbula vigilia, los pulmones comprimidos por el respirar mínimo, los músculos engarrotados…Cuando a través de los barrotes de la cuna la madre le cubría la pequeña cabeza con el pañal, el mundo, con sus estruendosos matices, se volvía entonces tolerable. Y ella entrecerraba los párpados para ver a la madre ir y venir bañada de un halo sedoso de claridad diurna, desvaneciéndose en el sueño.
El retraimiento, y la palidez de su piel, marcaban su distinción entre los niños de la barriada, daban razón para el cotilleo a las vecinas y preocupación a la abuela que visitaba los fines de mes el apartamento. Pero su madre acallaba los reclamos con elogios para su docilidad, tan agradecida por una madre soltera,  e imprescindible para que ambas pudieran sobrevivir en la gran ciudad. Ella las observaba discutir y reconciliarse a través de la hendija de la ventana, entre las puertas entrejuntas, por los resquicios de las persianas. Porque el mundo, si se miraba a través de las hendiduras, parecía distante y seguro. A veces también agitado y pegajoso, como cuando lo escrutaba por entre las persianas rígidas de la puerta del closet, a donde se iba a dormir aquellas noches en que su madre llevaba compañía al cuarto. Las oquedades donde las luces y las sombras penetran con sutilezas fueron un juego y un hábito, un punto de vista sobre la existencia y una forma de estar en el mundo. 
Hasta que entró al colegio su madre no reparó con preocupación en ello. La maestra alarmada le reclamó que la niña se escondía detrás de las puertas y permanecía allí toda la clase; si se le prohibía esconderse entonces miraba la pizarra a través de los gavetines de las mesitas escolares o detrás de los libros que apilaba en un peculiar entramado. Ante las continuas quejas la madre la llevó con un psicopedagogo, quien examinó su cociente intelectual y rendimiento académico. Las pruebas arrojaron resultados muy superiores a lo esperado y la conclusión fue un trastorno emocional que debería desaparecer con la socialización. Pero no sucedió. Fobia social, autismo, esquizofrenia…los diagnósticos se sucedieron uno tras otro, hasta que la madre, harta del tiempo perdido en hospitales, con una hija en el umbral de la adolescencia, decidió gestionarle un profesor particular.

2
El profesor exponía sus teoremas, trazaba ecuaciones en una pared divisoria de cartón revestido, y aleccionaba a una alumna inexistente con el ardor de una vocación pedagógica truncada. La alumna real, meticulosa y atentamente, observaba desde la puerta entornada del baño. Era un hombre de unos treinta y pico, taciturno y de aspecto enfermizo, pero su calidez franqueaba la rendija como un rayo de luz. Antes de iniciar la clase él revisaba las tareas que el día anterior había dejado sobre la mesa del comedor. Mientras, ella aguardaba contraída, la respiración retenida, hasta verlo asentir con aprobación. Entonces se llenaban sus pulmones, los músculos tensos se aflojaban, y podía sonreír, aunque él no la viera.
Una vez el profesor leyó en clases la historia de un pintor chino que había escapado a través del paisaje dibujado en un lienzo. Ella soñó por la noche que hablaba con el artista de la leyenda; él le confiaba un secreto esencial. Al despertar, por más que intentaba aferrarse al mensaje, la escena se diluía con el paso de las horas. Todo lo que logró recordar fue la obligación de “mirar con ojos entornados, entre las sutiles hendijas de los párpados…” Pero le fue imposible recordar qué.
El instructor advirtió que al margen de las hojas de tareas o bajo el último renglón de las páginas del cuadernillo, ella había comenzado a dejar preguntas, breves anotaciones, incluso frases, copiadas de algún libro o escuchadas a otros. Todas intentaban asir la realidad con una mirada oblicua, tangencial. El interés persistente en aquellas notas estimuló un inusual intercambio epistolar. Iniciaron un viaje de sorpresas y cuestionamientos desde la caverna de Platón, por la purificación de la percepción de  Berkeley, hasta el existencialismo de Kierkegaard, favorito del profesor, y a medio camino entre la resignación y la fe. Ella, no obstante, prefería y reclamaba las historias: cuentos en los que la realidad se desdibuja en un umbral inasible, como el de la muchacha que trenza su existencia entre las fibras de un gobelino, e insistía en saber cuál era la inclinación exacta para que la puerta que siempre daba al zaguán, la llevara al prado donde pastaba un unicornio. Aunque las respuestas no siempre la complacían, compartir sus impresiones con el maestro le hacía sentir algo cercano a la felicidad.
No fue repentino aunque la sorprendiese. El profesor enfermó, y faltó por tres semanas. Ella experimentó su ausencia como una amputación. Hasta que una tarde acumuló suficiente ansiedad para decirse a visitarlo. Así, cuando el crepúsculo entornaba las puertas del cielo, se  acercaba a la ventana del cuarto del joven maestro, y a través de las persianas entornadas lo veía batallar con las fiebres. Le dejó cartas no firmadas en el buzón y compró sobres de té medicinal que le hacía llegar por la hendedura de la puerta.
Ella lo esperaba, contenta de retornar a clases, aquella tarde de octubre en que él vino, tan pálido como ella misma, pero con ese tono cetrino que anunciaba despedidas definitivas. Habló de poesía, y trajo un ejemplar ajado de un libro del que extrajo melancolía, y del que leyó con voz grave y triste… “Tus ojos tienen la deslumbradora fijeza de los ojos que han mirado a la muerte”.  Después cerró el libro y lo dejó a los pies de la puerta. Ella vio, a través de la cerradura, como se acercó su pelo ralo, sus ojos grises oscurecidos por ojeras irremediables, sus labios temblorosos que recitaron: “Nunca me he arrepentido de las cosas que he hecho. Quizás de las que no he hecho”; y entonces acarició la cerradura con un dedo, besó el haz de luz que caía sobre sus labios y se estremeció con el primer impulso consciente de placer. Él se volvió sobre sus pasos y se alejó. Un golpe de aire proveniente de la puerta de la calle al cerrarse tras sus pisadas vencidas hizo que las páginas del libro se abrieran con azar sospechoso. Ella, con entrenada vista, leyó a través de la hendidura una sentencia: “Acariciaré el aire y sonreiré a la sombra por si en la sombra me miras y en el aire me besas”.
Nunca volvió a verlo y por boca de su madre supo que había muerto. La madre fue comprensiva y desistió de buscar nuevos maestros: ya ella sabía lo suficiente para su edad y para lo que podría hacer con lo que sabía.


3
En la rendija #1 por Pedro Belushi
Una semana después la madre le sugirió  que se mudase por un tiempo a la casa de la abuela, la casa de campo que había visitado de niña cuando la abuela vivía y que tenía tantas puertas y rendijas por las que explorar la luz. Aceptó ir. Después de todo se lo debía a su madre: se había esforzado por cuidarla, entenderla y finalmente tolerarla durante dieciséis años.
Todo su equipaje consistió en el libro de poemas y una cámara de fotos instantáneas. Esas fotos que parecen sacadas a través de una ventana cuadrada y blanca. Antes de partir, por entre la rendija de la puerta de la calle, enfocó a su madre recogiendo la vajilla de la mesa y tomó su primera foto. Escogió hacer el trayecto en bicicleta para evitar encuentros y preguntas incómodas. Por el camino retrató el mundo: familias cenando, parejas enamorando en los aparcamientos, ancianos dormitando delante del televisor, niños jugando en las consolas de videojuego, mendigos repartiendo el botín diario…siempre desde las rendijas de una ventana, una puerta, una cortina, una cerradura…
La casa de la abuela era silenciosa y cálida. Los haces de luz se filtraban por el techo de tejas, por las claraboyas, por las junturas de las puertas desencajadas de los marcos, por las ventanas horadadas por el comején. Un mundo de rendijas y espacios enmarcados. Consideró que no precisaba más luz que la de los astros y cortó la entrada de los cables eléctricos. Allí pasó días retratando a través de sus tupidas telas a las arañas que señoreaban por las vigas y los dinteles, nidos de gorriones, cuevas de murciélagos y húmedos refugios de escolopendras, también a campesinos que pasaban azuzando sus yuntas de bueyes, niños que marchaban cantando hacia la escuela rural. El médico de la comunidad venía cada dos o tres días a golpear la puerta de la casa o dejaba una citación para que acudiera al consultorio. Entonces lo retrataba desde las persianas entornadas de la cocina. El médico era joven, trigueño y fornido, más que un doctor parecía un arriero. Observó las fotos por un rato. Decidió que le abriría la puerta la próxima vez.

4
El médico encontró sobre la mesa de la sala una taza de café humeando y unas hojas manuscritas con los datos necesarios para llenar la historia clínica, calzadas por un jarroncillo de porcelana: las flores de violetas perfumaban tímidamente la habitación, vencidas por el aroma de la infusión. Llamó varias veces, miró por los rincones de la sala, pero tuvo la discreción de no inspeccionar más allá. Bebió el café de pie, tomó los papeles y dejó una rápida nota hecha con la abigarrada caligrafía de sus dedos fuertes. Ella espió todo el tiempo por entre las ventanillas del closet del comedor. No hizo ninguna foto. Pero en la noche soñó que los dedos del médico se introducían por las tablillas de la puerta y alcanzaban a rozar su sombra. El contacto era abrumadoramente cálido.
El médico regresó al día siguiente tal como advertía en la nota. La puerta estaba entrejunta, sobre la mesa del comedor había un vaso con jugo de mango que rezumaba gotitas heladas  y una taza humeante de café recién colado. El florero de la mesa tenía un ramo de nardos frescos, el olor obligaba a reparar en ellos. El hombre sacó del bolsillo de la bata unos papeles y los calzó con el jarrón. Paseó un rato por la habitación y terminó por sentarse. Bebió el jugo despacio, meditando y saboreando cada trago. Mientras lo espiaba, ella sintió que la temperatura dentro del closet crecía. Sus dedos finos acariciaron el borde de luz que se filtraba entre las tablillas y sintió que tocaba la sombra de él. El hombre apuró el café, ella oprimió en sus labios el gusto de la boca masculina, mojada y amarga.  Cuando el doctor se marchó, cerrando la puerta con una suavidad casi amorosa, ella abandonó el refugio empapada en sudor y deseo. Entre las hojas de indicaciones de análisis había otra nota: “Hágase estas pruebas Mientras esté viviendo acá, usted es mi responsabilidad”. Tomó las indicaciones de análisis médicos, pruebas de sangre, orina, heces.  Colocó nuevamente los papeles bajo el florero y se puso a trabajar.
Pasó toda la tarde y la noche acopiando maderas en el patio, retirando parte de muebles viejos, fondos de vitrinas, tablillas de ventanas. Lo hizo con gusto, con un especial sentido del equilibrio y la armonía, con una feroz tenacidad desconocida por ella misma. Luego se ocupó de los análisis. Estaba todo listo cuando el médico tocó a la puerta aquella mañana. Lo había visto venir hacia la casa  a través de la ventana de la cocina. En la mesita de la sala había servido un tazón de coctel de frutas y el café humeante, en el aire flotaba el perfume de lirios blancos. Junto al florero, una nota, otra frase extraída del libro de poemas: “Al pasar junto al pantano heme escondido bajo el chal mi gran ramo de lirios.  Como el fango es oscuro y triste no quiero que sepa que hay cosas blancas en el mundo.”
Junto a la nota, dos frascos ambarinos y un tubo de ensayo plástico. Todos llenos: heces, orina y sangre. El médico apenas tuvo ojos para nada de lo que aguardaba sobre la mesa. Permaneció inmóvil contemplando el extraño mueble que circundaba toda sala y separaba definitivamente esta habitación del resto de la casa. Una especie de repisa sin adornos, una pared sin ventanas, un entramado de piezas de madera que aquí o allá dejaban orificios mínimos, rendijas discretas, pequeñas junturas por las que la luz, a veces, podría traspasar. Ella desde el otro lado lo miraba a su antojo, desde una altura de dos metros o a ras del suelo. A través de su empalizada podía contemplarlo, completamente suyo desde cualquier ángulo. Ahora él era un punto fijo y ella se movía por detrás de las maderas aprehendiendo su figura; oliendo, casi palpando el sudor de hombre, sin tener que esperar que él diera un paso o girara, porque ahora ella se movía a su capricho, saltando de un orificio a otro, de una rendija a otra.
Él volvió otras mañanas. Se sentaba a la mesa, paladeaba lentamente los bocadillos que ella dejaba sobre la bandeja, aspiraba el perfume de las flores o de algún incienso, y se dejaba espiar por un rato, arrellanado en el butacón, la cabeza hacia atrás, inmóvil y laxo. Luego se marchaba dejando alguna indicación médica, un frasco con vitaminas, algún remedio según la enfermedad estacional en boga. Ella dejaba también notas: “El que yo amo es blanco como lirios de las montañas…” Cuando él las leía, sonreía y las dejaba otra vez bajo el florero.  Tal vez por ese gesto que le parecía desdén, el deseo de ella crecía, doloroso, como una lasca de madera clavada bajo las uñas, como polvo de aserrín en los ojos, como un clavo rasgando los límites del vientre. Hizo una foto de sí misma, la última del cartucho de instantáneas, la luz del sol le daba sobre un lado del rostro, el otro en sombras, parecía envuelto en humo, pero aun así se distinguían sus facciones victorianas, casi feéricas. “Ven con la noche”, escribió en la nota junto a su foto y él al leerla no sonrió, pero tomó la foto y la guardó en su bolsillo.
Franjas de luna redonda y limpia atravesaban las rajaduras. Ella, ansiosa de luz, buscaba los lugares por donde la claridad filtraba, atenta a los sonidos de la noche, intentando descubrir los pasos. La puerta de la calle se abrió. Desde la empalizada lo vio acercarse a la mesa, esta vez cubierta con mantel de encaje de Bruselas,  alumbrada por rojas velas, engalanada con copas de bacará y una botella de tinto de Burdeos, todo lo que la abuela debió atesorar por muchos años. Había comida en las fuentes, flores de azahar en el búcaro de porcelana; un lamento de violín llegaba atenuado desde el tocadiscos de un cuarto. Él vestía con ropa de domingo y olía a perfume barato. Se sentó a la mesa, sacó la instantánea de ella y la puso frente a sí.
—No es justo. —dijo. — Esto es todo lo que tengo de ti. Tú, en cambio, me tienes completo.
Ella se estremeció tras el entramado de madera. La iluminación de la sala era escasa y él se desdibujaba cuando lo miraba desde algunos puntos. Lo vio tomar del vino, paladearlo con éxtasis, y luego zafarse los botones de la camisa mientras caminaba alrededor de la empalizada, la copa en la mano y el pecho descubierto.
— ¿Ni siquiera en la noche saldrás? — insistió.
El pegó su oído a la madera y ella retrocedió, nerviosa.
— Casi que puedo sentirte ahí detrás, olerte y saborearte como este vino
Mientras hablaba él miraba con afán por el orificio que había dejado la cerradura de una puerta de closet.  La oscuridad era espesa al otro lado. Ella se movió lentamente y con un dedo tapó el orificio por el que él intentaba mirar.
—No es justo. Quiero jugar tu juego. —exclamó con desaliento.
Él se alejó hacia la mesa servida y se dejó caer en el viejo butacón. La luz de las velas lo hacía lucir vulnerable y cansado. No probó la comida pero el vino descendió copa tras copa por su garganta y enturbió su sangre. Así intentó un argumento tras otro para conseguirla. Gimoteó, golpeo la empalizada, suplicó, finalmente se quitó la ropa y se expuso desnudo en medio de la habitación.
 ¿Es esto lo que quieres, mirar? ¡Entonces mira!
Las velas se apagaron con el sonido de una aspiración estertórea. Él quedó en medio de la oscuridad y lanzó un improperio. Tanteó la ropa por el suelo, frustrado y avergonzado. Desde algún sitio un rayo de luna atravesó un resquicio del parapeto de madera y alcanzó su hombro. Lentamente se incorporó y se acercó a la rendija de donde provenía la claridad. Acercó un ojo con cautela, comprendiendo que ahora la luz estaba del otro lado: luz que la alumbraba a ella, desnuda, apoyada contra una ventana, con los dedos entrecruzados sobre la cara, mirándolo a través de las hendeduras que dejaban las manos entrelazadas. Él alcanzó a encontrar otra brecha en el parapeto por la que cupo su índice derecho, lo giró intentando alcanzarla sin éxito. Ella caminó alejándose de la luz y él la perdió de vista. Apenas a tiempo para tragar un aullido de frustración sintió el roce de un pezón pequeño y enhiesto contra el dedo que mantenía dentro de la fisura, frotándose contra él, agitándose, agrandándose. Desesperadamente buscó otra hendidura. Ella le indicó soplando por un pequeño resquicio justo sobre la oreja de él. El hombre pego la boca ansiosa, la lengua lamió el entrecejo de ella, y luego cada pequeño pedazo de piel de la cara que ella acercó al agujero. Así, buscando resquicios, tocando, lamiendo, mordiendo entre grietas, junturas abiertas, ranuras de antiguas ventanas mal clausuradas, él jadeó hasta la agonía y suplicó una vez más que saliera afuera, que se entregara completa, que el juego era excitante pero doloroso, que moriría si no la podría tocar más. Frotó el pene a desbordarse contra las esquinas de la madera, buscando la grieta imposible, aumentando con cada rasponazo su excitación, finalmente encontró un camino, y el camino desembocó en otra hendedura blanda, jugosa y trepidante. Al amanecer se despertó desnudo, sobre un charco de vino, sudor y semen, cubierto de moretones y magulladuras. Le llevó unos segundos reconocer el lugar, evocar los sucesos, y como un animal apaleado y enfermo salió cerrando la puerta con un portazo, sin mirar atrás.
Ella esperó que volviera la mañana siguiente, la otra, y por una semana no supo nada de él. Mientras tanto olisqueaba las rendijas por donde se habían tocado, lamía la oquedad impregnada del semen mezclado con el amargor de la resina de pino, y esperaba su retorno haciendo notas copiadas del libro de poemas, o de otros libros, o de su propia ilusión.
A la semana él regresó. No miró la mesa, ni las flores, ni la nota. Su mirada era febril, su voz desafiante y con un tinte de miedo que la hacía terrible. “Derribaré ese muro, te mandaré a un manicomio, te sacaré por una de esas ranuras aunque tenga que hacerlo a pedacitos, incendiaré la casa…” Maldijo por un rato largo y luego se acercó a la pared falsa llena de trampas de luz. Introduciendo por el resquicio su inhiesta masculinidad, con voz arrodillada, suplicó que lo masturbara.
Cuando anocheció él se había marchado hacía varias horas y los rayos de la luna cayeron sobre el rostro de rasgos victorianos sumergido en las sombras, rociado de las lágrimas. Comprendió que para ella no habría satisfacción posible a un lado o al otro de las rendijas. Solo en ellas había luz, cualquier traspaso del umbral hacia el otro lado, cualquier invasión, la destruiría. Colocó las fotos polaroids en un sobre manila, puso en el remitente la dirección de su madre y lo deslizó por la ranura del buzón del correo local. Se marchó esa misma noche, camino a la playa, antes de que él regresara al día siguiente con el hacha prometida para hacer astillas su armadura de madera. Se fue en busca de una cabaña abandonada o una cueva que la alejara lo suficiente del mundo para crear su propio cosmos de oquedades luminosas.  En una caverna cerca de la costa pasó los días, recolectando piedritas y caracolas para erigir muros fisurados, hasta que la encontró la policía.  Una ambulancia la transportó, restringida con una camisa de fuerza, hacia el hospital psiquiátrico de la ciudad.

5
En la rendija #2 por Pedro Belushi
Le dieron un cuarto vacío, mugriento, con altas ventanas de cristal que dejaban entrar la luz en groseros torrentes.  Habían limitado sus movimientos con correas por lo que solo quedó para ella mantener los ojos entreabiertos, creando su propia rendija de párpados. A los tres días le soltaron las correas y le dejaron deambular por el patio y los pasillos. Cuando la veían ocultarse tras una puerta o entornar una ventana, los paramédicos y enfermeras la regañaban con violencia. Hubo en cambio uno de ellos que, compadecido, le regaló un pasamontañas. Cuando la autorizaron a usarlo pudo cubrir su rostro por completo dejando un mínimo resquicio donde los ojos. Lo aceptó con una inclinación de agradecimiento, e interiormente con compasión hacia ellos. No comprendían que el mundo que quería habitar estaba justo en ese punto, entre ella y el universo, en la misma rendija. Allí donde todo era sombraluz.
Meses más tarde, el enfermero que le había dado el pasamontañas, le mostró un reportaje sobre una exposición fotográfica que se exhibía con éxito en una galería de la ciudad. Los rasgos de la cara de la artista del lente, una antigua paramédica ya entrada en los cuarenta, se le parecían significativamente a los de aquella paciente. Pero sobre todo las fotos, tomadas a través de estrechas aberturas, capturando imágenes fragmentadas, mosaicos de realidad. El enfermero estaba interesado en establecer un vínculo entre ella y la fotógrafa, ¿su madre, quizás? Varios se le acercaron preguntándole si era posible. Ella sonrió, restándole importancia.
La última tarde en el hospital estuvo sentada todo el tiempo en su habitación, observando como la luz iba filtrándose entre las hojas del naranjo del patio interior, creando rombos luminosos sobre el piso de granito. Unas horas antes le habían informado que estaba de alta, pues se había comprobado su falta de peligrosidad y una generosa suma había sido depositada en su cuenta corriente. Saldría del manicomio aquella tarde. Alcanzaría la libertad. Mientras contemplaba los naranjos con ojos entornados, las flores de azahar se tornaban flores de oro sobre su cabeza. Pensaba en el pintor Li, el que había huido a un cuadro para escapar de las exigencias del emperador, pensaba en aquel niño que escapó de su madrastra encerrándola como una sombra en la pared del cuarto. Ella también lo lograría. Entrecerró más los ojos, cruzó los dedos de las manos haciendo un entramado para mirar por las hendiduras, y a través de la puerta entornada del cuarto, vio por fin el prado en que pastaba un unicornio.
            Cuando la enfermera llegó la habitación, acompañada de un médico trigueño de rostro curtido, el lugar estaba vacío. Luego, junto a los paramédicos, registraron todos los closets, rincones, lugares de penumbras. Cuando el sol se deslizó por la hendidura del horizonte desistieron e hicieron un reporte de fuga. Antes de marcharse, el médico regresó a la habitación donde había estado ella. Entornó la puerta y miró por la hendedura. Justo para verla alejarse sobre el prado, bañada de luz.   



Sobre la Autora:
Anabel Enríquez Piñeiro (Santa Clara, 1973) Máster en Comunicación Organizacional.
Licenciada en Psicología. Como narradora y ensayista ha obtenido premios nacionales (Calendario 2005 de Ciencia ficción, Juventud Técnica 2005) y la Beca de Creación “Ernesto Che Guevara”. Ha publicado: “Nada que declarar” (Cuentos, Casa Editora Abril, 2007), y relatos en las antologías “Secretos del futuro” (Sed de Belleza, 2005), “Crónicas del Mañana, 50 Años de la Ciencia ficción en Cuba”, (Ediciones Letras Cubana, 2009), “Tiempo Cero” (Casa Editora Abril, 2011), The Apex Book of World Sciencie Fiction II (Antología de ciencia ficción global, Lavie Tidhar, 2009), “Terapia de progresión y otros relatos” (Isliada.com. Edición digital, 2012) y en “Soñando en Vindravan y otras historias de ella” (La Pereza Ediciones, 2014). Relatos, artículos y ensayos aparecen en varios sitios webs y ezines internacionales de España, Argentina, Israel, Estados Unidos, y en diversas publicaciones nacionales impresas. Como parte del Grupo de Creación Espiral del género fantástico, del que es fundadora, ha promovido y organizado más de diez eventos y festivales del género donde destacan el Encuentro Juvenil de Ciencia ficción y fantasía: VILLAFICCIÓN 2002 y  VILLAFICCIÓN 2013; las cuatro ediciones del Evento Teórico del género fantástico ANSIBLE (2004-2007) y de los Festivales de Arte y Literatura fantástica Concilio de Lorien (2004-2006) y Arco de Korad (2007).  Es egresada del VII Curso de Técnicas Narrativas del Centro Onelio en el 2005, del I Curso de Guiones Audiovisuales de la Casa Productora de Series y telenovelas y el Centro Onelio (2006),  Como guionista coordinó e integró el equipo de creación y de guion de la teleserie de aventuras deportivas Adrenalina 360 (TVC 2011), y participado en la escritura de los guiones de Basilisa la Hermosa (Dpto. Animación ICRT, 20011), La chica de las botellas (Mediometraje de ficción, ICRT, 2014), Las Aventuras de Juan Quinquín (ICAIC, Estudios de Animación, 2014). Es la autora del sitio web: Algo que declarar, sobre literatura y arte fantástico en español (http://algoquedeclarar.ucoz.es) y su sello de ediciones digitales AqD Ediciones. Actualmente reside en Miami, Florida.

Sobre el ilustrador:
Pedro Belushi (Madrid, España, 1965) Ilustrador de portadas de libros, comic y dibujos
animados y fanzines tales como: Bucanero o miNatura. Su trabajo se ha exhibido en festivales internacionales tales como: The Great Challenge: Amnesty International, The Cartoon Art Trust and Index on Censorship. South Bank, Londres (1998) o Eurohumor; biennale del sorriso (Borgo San dalmazzo, Cuneo. Italia); XIII exhibición Internacional de Humor Gráfico: Fundación de la Universidad de Alcalá de Henares. Madrid. España; Rivas com.arteRivasVaciamdrid. Madrid, España. (2006). Premio: Melocotón Mecánico (2006).


Revista Digital miNatura 137 (Castellano e inglés)

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Antes de los días de cambio, es así: por un instinto divino, los ánimos de los hombres temen el peligro que viene, como, para prueba, vemos hincharse las aguas antes de una fuerte tormenta. Pero dejémoslo todo a Dios. ¿Dónde vais?
Ricardo III 2, 3 (Williams Shakespeare, 1591)

El término fue acuñado por el psicólogo Max Dessoir (1867-1947) en Alemania en 1889 y recogido por el investigador psíquico Emile Boirac (1851-1917) y se utiliza para referirse a ''todos los fenómenos producidos en los seres vivos, o como resultado de su acción, lo que hace no parece capaz de ser explicado en su totalidad por las ya conocidas leyes naturales y las fuerzas”, según Boirac, el término ''psíquica'' no es satisfactorio, ya que es sinónimo de ''mental'".
El prefijo ''para'' indica que se trata de excepcional, fenómenos paradójicos anormales. El término tuvo alguna aceptación en Alemania durante el establecimiento de la investigación psíquica.
El hombre tiene un arma muy efectiva: La clasificación en ella encerramos todo lo que escapa a nuestros límites y terrores que solo podemos captar con suave erizamiento en la nuca o simplemente mirar a otro lado cuando un gato parece asustado con algo que no podemos ver en una esquina de la habitación.
Todo creador a soñado con vender su alma a Barbas, demonio de los mecanismos. Creamos el código morse para comunicarnos con el más allá o el radar para captar lo invisible. El propio Edison reconoció que trabajaba en una máquina   para comunicarnos con otras esferas y se dice que uno de los motivos de sus rencores con Tesla es que este estaba muy cerca de construir la caja espíritu un instrumento capaz de traducir las ondas electromagnéticas en voces humanas.  
Obsesionados con las predicciones y con conocer lo que acontecerá tendremos que recurrir a la Phillohodormacia (Phyllorhodomancy) de los antiguos griegos los cuales según el ruido y el olor que producen los pétalos de las flores así serán cumplidos sus deseos… o no.

Revista digital miNatura La Revista de los Breve y lo Fantástico
Asociación Cultural miNatura Soterrania
ISSN:2340-977
Directores:Ricardo Acevedo Esplugas y Carmen Rosa Signes Urrea
Editor:Ricardo Acevedo Esplugas
Portada:Spasm (2010) / Donald Caron (Canadá
Contraportada:Arachnophobia/ Carolina Bensler (España)
Diseño de portada: Carmen Rosa Signes Urrea
Las colaboraciones deben ser enviadas a: minaturacu@yahoo.es

SUMARIO:
01/ Portada: Spasm (2010) / Donald Caron (Canadá)
02/ FrikiFrases
03/ Editorial
05/ Convocatoria selección de textos para la revista Tiempos Oscuros nº4
08/ Entrevista. Omega 3; Ciencia Ficción fílmica a la cubana (Entrevista a su director Eduardo del Llano Rodríguez) / José Miguel “Yoss” Sánchez (Cuba)
22/ Póster: El ausente/ Andrés Casciani (Argentina)
23/ Sumario
24/ Miedo, Mentiras y Tinta China: Malas promesas/ Evandro Rubert (Brasil)
28/ Elvis ha abandonado el edificio/ Juanjo García del Pilar (España)
28/ Normas básicas para convivir con un poltergeist/ Jaime Magnan Alabarce (Chile)
29/ Tres de la madrugada/ Omar Martínez (Cuba)
30/ Otra vez/ Pablo Martínez Burkett (Argentina)
31/ El gemelo virtual de un espíritu real/ Odilius Vlak —seud.— (República Dominicana)
32/ Presentación muy especial/ Francisco José Segovia Ramos (España)
34/ Capas de vacío/ Paulo Brito (Portugal)
35/ Una extraña llamada telefónica/ Jason E. Rolfe (Canadá)
36/ La sonrisa envanecida/ Violeta Balián (Argentina)
37/ Las tres marcas/ Peter Domínguez (Puerto Rico)
38/ El Regreso Del Dr. Hesselius/ Salomé Guadalupe Ingelmo (España)
39/ Se abren Las Puertas del Infierno/ Tomas Pacheco Estrada (México)
40/ Descubierto/ Sarko Medina Hinojosa (Perú)
40/ Aducciones estelares/ Morgan Vicconius Zariah —seud.— (República Dominicana)
41/ Espíritus extraños/ Daniel Frini (Argentina)
42/ La anomalía y sus exterminadores/ Carlos Díez (España)
43/ Inmortalicidio/ Peter Domínguez (Puerto Rico)
44/ Anglerfish/ Sarko Medina Hinojosa (Perú)
44/ El concilio de los muertos/ Francisco José Segovia Ramos (España)
45/ Remesa de oraciones al más allá/ Odilius Vlak —seud.— (República Dominicana)
47/ Suave como la seda/ Carmen Rosa Signes Urrea (España)
48/ El andén/ Ma. del Socorro Candelaria Zárate (México)
49/ El despertador/ Francisco Manuel Marcos Roldán (España)
50/ ¡Arde cuerpo, arde!/ Morgan Vicconius Zariah –seud.- (República Dominicana)
51/ Orden/ William Ernest Fleming (España)
51/ Amor eterno/ Diego Galán Ruiz (España)
52/ Poder/ Sarko Medina Hinojosa (Perú)
52/ El espectro/ Francisco Manuel Marcos Roldán (España)
53/ El espejo antiguo/ Francisco José Segovia Ramos (España)
54/ El huésped marciano/  Morgan Vicconius Zariah –seud.- (República Dominicana)
55/ Luces/ William Ernest Fleming (España)
55/ Fenómenos paranormales/ Dolores Espinosa Márquez (España)
56/ Cuentos de Epicentros “Levitaciones”/ Graciela Marta Alfonso (Argentina)
57/ La orquesta/ Francisco Manuel Marcos Roldán (España)
58/ Inspiración/ Dolores Espinosa Márquez (España)
59/ La pareidolia obsesiva/ Francisco José Segovia Ramos (España)
60/ Duermevela/ Dolores Espinosa Márquez (España)
60/ Los nuevos inquilinos/ María L Castejón (España)
61/ Y al final/ Raúl A. López Nevado (España)
63/ El maldito en el espejo/ Carlos Enrique Saldivar (Perú)
64/ Una historia de café/ Manuel Santamaría Barrios (España)
64/ La raza lunar/ Mildred Rodríguez (República Dominicana)
65/ Mijail/ MenteImperfecta  -seud.- (Argentina)
66/ La Recámara de la Dama Roja/ Patricia Mejías Jiménez (Costa Rica)
67/ ¡GLUB!/ María José Gil Benedicto (España)
68/ Nochemala/ Ricardo Cortés Pape (España)
69/ Lo que nos ronda/ Carlos Enrique Saldivar (Perú)
70/ La Tumba de Hermes/ María Belén Montoro Cabello (España)
70/ Olvido/ J. Javier Arnau (España)
72/ Noche de Navidad/ Mildred Rodríguez (República Dominicana)
72/ Ectoplasma/ Raciel René Prat Primelles (Cuba)
72/ Crónicas del Eglorio: El caso Vincent Avok/ Sebastián Ariel Fontanarrosa (Argentina)  
73/ Esta casa no es de Dios/ Texy Cruz —seud.— (España)
74/ Seres/ J. Javier Arnau (España)
75/ Custodio/ Julieta Moreyra García (México)
76/ Cruce de caminos/ Manuel Santamaría Barrios (España)
77/ Consignatario de hacienda/ Juan Esteban Bassagaisteguy (Argentina)
78/ 19 Hz/ Gael Velasco Benito (España)
79/ Socorro/ Nicolás Jarque Alegre (España)
80/ Miradas/ Elena Fortanet (Argentina)
80/ Pesadilla/ Ricardo Manzanaro (España)
81/ Ese nombre/ Luciano Sebastián Doti (Argentina)
81/ El fantasma/ Gregorio Tienda Delgado (España)
82/ Quiero dormir y no puedo…/ Israel Santamaría Canales (España)
84/ Comic: Terrores infantiles/ José Manuel Puyana Domínguez (España)
85/ Artículo: De lo normal, lo anormal y lo paranormal/ Mari Carmen Caballero Álvarez (España)
94/ Artículo: Dos mansiones y un hotel encantado/ José Manuel Puyana Domínguez (España)
102/ Artículo: Lo Paranormal en la Ciencia Ficción/ Julieta Moreyra (México)
107/ Artículo: Ovnis. Fenómenos Paranormales En El Antiguo Egipto/ Esther María Hernández Hernández (España)
111/ La Biblioteca del Nostromo: Korad Revista digital de Literatura fantástica y ciencia ficción (abril-junio #17, 2014); TerBi Revista de la Asociación Vasca de Ciencia Ficción, Fantasía y Terror (julio, #9 2014); Planetas Prohibidos Revista de Ciencia Ficción, Fantasía y Terror (#9); Presencia Humana Magazine (#1); Visiones 2012 Antología de ciencia ficción, fantasía y terror; Dimensión B (La Pastilla Roja);  Fuenlabrada Steampunk. Fuenlabrada Fantástica (Kelonia Ediciones); Ficción Científica. Mundos: Dos años de Ficción Científica.
120/ Sobre los Escritores e Ilustradores
142/Sobre las Ilustraciones
143/Contraportada: Arachnophobia/ Carolina Bensler (España)

Sobre las Ilustraciones:
Pág. 01 Spasm (2010)/ Donald Caron (Canadá)
Pág. 02Friki Frases/ Carmen Rosa Signes Urrea (España)
Pág. 07Última cena/ Víctor Vélez (México);
Pág. 22El ausente/ Andrés Casciani (Argentina)
Pág. 24Fear, Lies & China Ink: Bad promises/ Evandro Rubert (Brasil)
Pág. 34Layers of emptiness/ Paulo Brito (Portugal)
Pág. 56Pleyade/ Graciela Marta Alfonso (Argentina)
Pág. 58Eclipse/ Richard Wright (Reino Unido)
Pág. 84Terrores Infantiles José Manuel Puyana Domínguez (España)
Pág. 143Arachnophobia/ Carolina Bensler (España)

Próximo tema:
UNIVERSO DUNE
Fecha de cierre: 25 de octubre


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Before the times of change, still is it so: By a divine instinct men's minds mistrust ensuing dangers; as by proof, we see the waters swell before a boisterous storm.
Ricardo III 2, 3 (Williams Shakespeare, 1591)

The term was coined by psychologist Max Dessoir (1867–1947) in Germany in 1889 and picked up by psychical researcher Emile Boirac (1851–1917) and used to refer to “All phenomena produced in living beings or as a result of their action, which do not seem capable of being entirely explained by already known natural laws and forces.” According to Boirac, the term “psychical” is not satisfactory because it is synonymous with “mental”. The prefix “para” denotes that it relates to exceptional, abnormal, paradoxical phenomena. The term found some acceptance in Germany during the establishment of psychical research.
The man has a very effective weapon: Classification with it locked in all that escapes of our limits and terrors that we can only grasp with soft ruffling in the neck or just look the other way when a cat thought scared about something we cannot see in a corner of the room.
Every creator dreamed of sell his soul to Barbas, Demon of the mechanisms. We create the morse code to communicate with the afterlife or radar to capture the invisible. Edison himself acknowledged that he worked in a machine to communicate with other spheres and it is said that one of the reasons for their grudges with Tesla is that this was very close to building housing Spirit one instrument capable of translating electromagnetic waves on human voices. 
Obsessed with predictions and we know what will happen to the Phillohodormacia recurir (Phyllorhodomancy) which the ancient Greeks as noise and odor produced by the petals of the flowers and their wishes will be fulfilled ... or not.

Magazine Of The Brief And Fantastic
Asociación Cultural miNatura Soterrania
ISSN: 2340-977
Directors: Ricardo Acevedo Esplugas y Carmen Rosa Signes Urrea
Editor: Ricardo Acevedo Esplugas
Main cover: Spasm (2010)/ Donald Caron (Canadá)         
Back cover: Arachnophobia/ Carolina Bensler (Spain)
Cover design: Carmen Rosa Signes Urrea

SUMMARY:
01/ Cover: Spasm (2010)/ Donald Caron (Canadá) 
02/ FrikiFrases
03/ Editorial
05/ Convocatoria selección de textos para la revista Tiempos Oscuros nº4
08/ Interview. Omega 3; Cuban Style Cinematographic Science Fiction (Interview to its director Eduardo del Llano Rodríguez)/ José Miguel “Yoss” Sánchez (Cuba)
21/ Poster: El ausente/ Andrés Casciani (Argentina)
22/ Summary
23/ Fear, Lies & China Ink: Bad promise/ Evandro Rubert (Brazil) 
25/ Elvis has left the building/ Juanjo García del Pilar (Spain)
25/ Basic rules for living with a poltergeist/ Jaime Magnan Alabarce (Chile)
26/ Three of the dawn/ Omar Martínez (Cuba)
27/ All over again/ Pablo Martínez Burkett (Argentina)
29/ The virtual twin of a real spirit/ Odilius Vlak (Dominican Republic)
30/ A special presentation/ Francisco José Segovia Ramos (Spain)
31/ Layers of emptiness/ Paulo Brito (Portugal)
32/ A Strange Telephone Call/ Jason E. Rolfe (Canada)
33/ That vain smile…/ Violeta Balián (Argentina)
34/ The Three Brands/ Peter Domínguez (Puerto Rico)
35/ Dr. Hesselius Returns/ Salomé Guadalupe Ingelmo (Spain)
36/ The Gates of Hell are open/ Tomas Pacheco Estrada (Mexico)
37/ Discovered/ Sarko Medina Hinojosa (Peru)
37/ Celestial abductions/ Morgan Vicconius Zariah –seud.- (Dominican Republic)
38/ Strange spirits/ Daniel Frini (Argentina)
38/ The anomaly and its exterminators/ Carlos Díez (Spain)
40/ Immortalicide/ Peter Domínguez (Puerto Rico)
41/ Anglerfish/ Sarko Medina Hinojosa (Peru)
41/ The council of the dead/ Francisco José Segovia Ramos (Spain)
42/ Prayers for The Beyond/ Odilius Vlak (Dominican Republic)
43/ Smooth as silk/ Carmen Rosa Signes Urrea (Spain)
44/ The platform/ Ma. del Socorro Candelaria Zárate (Mexico)
45/ Alarm clock/ Francisco Manuel Marcos Roldán (Spain)
46/ Burn body, burn!/ Morgan Vicconius Zariah –seud.- (Dominican Republic)
47/ Tideness/ William Ernest Fleming (Spain)
47/ Eternal love/ Diego Galán Ruiz (Spain)
48/ Power/ Sarko Medina Hinojosa (Peru)
48/ Spectrum/ Francisco Manuel Marcos Roldán (Spain)
49/ The old mirror/ Francisco José Segovia Ramos (Spain)
50/ The Martian guest/  Morgan Vicconius Zariah –seud.- (Dominican Republic)
51/ Lights/ William Ernest Fleming (Spain)
51/ Paranormal phenomena/ Dolores Espinosa Márquez (Spain)
52/ Tales of Epicenters "Levitations”/ Graciela Marta Alfonso (Argentina)
53/ The orchestra/ Francisco Manuel Marcos Roldán (Spain)
54/ Inspiratión/ Dolores Espinosa Márquez (Spain)
55/ Obssesive pareidolia/ Francisco José Segovia Ramos (Spain)
55/ Doze/ Dolores Espinosa Márquez (Spain)
56/ New tenants/ María L Castejón (Spain)
57/ And at the end/ Raúl A. López Nevado (Spain)
58/Comic: Terrores infantiles/ José Manuel Puyana Domínguez (Spain)
59/ Article: Than normal and abnormal what the paranormal/ Mari Carmen Álvarez Caballero (Spain)
67/La Biblioteca del Nostromo: Korad Revista digital de Literatura fantástica y ciencia ficción (abril-junio #17, 2014); TerBi Revista de la Asociación Vasca de Ciencia Ficción, Fantasía y Terror (julio, #9 2014); Planetas Prohibidos Revista de Ciencia Ficción, Fantasía y Terror (#9); Presencia Humana Magazine (#1); Visiones 2012 Antología de ciencia ficción, fantasía y terror; Dimensión B (La Pastilla Roja);  Fuenlabrada Steampunk. Fuenlabrada Fantástica (Kelonia Ediciones); Ficción Científica. Mundos: Dos años de Ficción Científica.
76/ About the Writers and Illustrators
88/ About illustrations
89/ Back cover: Arachnophobia/ Carolina Bensler (Spain)

About illustrations:
Pag. 01Spasm (2010)/ Donald Caron (Canada)
Pag. 02Friki Frases/ Carmen R. Signes Urrea (Spain)
Pag. 07Última cena/ Víctor Vélez (Mexico)
Pag. 21El ausente/ Andrés Casciani (Argentina)
Pag. 23Fear, Lies & China Ink: Bad promises/ Evandro Rubert (Brazil)
Pag. 31Layers of emptiness/ Paulo Brito (Portugal)
Pag. 52Pleyade/ Graciela Marta Alfonso (Argentina)
Pag. 54Eclipse/ Richard Wright (UK)
Pag. 58Terrores Infantiles/ José Manuel Puyana Domínguez (Spain)
Pag. 89Arachnophobia/ Carolina Bensler (Spain).

Next issue:
DUNE UNIVERSE
Closing date: october, 25





Acta del Jurado del XII Certamen Internacional de Microcuento Fantástico miNatura 2014

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ACTA DEL JURADO DEL XII CERTAMEN INTERNACIONAL DE MICROCUENTO FANTÁSTICO miNatura 2014

Reunidos los votos del Jurado del XII Certamen Internacional de Microcuento Fantástico miNatura 2014, formado por: 
Manel Aljama (Narrador)
Juan Guinot (Narrador)
Pablo Martínez Burkett (Narrador)
Odilius Vlak (Narrador)
Luís Oliver Guasp (Narrador y poeta)
Carmen Rosa Signes U. (Narrador)
Ricardo Acevedo Esplugas (Poeta y narrador)

Tras la lectura de los 264 cuentos, que provenientes de diferentes nacionalidades, a saber:
53 argentinos
2 bolivianos
10 chilenos
1 chino
18 colombianos
1 colombiano-venezolano
1 costarricense
10 cubanos
116 españoles
2 guatemaltecos
3 hondureños
27 mexicanos
1 mexicano- canadiense
3 panameños
5 peruanos
2 puertorriqueños
1 uruguayo
8 venezolanos


La Organización quiere agradecer el interés despertado por este certamen que lleva recorridos doce años desde su primera convocatoria. El nivel de participación ha enriquecido satisfactoriamente la labor del jurado que ha quedado satisfecho con la representación global de los textos que han llegado a la fase final del concurso.
El jurado del XII Certamen Internacional de Microcuento Fantástico miNatura 2014 proclama como ganador al cuento:
LA EXISTENCIA DE MARLENE  Seudónimo: Miguel Nelo Autor: Raúl A. López Nevado (España)
  La existencia de Marlene, es el trazo de un círculo imaginario perfecto por su tono poético, por el tiempo mítico en el que se expande lo narrado y por el drama cósmico que el personaje se ve destinado a encarnar, a vivir y superar, desde una experiencia vital intensamente humana. (Odilius Vlak, miembro del jurado y narrador)

El jurado destaca como finalistas los siguientes textos (la ordenación no implica puesto clasificatorio alguno debido a que los nombres de los autores aparecen por riguroso orden alfabético): 
EL PÁJARO ROJO Seudónimo: El hombre de hojalata Autor: Gabriel Bevilaqua (Argentina)
SIN RETORNO Seudónimo: Lady Macbeth Autor: Elisa de Armas de la Cruz (España)
AQUÍ ESTOY  Seudónimo: Markko Kivisen Autor: Daniel Frini (Argentina)
TRAS EL RESQUICIO Seudónimo: Walter Greulach Autor: Walter Gerardo Greulach (Argentina)
PRECAUCIÓN, ESTO ES UNA TRAMPA Seudónimo: AlejoIII Autor: Ricardo Guerra de la Peña (México)
DIN DON DIN Seudónimo: Deimos IV Autor: Rubén Ibáñez González (España)
LA ESPONJA Seudónimo: La Esponja Autor: Román Ignacio Ksybala (Argentina)
GRAND   GUIGNOL Seudónimo: Walmares Autor Sergio López Vidal (España)
SUPERPOBLACIÓN (o La Importancia de Llevar Protección Especial para el Brazo) Seudónimo: Wolfgang Amadeus Pérez Autor: Pere Josep Martínez Marqués (España)
UNIVERSO PLANO Seudónimo: Tmorán Autor: Ramón Mayo (Argentina)
FIYW  (Feel If You Want).  Seudónimo: Ahemir Autor: Ángel Santos Mirallas Espallargas (España)
PLENILUNIO Seudónimo: Sibila Autor: Julieta Moreyra García (México)
JUEGO DE NIÑOS Seudónimo: Sam Elowin Autor: Cristel Dannae Morón Laguna (Perú)
EL PRECIO DE LA PAZ Seudónimo: Paul W. Naval Autor: Pablo Navarro Valero (España)
El equipo redactor de la revista, como viene siendo costumbre, y siempre que el número de textos presentados por menores de 18 años de edad (hasta 17 años incluidos), con la finalidad de motivar la formación de las nuevas promesas literarias, ha decidido conceder mención especial al cuento:  
HUELLAS EN LA MADERA Seudónimo: Robin Autor: Dalia Torres Sánchez, 15 años (España)

En breve verá la luz el dossier especial de la Revista Digital miNatura dedicado al XII Certamen Internacional de Microcuento Fantástico miNatura 2014 (Revista Digital miNatura 138) en el que se podrán leer tanto el cuento ganador como los finalistas y la mención especial, todos ellos recibirán por correo electrónico, diploma acreditativo de su participación en el certamen.
Todos aquellos trabajos que no han sido seleccionados por el jurado serán destruidos, de forma que, en los próximos días, desaparecerán del blog quedando tan sólo en él el cuento ganador y demás textos destacados en esta edición del certamen, tal y como viene dispuesto en las bases del mismo.
Nuestro más sincero agradecimiento a los participantes por la acogida que sigue teniendo la convocatoria que viene a confirmar el interés que el microcuento fantástico tiene entre los escritores contemporáneos y que queda evidenciado por la calidad de los trabajos presentados. Os esperamos el año próximo en la edición número 13 de este certamen. Gracias a todos.
Ricardo Acevedo Esplugas
Carmen Rosa Signes U.
Directores de la Revista Digital miNatura
San Juan de Moró a 5 de octubre de 2014


Convocatoria de Nowevolution Relatos de ciencia ficción

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Introducción.

Nowevolution es empresa dedicada al mundo editorial y al desarrollo gráfico. Abogamos por la diversidad de contenidos a través de las obras de autores muy distintos. Nadamos contra corriente, buscamos editar obras auténticas y de calidad donde prime la originalidad huyendo de los trabajos diseñados por el marketing. En resumen: Creemos en la literatura.
Conócenos mejor en: http://www.nowevolution.net/
Dentro de la editoral existe un pequeño, pero entusiasta, grupo de escritores de ciencia ficción empeñados en señalar que el género está más vivo que nunca  y dispuestos a demonstrar que la ciencia ficción de habla hispana tiene mucho que decir. Un antiguo líder  militar dijo “divide y vencerás”, nosotros sabemos que la pluma es más fuerte que la espada y decimos: “La unión hace la fuerza”. Buscamos unir fuerzas entre varios autores y conseguir un volumen de relatos capaz de despertar la imaginación de nuestros lectores.

 

Convocatoria.

Nuestro proyecto: Lanzar un volumen de  relatos de ciencia ficción en formato físico. No, no somos anticuados, en absoluto. Pero sabemos que a los entusiastas del genero les apasiona atesorar los volúmenes en su estantería, especialmente si están firmados por los autores. Posteriormente lanzaremos una edición en formato electrónico. Los libros se venderán usando la tienda online de la editora, grandes superficies y la red de librerías concertadas. La edición electrónica se distribuirá por los siguientes canales: Tienda online de la editora, Amazon y Lektu. Se organizaran eventos de lanzamiento del libro conjuntamente con los autores. El volumen estará compuesto por selección interna de autores de la editora, autores invitados y esta convocatoria externa abierto a todos los que quieran participar.

¿Por qué relatos? Opinamos firmemente que dentro  de la ciencia ficción los relatos siempre han tenido un lugar destacado, además es la forma perfecta de reunir varios autores bajo la misma publicación y suministrarle al lector una gran variedad de estilos y temas.

¿Qué buscamos? Buscamos relatos de ciencia ficción, escritos en castellano con una extensión aproximada de 5000 palabras centrados en la ciencia ficción dura. Para esta convocatoria no se aceptaran otros géneros, el plazo límite de recepción de manuscritos se fija para el 10 de Enero de 2015. Los trabajos deben ser inéditos. Estamos abiertos a autores mayores de edad tanto con publicaciones en su haber, como a escritores noveles. Se acepta un único trabajo por autor.

¿Qué ofrecemos? Los autores elegidos en la convocatoria firmaran un contrato con Nowevolution, recibirán 10% sobre el PVP del libro (repartidos entre todos los autores seleccionados) y un ejemplar físico cada uno. Al compartir espacio con los autores especializados en ciencia ficción de la editora esperamos que esta iniciativa sirva como cantera de autores para la editorial.

¿Qué esperamos? Primeramente, que te esfuerces y envíes material bien trabajado. A los seleccionados  para el libro esperamos que se involucren en la difusión viral de la obra por los medios que tengan a su alcance (redes sociales, amigos, blogs) recordad: La unión hace la fuerza. El mundo muta constantemente y el  arte de las letras no es inmune a los cambios, ahora además de ser escritores nos toca involucrarnos en la difusión de la obra.

¿Te apuntas?  Envíanos la obra a convocatorias@nowevolution.net. Como asunto del correo: Convocatoria relatos ciencia ficción Nowevolution, en el cuerpo del relato Titulo, una breve descripción del relato de tres o cuatro líneas y datos personales: Nombre, nacionalidad, datos de contacto y correo electrónico. Los trabajos deberán estar en formato Doc o PDF en letra Arial 12 sin imágenes, marcos o elementos accesorios. En la cabecera debe aparecer el título del relato, autor y correo electrónico de contacto.
Todas las obras presentadas recibirán acuse de recibo y no se mantendrán contactos adicionales con el autor salvo en el caso de resultar seleccionado. La presentación al concurso implica la total aceptación de estas bases.
Nowevolution editorial

OMEGA 3; CIENCIA FICCIÓN FÍLMICA… A LA CUBANA (En castellano e inglés)

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 (Entrevista a su director, Eduardo Del Llano Rodríguez)

Por José Miguel “Yoss” Sánchez (Cuba)
Traducido por Lledó Martí (España)

Entrada del cine Charles Chaplin durante el estreno de Omega 3
Aunque los espectadores de la isla la adoren, al ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos) no parece gustarle mucho la ciencia ficción. Será tal vez por considerar (sin mucha razón) que producir un filme de este género requeriría recursos que exceden los de un pequeño país caribeño, o porque en la situación que vive Cuba  desde 1959 hablar del futuro podría ser bastante comprometedor…
El caso es que elementos de ciencia ficción sólo aparecen en unos pocos filmes cubanos, como La vida en rosa; Sueño tropical; y la segunda parte de Madrigalde Fernando Pérez. Más recientemente en Los desastres de la guerra, de Tomás Piard; y algunos insisten en que también en Juan de los Muertos, de Alejandro Brugués, aunque sea más de terror ¡zombies!
Al menos hasta este 20 de agosto, que tuvo lugar en el cine Charles Chaplin de 23 entre 10 y 12 el preestreno de Omega 3, segundo largometraje de Eduardo del Llano Rodríguez.
Este no es el debut cinematográfico de Eduardo; en 2012 ya había regalado al público cubano otro largometraje, Vinci. E incluso antes ya era bien conocido por los 10 cortos de su Decálogo de Nicanor y algunos otros cortos de ficción (por ejemplo, G2 y Casting) o documentales independientes, como GNYO, en el que hace la historia del famoso grupo humorístico Nos-Y-Otros (1982-1997) gracias precisamente al cual el nombre de este cubano nacido en Moscú en 1962 comenzó a ser familiar para el público cubano, hace ya tres décadas…. por cierto, casi el mismo tiempo que nos conocemos y, creo que puedo decirlo sin temor a exagerar, somos amigos, más que simples colegas en el mundo de la narrativa.
En estos años he tenido la oportunidad, incluso de hacerle alguna que otra entrevista… así que supongo que lo más difícil en esta será, precisamente, no repetirnos, ni entrevistador ni entrevistado.[1]

Revista digital miNatura:[2]Eduardo, para ir calentando los motores, una sencillita: tus comienzos en el arte fueron como escritor humorístico, faceta en la que muchos creemos que has logrado tus mayores éxitos, con múltiples premios y libros publicados que desaparecen de las librerías cubanas casi el mismo día de su presentación. Pero luego Nos-Y-Otros se convirtió en un grupo humorístico escénico y también te tocó hacer de actor, un rol al que todavía rindes homenaje con breves “cameos” en muchos de tus trabajos como director. Más tarde aún fuiste guionista, acumulando un amplio currículum de colaboraciones en tal calidad, con Daniel Díaz Torres, Gerardo Chijona y Fernando Pérez. Y finalmente te has convertido en todo un director de cine. ¿Te parece una evolución lógica para tus inquietudes como creador? Y ¿en cuál de estas cuatro disciplinas: literatura, actuación, guión o dirección te sientes hoy en día más a gusto?
Eduardo del Llano: Básicamente sigo siendo un escritor con la cara muy dura. Después de varios años learning by doing creo ser un director algo más que competente, un actor aceptable y un guionista profesional, pero continúo teniendo sentido de pertenencia, ya ves, al ingrato terreno literario. 

Revista digital miNatura:[3]Conozco tu afición por la ciencia ficción, literaria o fílmica. Sé que
póster Omega 3
has escrito numerosos relatos que podrían enmarcarse dentro de este género (he incluido al menos 4 en diversas antologías), y hasta alguna que otra novela juvenil a la que alguna vez te referiste como “afortunadamente inédita”. Pero, concretamente ¿qué te llevó a decidir que tu segundo largometraje fuese de ciencia ficción? ¿no chocaste con escepticismo y desconfianza contra el género dentro del ICAIC?
 Eduardo del Llano: De hecho tropecé con mucho más escepticismo y desconfianza fuera del ICAIC. Allí la gente ya me tiene por loco, lo raro sería que no me apareciera cada vez con algo inesperado.
 La preocupación siguiente, que también era mía, era si podríamos conseguir las locaciones, los materiales, los especialistas. Bueno, aparecieron todos. Aquí hay mucha gente con talentos raros que sueña con oportunidades así.

Revista digital miNatura:[4]Omega 3 podría definirse como una fábula sobre la intolerancia llevada a sus extremos… pero también como un divertimento, por momentos incluso en tono de farsa, sobre las consecuencias de preocuparse demasiado por la alimentación. ¿Qué piensas al respecto? Y, personalizando un poquito: ¿tuvo el hecho de que seas alérgico al huevo algo que ver con la génesis de tu cuento original, en el que luego basaste la película?
Eduardo del Llano: No estoy muy seguro en lo que atañe a divertimento y farsa, aunque sí en lo de intolerancia y hedonismo, ahí está la clave de la película.
 Tuvo que ver con una ex-suegra que empezó a coquetear con la Macrobiótica estando enferma de cáncer, lo que es comprensible, y que siguió coqueteando con ella después de curarse, lo que ya lo es menos. Creo que hay que tener una alimentación sana y balanceada, entendiendo balanceada como la palabra clave. George Harrison y Linda McCartney eran veganos, no fumaban, vivían una vida sin estrés… y murieron de cáncer antes de los 60; Keith Richards se ha metido de todo y sigue ahí. Da que pensar, ¿no? Después que veamos la primera generación de Veganos o Macrobióticos viviendo 150 años, empezaré a creer. Entretanto, digo con Frank Delgado que hay que darle al cuerpo lo que te pida, aunque sea candela. Y aprovecho aquí para zaherir levemente a mi entrevistador: no tomas alcohol, macho, y eso puede tener sentido si hablamos de aguardientes, pero en lo tocante al vino… vaya, no tienes idea de lo que te estás perdiendo.

fotograma de Omega 3
Revista digital miNatura:[5]Normalmente, la ciencia ficción cinematográfica solemos asociarla a deslumbrantes y costosísimos efectos especiales postproducciones; de hecho, en el discurso de presentación de Omega 3el miércoles 20 de agosto en el cine Chaplin mencionaste como ejemplo a Pacific Rim. ¿No te asusta un poco que el público cubano compare tu filme con esos referentes tan visualmente impactantes? Háblanos de los efectos especiales digitales y la postproducción de tu película, a cargo de Jorge Céspedes. ¿Lo supervisaste de cerca o le diste relativa libertad para crear? ¿cómo lo contactaste y qué tal fue trabajar con él?
 Eduardo del Llano: Que comparen es inevitable, pero la película tiene los efectos que necesita. Stalker no tiene ninguno, y es un clásico. Por demás, la historia de Omega 3 es infinitamente superior a la de Pacific rim.
 Céspedes ya había convertido a Osvaldo Doimeadiós en un lisiado sin brazos ni piernas en mi corto Exit, y aun antes, en Pas de Quatre, a un viejo botero quieto en los estudios de Cubanacán en un taxi que se mueve por La Habana; en Vinci también pulió algunos detalles. Me lo presentó por allá por 2009 Alejandro Pérez (Compota) el insigne Director de Fotografía, que trabajó conmigo en nueve de los diez cortos de Nicanor.
 Céspedes es un nerd en toda la línea, sospecha de cuanto no es digital. Pero es brillante en lo suyo: en un plano de Omega, por ejemplo, le pedí que pusiera un láser cerrando una herida. Bueno, hizo bastante más que eso: diseñó y construyó en su ordenador todo un complejo aparato médico futurista. Y así fue con cada plano a su cuidado. Yo soy muy exigente y probablemente insoportable, pero haber dirigido a los Nos-y-Otros desarrolló mi don de líder, de espolear a la gente hasta un centímetro antes de que estallen. Y funciona.

Revista digital miNatura:[6] En el filme hay una notable secuencia en dibujos animados, lograda a partir de la actuación de personas reales por el método conocido como rotoscopía. Es la primera vez que esta técnica se utiliza en Cuba, pese a la larga tradición de animación que existe en nuestro país… aunque sólo recientemente, con Meñique, de Ernesto Padrón, hayamos incursionado en la animación 3D. Sé que el dibujante, historietista y animador Luis Arturo Palacios fue uno de los encargados del fragmento animado de Omega 3. Cuéntanos de esta experiencia y si crees que tendrá trascendencia para la historia del cine cubano… ¿y continuadores?
 Eduardo del Llano: El grupo principal lo conformaban Palacios, Alejandro Rodríguez y Lidia Morales. Al comienzo trabajaron con cierta lentitud, pues aún daban los toques finales a Meñique, pero luego aceleraron. Mi plan era tener la película lista en junio y ellos empezaron a trabajar desde noviembre, o sea, dispusieron de algo más de seis meses. Fueron muy creativos. Si uno se fija bien, prácticamente en cada plano de la secuencia hay detallitos interesantes. Y los seis primeros planos de presentación del supermercado futurista en que se desarrolla la escena fueron completamente nuevos, es decir, no filmados previamente con actores: ahí todos, en particular Palacios, se pusieron como niños con un juguete nuevo. Hay que entender que estos muchachos son devoradores de películas de CF, tienen las paredes de sus sitios de trabajo cubiertos de pósters que van de Underworld a Pacific Rim, pasando por Harry Potter y Riddick, de manera que la posibilidad de trabajar en algo del género los galvanizó a todos.

Escena del rodaje
Revista digital miNatura:[7]Existían grandes expectativas sobre Omega 3; la acogida de los que asistieron a su preestreno puede calificarse de entusiasta sin temor a exagerar. Entonces ¿cuál crees que sea la reacción del gran público cubano a tu filme? ¿y de la crítica cinematográfica nacional?
 Eduardo del Llano: Por lo pronto, cierto vaticinio previo en el sentido de que la gente se levantaría y saldría a los 20 minutos porque no iba a entender la película resultó falso.
 Mira, no es una película para mayorías, como no lo fue Vinci. Y hay cierto resquemor y quizás cierta envidia en estudiantes de cine, escritores de CF y críticos que les impide elogiar abiertamente una película cubana, en particular en un género donde la competencia hollywoodense es tan dura. Ahora bien, yo estoy convencido de que he hecho la nueva Blade Runner (que, por cierto, se convirtió en película de culto años después de su estreno, y al principio fue desdeñada por la crítica).

Revista digital miNatura:[8] El estreno de Vinci en 2012 estuvo envuelto en polémicas, relacionadas sobre todo con la exclusión del filme del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de ese año… según se dijo, por no abordar una problemática regional. ¿Piensas que Omega 3 caerá en el mismo saco, empujada por falsos purismos? O, incluso, siendo un provocador nato, como buen humorista ¿tuviste muy en cuenta esta posibilidad a la hora de filmar este tu segundo largometraje?
Eduardo del Llano: Lo pensé, naturalmente, pero la razón principal para hacer la película fue que creí tener una muy buena historia entre manos y que estoy convencido de que el cine cubano, sin dejar de tocar temas medulares de la cotidianeidad, debe abrirse además al cine de género.
 ¿Si la aceptarán en el Festival de la Habana? No sé, espero que sí. El director del Festival, Iván Giroud, ya la vio y le gustó mucho.

Revista digital miNatura:[9] En tu doble carácter de escritor y director, a menudo llevas a la pantalla textos tuyos, incluso ya publicados. ¿Escribes entonces guión, a pesar de todo, o usas el cuento como referente directo para filmar? ¿Cómo hiciste, en concreto, para Omega 3?
Eduardo del Llano: Escribo guión, por supuesto, pues este es un instrumento no sólo para mí, sino para el fotógrafo, la producción, el vestuario… en fin, para todos los departamentos. Un productor con sólo leer el cuento no puede saber si hay tres o diecisiete escenas nocturnas. Por demás, el cuento tiene apenas cinco páginas, y personajes clave como Ana la Ollie no aparece en él. Cuando me decidía a ir adelante con el proyecto, escribí una primera versión del guión en que aparecía un montón de personajes y situaciones nuevas. Ahora bien, el contar con una fuente literaria –y propia, además- es siempre una ventaja porque ya existe una estructura dramática previa.

fotograma de Omega 3
Revista digital miNatura:[10] Se dice que algunos directores tienen “actores fetiche”. Carlos Gonzalvo, muy familiar para el público cubano por su humorística interpretación del Profesor Mentepollo en el espacio televisivo Déjame que te cuente, trabajó ya contigo en Vinci, y ahora es uno de los protagonistas de Omega 3. Cuéntanos de tus experiencias con este actor.
Eduardo del Llano: Carlitos trabajó conmigo en Vinci, Casting, Omega 3 y No somos nada, un corto de próxima aparición. Es un actor estupendo y, aunque no exactamente guapo, tiene una presencia muy interesante en pantalla. Es muy dúctil, entiende de inmediato lo que quiero y me ayuda a traducirlo a los otros actores, porque conoce el lenguaje del teatro mejor que yo. En todas esas películas fue el actor que tuve en mente desde el principio, escribí los personajes pensando en él.

Revista digital miNatura:[11]¿Qué significó para Eduardo del Llano como director trabajar con un actor tan sólido y experimentado como Héctor Noas? Alguien que incluso había ya incursionado dentro de la ciencia ficción, en la recordada serie televisiva Shiralad, a principios de los 90.
Eduardo del Llano: Héctor también fue mi primera opción para el personaje del oficial Mac. En esos momentos no vivía en Cuba, pero se comprometió con el personaje nada más leer el guión. Gonzalvo, en particular, estaba exultante ante la posibilidad de trabajar con él, lo admira mucho. Fue muy fácil montar sus escenas, es la clase de actor inteligente que se construye enseguida su cadena de acciones y redondea y mejora lo que como director hayas podido indicarle.

Revista digital miNatura:[12]Siguiendo con el fetichismo y las personalidades; en Omega 3 la
El entrevistador junto a uno de los props del film.
música la hizo Osvaldo Montes, uno de los más famosos compositores argentinos para cine. Y en algunos temas tocó la guitarra nuestro común amigo Dagoberto Pedraja, que ya había trabajado contigo en G2 y en otras obras. Cuéntanos sobre la experiencia de trabajar con semejante par de monstruos musicales.
Eduardo del Llano: Genial. Osvaldo es un músico fabuloso, todoterreno, con una vena rockera que se abrió por completo en este trabajo. El Dago y él hicieron buenas migas. Hay fragmentos en el making y en el clip musical del tema Omega 3 (el rock a lo Cream de los créditos iniciales) donde se nos ve a los tres trabajando. Fue una gozada absoluta, pues yo, aunque alevosamente desafinado, suelo tener buenas ideas para la producción musical, qué arreglos me suenan en la cabeza, que ahora haya un solo de este instrumento, que aquí entre la pandereta, esas cosas.

Revista digital miNatura:[13]Esta es la clásica pregunta con la que en una entrevista te avisan subliminalmente de que se está acabando… pero, no te relajes, que todavía falta un poco: ¿Tras Omega 3, qué? ¿Tienes proyectos fílmicos futuros? ¿continuarás con la ciencia ficción, o será tu próxima elección algún género igual de preterido… digamos el terror o la fantasía heroica?
Eduardo del Llano: Mi próximo proyecto de largometraje es un falso documental a lo Zelig, la obra maestra de Woody Allen. Una historia absolutamente diferente, claro está, pero con esa estética. Por cierto, ambientada en Cuba, en un momento concreto del siglo pasado.
 Sin embargo, no voy a abandonar completamente el mundo de Omega 3. Arturo Palacios y yo trabajamos en un comic ambientado en ese universo. Se llama El día de la Ira y el personaje principal es una Car (carnívora); concretamente, la exesposa de Nick el Veg.

Y ahora ya relájate, pero no del todo, que viene la ráfaga de preguntas. Muchas de las respuestas ya las conozco, y probablemente hasta las hayas escrito en decenas de entrevistas, pero otras… bueno, ya verás. A que te sorprendo…[14]

Si pudieras viajar en el tiempo ¿a qué personaje histórico te gustaría conocer y qué le preguntarías… o le harías?[15]
A Marilyn Monroe. Me encantaría discutir con ella acerca de la repoblación forestal de Sudáfrica.

Para mantener el tono diétetico de Omega 3: ¿Carne o pescado?[16]
Carne.

¿Cuál es tu peor pesadilla? Y no se vale poner que nadie vaya a ver Omega 3, que conste…[17]
Rendirme. Ser un anciano opaco aconsejando prudencia a la juventud.

Si tuvieras que ir a pasar una temporada en una isla desierta ¿qué 5 cosas te llevarías?[18]
 Un sincrofasotrón, para presumir ante los náufragos de islas aledañas. Tres revistas porno. Un libro de Tom Sharpe, Terry Pratchett o Luis Piedrahita.

Como fanático de la ciencia ficción: ¿Star Wars o Star Trek?[19]
Star Wars, indiscutiblemente.

Seguimos con ciencia ficción, pero ahora en el cine: ¿qué película del género es tu favorita y cuál (o cuáles) no volverías a ver ni aunque te pagaran?[20]
 Mi favorita es Blade Runner.
 Supongo que no hay ninguna tan mala para no querer volver a verla y aprender algo de ella. Sabes que colecciono malas películas (Plan 9 from outer spacey cosas así) pues de tan malas se convierten en buenas. Dicho eso, sagas como Iron man y Transformers me parecen verdaderas inmundicias.

Para mantenernos al paso de los tiempos: cine en 3D ¿sí o no? [21]
 Sí que lo haya. Personalmente no me gusta, me mareo.

¿Título del último libro que has leído?[22]
 Me releí los Apócrifos de Karel Capek. Lo máximo.

¿Qué tipo de música prefieres escuchar? Con una coda: ¿qué opinas del reggaetón? (Risas)[23]
 Rock de los 50, 60 y 70, o rock posterior que suene así. Jazz viejo. Canción de autor en español, desde Silvio a Sabina, pasando por Leo Masliah, Frank Delgado y Calle 13. Y una tajadita de música clásica como postre.
 El reguetón es una mierda, pero, por suerte para muchos, la coprofagia no es un delito tipificado en el Código Penal.

Si pudieras tener un único superpoder ¿cuál sería? [24]

Destruir las aduanas. Sería Travelman.

Si pudieras elegir entre filmar una película con Steven Spielberg como productor, o curarte para siempre de tu sempiterna alergia al huevo y poder empezar a disfrutar de helados y cakes a mansalva ¿cuál opción escogerías? [25]
 Filmar con Spielberg, por supuesto.

¿Qué pregunta siempre has querido que te hagan en una entrevista y nadie nunca da pie con bola con ella? Y respóndela, de paso.[26]
¿Cuál es tu primer recuerdo?
Un sueño que tuve a los tres años. Corría a lo largo de un pasillo con carapachos de carey colgados en las paredes.

Y, como se dice en inglés, last but not least; la más personal de todas. ¿Qué se siente siendo abuelo a los 52? De verdad… [27]
 Tengo un amigo de 41 años que va a ser abuelo antes de diciembre.
 Mira, es conmovedor sentir que tus hijos no sólo crecieron, sino que se están reproduciendo. Entiendes al fin que en una manada ya serías un estorbo; menos mal que no somos de esa clase de animales. Pero sobre todo sientes un inmenso orgullo, una dulzura a prueba de balas.

22 de agosto de 2014





Sobre el Entrevistado:[28]
Eduardo del Llano (Moscú, URSS, 1962)
Escritor, guionista, director de cine.
Estudié en la Escuela Vocacional Lenin.
Licenciado en Historia del Arte en la Universidad de la Habana en 1985.

Obra cinematográfica (Resumen):
Guionista de Alicia en el pueblo de maravillas de Daniel Díaz Torres (ICAIC, 1991). Premio del Jurado Católico y Premio por la Paz en la Berlinale, 1991.
Guionista de chistes breves para filminutos (animación) números 25, 29, 34, 48, 49, 59 (ICAIC).
Guionista de Kleines Tropikana de Daniel Díaz Torres (ICAIC-BMG, 1997). Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en 1997, Premio del Público en el IFFI Innsbruck 1998. Nominada a los Premios Goya como mejor película extranjera de habla hispana en 1997.
Guionista de La vida es silbar de Fernando Pérez (ICAIC, 1998) Guion premiado en el Sundance Institute en enero de 1998. La película obtuvo, entre otros premios, un Goya a la mejor película extranjera de habla hispana en 2000.
Guionista de Hacerse el sueco de Daniel Díaz Torres (ICAIC-KINOWELT, 2000). Premio del público en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, la Habana, 2000.
Guionista y director de Omega 3 (ICAIC, 2014)
Obra literaria (Resumen)
Aventuras del caballero del Miembro Encogido (novela, en colaboración con NOS-Y-OTROS) editorial Abril, 1993.
Los doce apóstatas (novela) editorial Letras Cubanas, 1994.
Basura y otros desperdicios (cuento, en colaboración con Luis Felipe Calvo) editorial Letras Cubanas, 1994.
Virus (novela, en colaboración con Luis Felipe Calvo) editorial Abril, 1994.
Cuentos de relaxo I y II (cuento, en colaboración con NOS-Y-OTROS) editorial Abril, 1992.
Nostalgia de la babosa (poesía) editorial Abril, 1993.
El elefantico verde (cuentos y fábulas para niños) editorial Abril, 1993.
Criminales (cuentos de ciencia-ficción) editorial Abril, 1994.
La clessidra di Nicanor (novela) editorial Giunti, Firenze, Italia, 1997.
El beso y el plan (cuento) editorial Letras Cubanas, 1997.
Obstáculo (novela) editorial Letras Cubanas, 1997.

Sobre el Entrevistador:  [29]
José Miguel “Yoss” Sánchez (La Habana, Cuba, 1969)

Licenciado en Ciencias Biológicas en la Universidad de la Habana, en 1991, comenzó a escribir literatura a los quince años. Actualmente se dedica profesionalmente a escribir todo tipo de textos, desde ficción a artículos periodísticos. Fundador de los talleres literarios de ciencia ficción Espiral y Espacio Abierto. Graduado en técnicas narrativas del primer concurso (1998-1999), del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Ha impartido talleres de narrativa en Chile, España, Italia, Andorra y Cuba.
Ha asistido a varias convenciones internacionales de ciencia y ficción y fantasía, celebrados en Francia, en 2002, 2003 y 2004. Integra, desde 1994, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y desde 2007 es vocalista del grupo de rock tenaz.


Sobre la Entrevistadora:[30]
Lledó Martí Urrea (Castellón, España, 1988) traductora e interprete, fan de la literature y el cine de ciencia ficción y misterio, y escritora en sus ratos libres.












[1]Although Cuban public loves Science Fiction, the ICAIC (Cuban Institute for Cinematographic Arts and Industry) doesn’t seems to like it very much. They could (unjustifiably) consider that producing this kind of films would require resources which exceed the possibilities of a small Caribbean country, or that talking of a future in the actual Cuba could be compromising…
The point is that Science Fiction elements only appear in few Cuban films, such as La vida en rosa; Sueño tropical; and the second part of Madrigal from Fernando Pérez. Recently, we can find these elements also in Los desastres de la guerra, from Tomás Piard; and some people insist that they are in Juan de los Muertos, from Alejandro Brugués, too, despite of being closer to an horror film, zombies!
At least this was the situation until the 20th August 2014, in which Omega 3, the second full-length film from Eduardo del Llano Rodríguez, was previewed in the Cinema Charles Chaplin from 10 to 12.
This isn’t Eduardo’s cinematographic debut. In 2012, he released another film, Vinci. Moreover, he was already known for his 10 short films from Decálogo de Nicanor and other fiction short films (such as, G2 and Casting). However, thanks to his independent documentaries, as GNYOK, in which Nos-Y-Otros (1982-1997) –the famous humoristic group appears–, the name of this Cuban born in Moscu in 1962 became familiar to the Cuban public three decades ago.
By the way, I think that I can say without exaggerating that at the time we meet for the first time, we are friends, more than simply colleagues in the narrative world.
In these years I had the opportunity to interview him many times before… so I suppose that the most difficult thing this time will be, precisely, not to repeat ourselves.
[2]miNatura Magazine: Eduardo, to warm-up, a simple question: your early art works were as humoristic writer, a facet in which many people think that you achieved your success, with various awards and books that fast disappear from Cuban book shops from their very presentation day. Nevertheless, Nos-Y-Otros became a theater humoristic group and you played as actor, a role in which you still make some cameos in some of your works as director. Later, you become scriptwriter with a vast CV of quality collaborations, with Daniel Díaz Torres, Gerardo Chijona and Fernando Pérez. Finally, you have become a film director. Do you think this a logical evolution as creator? And, ¿in which of these four disciplines: literature, performance, script or direction you feel more comfortable?
Eduardo del Llano: Basically, I am a writer with some cheek. After some years of learning by doing I think am a competent director, an acceptable actor and a professional scriptwriter, but I still do not feel like in the field of literature.
[3]miNatura Magazine:I know of your interest in Science Fiction, both in literature and films. I know you have write various Science Fiction stories (I have included at least 4 in some anthologies), and even some youth novels to which you referred as “fortunately unpublished”. But, specifically, what make you decide to produce a Science Fiction film as your second long-length cinematographic work? Didn’t you faced the skepticism and mistrust for this genre from the ICAIC?
Eduardo del Llano: In fact I did find more skepticism and mistrust from outside the ICAIC. There people already think that I’m a fool. The strange thing would be that I din’t appear there with something unexpected.
The following preoccupation, which was also mine, was if we could find the locations, materials, specialists. Well, they all appeared. Here there are a lot of people with strange talents who look after such an opportunity.
[4]miNatura Magazine: Omega 3 could be defined as a fable about the intolerance taken to the extreme… but also as entertainment, and in some extend also as farce, about the consequences of being so much concerned about food. What do you think about this? And, getting a bit more personal: Is related the fact of being allergic to eggs to your original story in which you based the film?
Eduardo del Llano: I’m not sure regarding the entertainment or farce, but I’m regarding to intolerance and hedonism. There you have the key of the film.
My former mother-in-law started to flirt with macrobiotics when she had cancer, which is understandable, and she continued once she was recovered, which is not so understandable. I think that a healthy and balanced diet is good, understanding balanced as keyword. George Harrison and Linda McCartney were vegan, didn’t smoke, lived a life without stress… and they died of cancer before 60; Keith Richards used all kind of substances and there she is. It makes us think, isn’t it? After seeing the first generations of vegan or macrobiotic living 150 years, I will start to believe. In the meantime, I’m with Frank Delgado, we should give to the body what it asks, even if it’s heath and rhythm. I take here the opportunity to upbraid a little bit my interviewer: you don’t drink alcohol, dude, and this could have sense when talking about liquors, but when talking about wine… well, you don’t know what you are missing.
[5]miNatura Magazine: Normally, we use to link cinematographic Science Fiction with expensive and stunning post-production special effects; in fact, in Omega 3’s presentation speech on Wednesday the 20th August in Cinema Chaplin you mentioned Pacific Rim as an example. Aren’t you a bit afraid that the Cuban public would compare your film with such visually stunning referents? Talk us about the digital effects and postproduction in your film, work of Jorge Céspedes. Did you supervised it closely or did you give him freedom to create? How do you contact him and how was working with him?
Eduardo del Llano: People will inevitably compare, but the film has the effects needed. Stalker has no effect and it’s a classic. Besides, Omega 3 storyline is much better than Pacific Rim. Céspedes has already make Osvaldo Doimeadiós a disabled without arms and legs in my short film Exit, and before, in Pas de Quatre, he transformed an old motionless vehicle in the Cubanacán studios in a taxi driving through La Habana; in Vinci he also polished some details.  Alejandro Pérez (Compota), the notable Photography Director, with whom I work in nine of the ten short films of Nicanor, introduced me to him in 2009.
Céspedes is a nerd, he suspects of everything that isn’t digital. But he is brilliant: in a scene of Omega 3, for example, I asked him to put a laser to close a wound. Well, he did more than that: he designed and built in his computer a futurist complex medical engine. And he did so in all the scenes he worked in. I am very demanding and probably unbearable, but having directed Nos-y-Otros helped me to develop my leadership skills, to spur people to the limit. And it works.
[6]miNatura Magazine: There is a notable cartoon scene in the film, made from the performance of real people through rotoscoping. This is the first time this method is used in Cuba, despite the vast tradition of animation in our country… However, only recently, with Meñique, from Ernesto Padrón, there is 3D animation. I know that the cartoonist and draughtsman Luis Arturo Palacios was one of the people in charge of Omega 3. Talk us about this experience and if you think that it could have significance in Cuban cinema’s history… and followers? 
Eduardo del Llano: The main group was formed by Palacios, Alejandro Rodríguez and Lidia Morales. In the beginning, they worked slowly, because they still had to finish Meñique, but they speeded up later. My plan was to finish the film on June and they started to work from November, so they had a bit more than six months. They were very creative. If you pay attention, there are interesting details in practically each scene. And the first six scenes of the presentation of the futurist supermarket are completely new and no filmed by any actor before: all the members, especially Palacios, were really enthusiastic about. This people really like Sci-fi films, they have the walls of their offices covered by posters from Underworld to Pacific Rim, from Harry Potter to Riddick, and the possibility to work in something of this genre galvanized them.
[7]miNatura Magazine: There were big expectation about Omega 3; there was an enthusiastic welcome without exaggerating. What do you think would be the reaction of the Cuban audience to this film? And the national critics?
Eduardo del Llano: I, for one, expected that people would stand up and leave in the first 20 minutes because no one will understand the film, but I was wrong.
This is not a film to the great audience, at least not as Vinci. And the resentment and, maybe envy, from cinema students, Sci-fi writers and critics don’t allow them to praise openly a Cuban film, particularly in a genre where Hollywood’s rivalry is so hard. However, I am convinced that I made the new Blade Runner (which, by the way, became a worship film years after its first release and, in the beginning, it was disdained by the critics).
[8]miNatura Magazine: The premier of Vinci in 2012 was polemic regarding the exclusion of the film from the Festival of the New Latin-American Cinema of that year… As it was said, because it didn’t treat a regional problematic. Do you think that Omega 3 will be neither included, pushed by false purisms? Or, even, being an agitator, as a good humorist is, did you take into account this possibility when shooting your second long-length film?
Eduardo del Llano: I did think so, of course. But the main reason to make this film was that I thought to have a good story and that I am convinced that Cuban cinema should open to genre films without forgetting about the daily themes.
They would accept it in the Festival of La Habana? I don’t know, I hope so. The director of the Festival, Iván Giroud, has already seen it and he liked it very much.
[9]miNatura Magazine: In your double role of writer and director, you often film some of your texts, even the published ones. Do you write script or do you use your story as direct referent to film? Concretely, what did you do with Omega 3?
Eduardo del Llano: I write script, of course, because it is an instrument not only for me, but for the photography, production, clothing specialists… All the departments. A producer can’t know if there are three or seventeen night scenes reading only the story. Besides, the story has only 5 pages and key characters as Ana la Ollie doesn’t appear. When I decided to go on with the project, I wrote a first version of the script where there were a lot of characters and new situations. Nevertheless, having a literary source –my own source– is always an advantage, because there is always a dramatic structure before.
[10]miNatura Magazine: Some directors say that they have “fetish actors”. Carlos Gonzalvo is a very famous actor for the Cuban public thanks to his humoristic performance of Profesor Montepollo in the TV show Déjame que te cuente. He already worked with you in Vinci and now he is one of the main characters in Omega 3. Tell us your experience with this actor.
Eduardo del Llano: Carlitos worked with me in Vinci, Casting, Omega 3 and No somos nada, a short film which will appear soon. He is a great actor and, although he is not exactly handsome, he has a very interesting presence in the screen. He adapts himself, understands immediately what I want and helps me to translate it to the rest of the actors, because he knows the theater language better than me. In all those films he was the actor I had in mind from the very beginning, I thought about him when writing the characters.
[11]miNatura Magazine: What did working with Héctor Noas, a strong and experienced actor, mean for Eduardo del Llano as director? He had already worked in Science Fiction works, as the known TV series Shiralad in the early 90’s.
Edurado del Llano: Héctor was my first option for the character of Official Mac, too. He didn’t live in Cuba in that time, but he committed with the character as soon as he read the script. Particularly, Gonzalvo was excited to work with him, he admires him very much. Editing his scenes was very easy, since he is the kind of intelligent actor who immediately builds his actions and polishes the indications you give him as director.
[12]miNatura Magazine: Continuing with fetishism and personalities; in Omega 3 Osvaldo Montes, one of the most famous Argentinean composers for cinema, was in charge for the music. In some musical themes Dagoberto Pedrajo, a friend we have in common, played the guitar. He also collaborated with you in G2 and other works. Talk us about the experience of working with such great musicians.
Eduardo del Llano: Great. Osvaldo is a fabulous musician, with a rocker vein, who opens himself in this work. Dago and he got along. There are some pieces in the making and the musical clip of Omega 3’s theme (the Cream rock of the initial credits), where you can see us three working. It was a great experience, because I use to have good ideas in the musical production although I am a bit out of tune: the arrangements that sound in my mind, a solo of an instrument, those kind of things.
[13]miNatura Magazine: This is the classical question in an interview with which subliminally we indicate that it is getting to its end… but, don’t relax, we still have a bit: what are you going to do after Omega 3? Do you have some film projects? Will you continue in Science Fiction, or will you choose other genre… let’s say, horror or heroes fantasy?
Eduardo del Llano: My next long-length project is a false documentary similar to Zelig, the masterwork of Woody Allen. An absolutely different story, of course, but with this aesthetic. By the way, the set will be Cuba, somewhere in the past century.
Nevertheless, I am not going to leave completely Omega 3’s world. Arturo Palacios and I work in a comic set in that universe. The title is El día de la Ira and the main character is Car (carnivorous); concretely, the ex-wife of Nick el Veg.
[14]And now take it easy, but only a little bit, because there it is a series of questions. I already know much of the answers, and probably you already wrote them in dozens of interviews, but other… Well, let’s see. I may surprise you…
[15]If you could travel across time, which historic character would you like to meet and what would you ask him or her…, or what would you do to him or her?
Marilyn Monroe. I would love to discuss with her about the reforestation in South Africa.
[16]In order to maintain the dietetic tone of Omega 3: what do you prefer, meat or fish?
Meat.
[17]Which is you worst nightmare? And we won’t accept that nobody should see Omega 3…
Surrender. Being an old man who advises youngsters to be cautious.
[18]If you would have to spend some long time in a deserted island, which 5 things would you take with?
A synchrophasotron, to show off to other close islands’ castaways. Three porn magazines. A book of Tom Sharpe, Terry Pratchett or Luis Piedrahita.
[19]As a Science Fiction fan: ¿Star Wars o Star Trek?
Star Wars, indisputably.
[20]Continuing with Science Fiction, but now in cinema: what is your favorite film of this genre and what film would you never see again?
My favorite is Blade Runner.
I suppose that there is no such a bad film that I would never see again and learn something new about. You know I collect bad films (Plan 9 from outer space and such things) because they are so bad that become good. Having said that, I find awful sagas such as Iron man and Transformers.
[21]In order to keep updated: 3D cinema, yes or not?
Of course there should be. Personally, I don’t like it, it makes me dizzy.
[22]Which is the last book you read?
I re-read Apocryphal Tales of Karel Capek. Incredible.
[23]What music do you prefer? As coda: what do you think about reggaeton? (haha)
50’s, 60’s and 70’s rock, or later similar rock. Old jazz. Spanish songwriter songs, from Silvio to Sabia, but also Leo Masliah, Frank Delgado and Calle 13.  And a little bit of classical music. I find reggaeton is a shit, but, luckily, coprophagia is a crime.
[24]If you could have a superpower, which one would be?
Destroying  Customs. I would be Travelman.
[25]If you could choose between filming with Steven Spielberg as producer, or recovering of your eternal allergy to eggs and being able to enjoy ice-creams and cakes, which would be your choice?
Filming with Spielberg, of course.
[26]Which question have you always wanted to be asked in an interview and no one has ever asked you? And, please, answer it.
Which is you first memory?
A dream I had when I was three. I run through a corridor with carey shells on the walls.
[27]And last but not least; the most personal question of all. What does being a 52-years-old- grandfather feels like? Really…
I have a friend who is 41 and is going to be grandfather before December.
It is moving that your children not only grew up, but they are also reproducing. You understand then that in a pack you would be an impediment; lucky for me we aren’t that kind of animals.
But above all I feel and immense pride, an indestructible delight
22nd August 2014
[28]Eduardo del Llano Rodriguez (born 9 October 1962 in Moscow, USSR) is a Cuban writer, university professor, film director, producer and screenwriter.
Del Llano graduated with an Art History degree from the University of Havana in 1985. In 1982 he founded the comedy theatre and literary quartet NOS-Y-OTROS that existed until 1997. From 1990 to 1995 he taught History of Latin American art and History of Photography at the Faculty of Arts and Letters at the University of Havana.
As writer::
Los doce apóstatas (1994); Nostalgia de la babosa (1993) (poesía); El elefantico verde (literatura infantil), (1993).Criminales (cuentos), (1994); La clessidra di Nicanor (1997); Obstáculo, (1997); Los viajes de Nicanor (cuentos), (2000); Tres, (2002); El beso y el plan (cuentos); Sex Machine (2009); Cuarantena (2012); Herejía (2012).
As film screenwriter and director:
 Kleines Tropikana (screenwriter) by Daniel Díaz Torres (ICAIC-BMG, 1997). Special Jury Prize at the International Festival of New Latin American Cinema in 1997, Audience Award at IFFI Innsbruck 1998 Goya Awards Nominated for Best Foreign Film in 1997.
La vida es silbar (screenwriter) by Fernando Pérez (ICAIC, 1998) Screenplay award at the Sundance Institute in January 1998 The film won, among other awards, the Goya for best foreign film in 2000.
Hacerse el sueco (screenwriter) by Daniel Díaz Torres (ICAIC-KINOWELT, 2000). Audience Award at the International Festival of New Latin American Cinema, Havana, 2000.
Director y guionista de Vinci (screenwriter and director) by Eduardo del Llano (HD, ICAIC 2011). Award for best foreign film and screenplay Honorable Mention for Best Music at the 40th Festival de Gramado, Brazil, 2012.Omega 3 (screenwriter and director) by Eduardo del Llano (ICAIC, 2014).
[29]Jose Miguel "Yoss" Sanchez (Havana, Cuba, 1969)
Degree in Biological Sciences at the University of Havana, in 1991, began writing at fifteen literature. He is currently engaged in writing professionally all kinds of texts, from fiction to news articles. Founder of science fiction writing workshops and Open Space Spiral. Graduated in narrative techniques of the first contest (1998-1999), Literary Training Center Onelio Jorge Cardoso. He has taught fiction workshops in Chile, Spain, Italy, Andorra and Cuba.
He has attended several international conventions of science fiction and fantasy, held in France in 2002, 2003 and 2004 Integra, since 1994, the Union of Writers and Artists of Cuba since 2007 and is lead singer of rock tenacious.
[30]Lledó Martí Urrea (Castellón, España, 1988), translator and interpreter, fan of reading and film science fiction and mystery, and writer in my free time.

CONVOCATORIA SELECCIÓN DE TEXTOS TIEMPOS OSCUROS Nº5

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CONVOCATORIA SELECCIÓN DE TEXTOS TIEMPOS OSCUROS Nº5


La RevistaDigital Tiempos Oscuros (Un panorama del Fantástico Internacional) tiene el placer de dar a conocer la convocatoria para confeccionar su quinta entrega, un número dedicado en su totalidad a mostrar el panorama de la literatura fantástica de Perú.
Es por ello que todos aquellos escritores peruanos que deseen participar en la selección de los textos que compondrán el número quinto de la revista digital Tiempos Oscuros deberán atenerse a las siguientes bases.

BASES
1.Podrán participar todos aquellos escritores peruanos residentes o no en su país de origen, con obras escritas en castellano.
2.Los textos deberán ser afines al género fantástico, la ciencia ficción o el terror.
3.Los trabajos, cuentos de entre 5 a 10 páginas, deben estar libres de derechos o en su defecto se aceptarán obras con la debida autorización del propietario de los derechos de la misma.
4.Los trabajos deberán enviarse en documento adjunto tipo doc (tamaño de papel DinA4, con tres centímetros de margen a cada lado, tipografía Time New Roman puntaje 12 a 1,5 de interlineado). Dicho archivo llevará por nombre título + autor de la obra y junto a él se incluirá en el mismo documento plica que incluirá los siguientes datos: título del cuento, nombre completo, nacionalidad, dirección electrónica, declaración de la autoría que incluya el estado del texto (si es inédito o si ha sido publicado, en este segundo supuesto deberá incluir dónde se puede encontrar y las veces que ha sido editado, tanto si es digital como en papel, y si tiene los derechos comprometidos se deberán incluir los permisos pertinentes). Junto a todos estos datos también pedimos la inclusión de un breve currículum literario que será publicado en la revista y una fotografía del autor si lo desea para el mismo fin.
5.En ningún supuesto los autores pierden los derechos de autor sobre sus obras.
6. La dirección de recepción de originales es:
revistatiempososcuros@yahoo.es  
En el asunto deberá indicarse: COLABORACIÓN TIEMPOS OSCUROS Nº5
7.Las colaboraciones serán debidamente valoradas con el fin de realizar una selección acorde con los intereses de la publicación.
8.Los editores se comprometen a comunicar a los autores, que envíen sus trabajos, la inclusión o no del texto en la revista. Nos encantaría poder incluirlos todos pero nos hacemos al cargo sobre el volumen de textos que se podemos llegar a recibir.
9.Todos los trabajos recibirán acuse de recibo.
10.La participación supone la total aceptación de las normas.
11.El plazo de admisión comenzará desde la publicación de estas bases y finalizará el 1º de junio de 2015. (No se admitirán trabajos fuera del plazo indicado).

Ricardo Acevedo Esplugas
Carmen Rosa Signes Urrea
Directores de la Revista Digital Tiempos Oscuros



Revista Digital miNatura 138

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Como viene siendo habitual, después de la distribución del Acta del Jurado, tenemos el enorme placer de presentarles el  número especial que la Revista DigitalmiNatura dedica al certamen  para presentar y homenajear, de la mejor manera posible, al ganador y  a los finalistas del concurso.
Queremos dejar constancia de que salvo el microcuento ganador y el destacado por el jurado (menores de 18 años de edad), los demás textos se presentan por riguroso orden alfabético, de igual forma que consta en el acta del jurado.
Aprovechamos nuevamente para dar las gracias a todos los que han hecho posible, un año más, que este certamen se mantenga y nos dé muestras del buen panorama literario fantástico que nos rodea. Gracias pues al jurado por su abnegada entrega y a todos y cada uno de los participante. También nuestro agradecimiento especial a los artistas que han creado o cedido sus obras para ilustrar cada uno de los textos que contiene este dossier.
Pronto verán la luz: nuestro dossier Universo Dune, con el que se cerrará este año y las bases del VII Certamen Internacional de poesía fantástica 2015.
Gracias de nuevo a todos, esperamos que disfruten de la revista.


Revista Digital miNatura 138 dossier Especial del XII Certamen Internacional de Microcuento Fantástico miNatura 2014

La Revista de los Breve y lo Fantástico
Asociación Cultural miNatura Soterrània
ISSN: 2340-977
Directores:Ricardo Acevedo Esplugas y Carmen Rosa  Signes  Urrea
Editor:Ricardo Acevedo Esplugas
Tipografía:Hidden Archives creada por Guilhem G. de Hype Fonts team
Portada:Dejah / Arantza Sestayo (España)
Contraportada:Vampirella & Wolfman/ Arturo Louga (México)
Diseño de portada:Carmen Rosa Signes Urrea

Sumario:
01/Portada: Dejah / Arantza Sestayo (España)
11/LA EXISTENCIA DE MARLENE /  Raúl A. López Nevado (España)
14/HUELLAS EN LA MADERA / Dalia Torres Sánchez (España)
17/EL PÁJARO ROJO / Gabriel Bevilaqua (Argentina)
20/SIN RETORNO / Elisa de Armas de la Cruz (España)
23/AQUÍ ESTOY / Daniel Frini (Argentina)
26/TRAS EL RESQUICIO / Walter Gerardo Greulach (Argentina)
29/PRECAUCIÓN, ESTO ES UNA TRAMPA / Ricardo Guerra de la Peña (México)
31/DIN DON DIN / Rubén Ibáñez González (España)
33/LA ESPONJA / Román Ignacio Ksybala (Argentina)
36/GRAND   GUIGNOL / Sergio López Vidal (España)
39/SUPERPOBLACIÓN / Pere Josep Martínez Marqués (España)
42/UNIVERSO PLANO / Ramón Mayo (Argentina)
44/FIYW  (Feel If You Want) / Ángel Santos Mirallas Espallargas (España)
46/PLENILUNIO / Julieta Moreyra García (México)
48/JUEGO DE NIÑOS / Cristel Dannae Morón Laguna (Perú)
50/EL PRECIO DE LA PAZ / Pablo Navarro Valero (España)
52/Convocatoria Selección de Textos Tiempos Oscuros Nº5
55/Biografías
62/Sobre el copyright de las ilustraciones
65/Contraportada: Vampirella & Wolfman/ Arturo Louga (México)

Sobre las ilustraciones:
Pág. 01Dejah/ Arantza Sestayo (España)
Pág. 10Ursula 1/ Alejandro Mirabal (Cuba)
Pág. 13Huellas en la madera/ Pedro Belushi (España)
Pág. 16El pájaro rojo/ Rafa Castelló E. (España)
Pág. 19Sin retorno/ Pedro Belushi (España)
Pág. 22It came from Forever/ Vaggelis Ntousakis (Grecia)
Pág. 25Tras el resquicio/ Carmen Rosa Signes Urrea (España)
Pág. 28Plant human/ Mark Molnar (Hungría)
Pág. 30Din Don Din/ Carmen Rosa Signes Urrea (España)
Pág. 32Embryo/ Lucian Stanculescu (Rumania)
Pág. 35Fall/ Sam Carr (Reino Unido)
Pág. 38Niebla/ Alejandro Burdisio (Argentina)
Pág. 41Universo plano/ Wickedman -seud.- (España)
Pág. 43St./ Dmitry Labzov (Rusia)
Pág. 45The dream of Saffo/ Agostino Arrivabene (Italia)
Pág. 47King of Crows/ Mark Molnar (Hungría)
Pág. 49St./ John J Park (EE.UU.)
Pág. 65Vampirella & Wolfman/ Arturo Louga (México).


Revista Digital miNatura 139 (Castellano e inglés)

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La Voz (léase también el Verbo) las palabras pueden llevarnos al amor o a la guerra. Dune va sobre el control total Paul Atreides es el peón trágico destinado desde su cuna a jugar un papel trascendental en este juego de poder y al contrario de otros heroes acepta dejarse manipular y es totalmente consciente de ello. Una novela-río (roman-fleuve) donde las historias fluyen dejando ciertos espacios sin resolver como meandros en un río que remueve los cimientos de un universo anquilosado por un mal necesario: La Melange.
Quizás el verdadero objetivo de los Atrides, Harkonnen, Bene Gesserit, La Cofradía sea convertirnos en Fremen hombres y mujeres que nada temen perder y que saben encontrar la poesía entre las malditas dunas de Arrakis.
En este número podrás disfrutar de magnificas historias ambientadas en este fabuloso universo que toman vida en las manos de nuestros ilustradores que jamás dejan de asombrarnos con sus obras.

Revista digital miNatura La Revista de los Breve y lo Fantástico
Asociación Cultural miNatura Soterrània
ISSN: 2340-977
Directores: Ricardo Acevedo Esplugas y Carmen Rosa  Signes  Urrea
Editor: Ricardo Acevedo Esplugas
Portada: Ataque a ornitóptero en Arrakis/ Juan Miguel Aguilera (España)
Contraportada: Dune/ Mateusz Oźmiński (Polonia)
Diseño de portada: Carmen Rosa Signes Urrea
Las colaboraciones deben ser enviadas a: minaturacu@yahoo.es

Sumario:
01/ Portada: Ataque a ornitóptero en Arrakis/ Juan Miguel Aguilera (España)
02/ FrikiFrases
03/ Editorial
05/ Convocatoria selección de textos para la revista Tiempos Oscuros nº5
09/ Entrevista a la escritora Jo Walton / Tanya Tynjälä (Perú)
18/ Póster: Majestade/ Viviane Nonato (Brazil)
19/ Sumario
19/ Miedo, Mentiras y Tinta China: Chute de realidad/ Evandro Rubert (Brasil)
20/ Miedo, Mentiras y Tinta China: Influenciable/ Evandro Rubert (Brasil)
Cuentos:
23/ Juicio/ Carmen Rosa Signes Urrea (España) y Ricardo Acevedo Esplugas (Cuba)
24/ La conjura de los rostros/ Julieta Moreyra (México)
25/ El río del mito retoma su curso/ Odilius Vlak —seud.— (República Dominicana)
26/ El agua de la vida/ William Ernest Fleming —seud.— (España)
26/ Deus Ex Machina/ Paulo Brito (Portugal)
28/ Miedo/ Jaime Magnan Alabarce (Chile)
29/ Alba Mater/ Salomé Guadalupe Ingelmo (España)
30/ Pruebas/ Jason E. Rolf (Canadá)
31/ Dios de mi pueblo/ Juan Pablo Noroña (Cuba)
32/ El pozo de Shaitan/ Morgan Vicconius Zariah —seud.— (República Dominicana)
33/Los ojos del Ibad/ Mª Del Socorro Candelaria Zárate (México)
34/ Sed de tiempo/ Silvia Cabello De Galdo (España)
35/ Intento/ Omar Martínez (Cuba) 
36/ El nuevo dueño de casa/ Hernán Domínguez Nimo (Argentina)
37/ Invasión/ Diego Galán Ruiz (España)
37/ La llamada de Shai-Hulud/ Odilius Vlak —seud.— (República Dominicana)
38/ Crossover/ Tomás Pacheco Estrada (México)
39/ Purgatorio/ Salomé Guadalupe Ingelmo (España)
40/ Viaje interior/ Francisco Manuel Marcos Roldán (España)
41/ Los planes del destino de Arrakis/ Morgan Vicconius Zariah —seud.— (República Dominicana)
42/ Era de noche/ Rodrigo S. Olivenza –seud.– (España)
43/ Mi amigo, el Gusano/ Francisco José Segovia Ramos (España)
44/ To Tame a Land/ Raúl A. López Nevado (España)
46/ La extracción/ Elena Fortanet (España)
47/ Los seres esponjosos/ Carlos Enrique Saldivar (Perú)   
48/ El elegido/ Alexandro Fabiano —seud.— (Argentina)  
49/ Penitencia/ Manuel Santamaría Barrios (España)
50/ La forja del martilleador / Juan F. Valdivia (España)
51/ Gusanos de las arenas/ Israel Santamaría Canales (España)
52/ El monstruo del laberinto/ Carlos Enrique Saldivar (Perú)
53/ La nave monstruo  Dragón Butterfly/ Sebastián Fontanarrosa (Argentina)
54/ El miedo de los fremen/ Marc Sabaté Clos (España)
55/ Nuevo hábitat/ Víctor M. Valenzuela (España)
Humor:
57/ La duda de Paul Atreides/ Puy —seud.— (España)
58/ Flamencos intergalácticos/ Manuel Santamaría Barrios (España)
Artículos:
59/ El Dune de Frank Herbert y la evolución humana/ Salvador Bayarri (España)
68/ Dunas/ Clark Beckham -seud.- (México)
71/ Dune según Jodorowsky/ José Manuel Puyana Domínguez (España)
74/ La Biblioteca del Nostromo: NM #34; Parafantástica #9; Alambique; Viaje a las Tierras del Ocaso (Kokapeli); La costilla de Caín; El Pliegue Iceberg (Carlinga); Tu Nombre Después de la Lluvia (Lumen); Othan (Kelonia); La calle Andersen (La Galera); Crónicas de Ouroboros (La secta de los perros); Terra Nova 3 Antología de ciencia ficción contemporánea (Fantascy).
84/ Sobre los Escritores e Ilustradores
101/ Sobre las Ilustraciones
102/ Contraportada: Dune/ Mateusz Oźmiński (Polonia)

Sobre las ilustraciones:
Pág. 01 Ataque a ornitóptero en Arrakis/ Juan Miguel Aguilera (España)
Pág. 08 The Counselor (de Ilunabar Magic Fables)/ Sarima (España)
Pág. 18  Majestade/ Viviane Nonato (Brasil)
Pág. 19 Fear, Lies & China Ink: A Shot of reality/ Evandro Rubert (Brasil)
Pág. 20 Fear, Lies & China Ink: Easily influenced/ Evandro Rubert (Brasil)
Pág. 23  Dune/ Elena Fortanet (España)
Pág. 27 Swamp discovery/ Jason Felix (EE.UU.)
Pág. 32  Chani daughter of Arrakis/ Michael L. Stribling (EE.UU.)
Pág. 37  Dune/ Rael Lyra (Brasil); Pág. 41 Irulan/Pascal Blanché (Canadá)
Pág. 43  Worldspine Wurm/ Richard Wright (Reino Unido)
Pág. 45 n.n./ Sean McMurchy (Reino Unido)
Pág. 46 Gusano de Dune/ Elena Fortanet (España)
Pag. 48 Fremen of Dune (cover of Gollancz, Orion Books)/ Henrik Sahlström (Suiza)
Pág. 51  Sardaukar/ Mark Molnar (Hungría)
Pág. 54  SewageTunnel/ Gal Or (Israel)
Pág. 56 Paul’s Atreides doubt/ Puy —seud.— (España)
Pág. 57 The Intergalactic Flamencos/ Manuel Santamaría Barrios (España)
Pág. 58 Sardaukar/ Mark Molnar (Hungría)
Pág. 60 He is the Kwisatz Haderach/ Carlos NTC —seud.— (España)
Pág. 67 n.n./ Vaggelis Ntousakis (Grecia)
Pág. 102 Dune/ Mateusz Oźmiński (Polonia)

Próximo tema:
SPACE WESTERN
Fecha de cierre: 25 de diciembre





The Voice (read also the Verb) Words can lead to love or war. Dune is about total control Paul Atreides is the tragic pawn destined from cradle to play a major role in this game of power and unlike other heroes agree to be manipulated and is fully aware of it. A novel-river (roman-fleuve) where stories flow leaving certain spaces unresolved as meandering river that removes the foundations of an ossified universe by a necessary evil: The Melange.
Perhaps the real goal of Atrides, Harkonnen, Bene Gesserit, The Guild is becoming Fremen: men and women who fear losing anything and know find poetry among the damn dunes of Arrakis.
In this issue you will enjoy magnificent stories acclimated in this fabulous universe come to life in the hands of our illustrators who never cease to amaze us with their works.

Revista digital miNatura La Revista de los Breve y lo Fantástico
Asociación Cultural miNatura Soterranìa
ISSN: 2340-977
Directors: Ricardo Acevedo Esplugas y Carmen Rosa  Signes  Urrea
Editor: Ricardo Acevedo Esplugas
Main cover: Ataque a ornitóptero en Arrakis / Juan Miguel Aguilera (Spain)
Back cover: Dune / Mateusz Oźmiński (Poland)
Cover design: Carmen Rosa Signes Urrea
Contributions should be sent to:

Summary:
01/ Cover: Ataque a ornitóptero en Arrakis / Juan Miguel Aguilera (Spain)          
02/ FrikiFrases
03/ Editorial
05/ Convocatoria selección de textos para la revista Tiempos Oscuros nº5
08/ Interview. Omega 3; Cuban Style Cinematographic Science Fiction (Interview to its director Eduardo del Llano Rodríguez)/ José Miguel “Yoss” Sánchez (Cuba)
18/Poster: Majestade/ Viviane Nonato (Brazil)
19/Summary
20/Fear, Lies & China Ink: A Shot of reality / Evandro Rubert (Brazil)
21/Fear, Lies & China Ink: Easily influenced / Evandro Rubert (Brazil)   
Stories:
23/ Trial/ Carmen Rosa Signes Urrea (Spain) y Ricardo Acevedo Esplugas (Cuba)
24/ The conspiracy of the faces/ Julieta Moreyra (Mexico)
25/The river of the myth retakes its course/ Odilius Vlak —seud.— (Dominican Republic)
27/The water of life/ William Ernest Fleming —seud.— (Spain)
27/ Deus Ex Machina/ Paulo Brito (Portugal)
28/Fear/ Jaime Magnan Alabarce (Chile)
29/Alba Mater/ Salomé Guadalupe Ingelmo (Spain)
30/Tests/ Jason E. Rolf (Canada)
31/God of my people/ Juan Pablo Noroña (Cuba)
32/The Shaitan’s well/ Morgan Vicconius Zariah —seud.— (Dominican Republic)
33/ Ibad's eyes/ Mª Del Socorro Candelaria Zárate (Mexico)
34/Thirst for time/ Silvia Cabello De Galdo (Spain)
35/Intent/ Omar Martínez (Cuba) 
36/The new homeowner/ Hernán Domínguez Nimo (Argentina)
37/Invasion/ Diego Galán Ruiz (Spain)
38/The call of Shai-Hulud/ Odilius Vlak —seud.— (Dominican Republic)
39/ Crossover/ Tomás Pacheco Estrada (Mexico)
40/Purgatory/ Salomé Guadalupe Ingelmo (Spain)
41/ Interior trip/ Francisco Manuel Marcos Roldán (Spain)
42/Schemes of the Arrakis’ fate/ Morgan Vicconius Zariah —seud.— (Dominican Republic)
43/It was night/ Rodrigo S. Olivenza –seud.– (Spain)
44/My Friend, The Worm/ Francisco José Segovia Ramos (Spain)
45/To Tame a Land/ Raúl A. López Nevado (Spain)
Humor:
47/Paul’s Atreides doubt/ Puy —seud.— (Spain)
48/The Intergalactic Flamencos/ Manuel Santamaría Barrios (Spain)
Articles:
50/Frank Herbert’s Dune and human evolution/ Salvador Bayarri (Spain)
58/Dune/ Clark Beckham —seud.— (Mexico)
60/ La Biblioteca del Nostromo: NM #34; Parafantástica #9; Alambique; Viaje a las Tierras del Ocaso (Kokapeli); La costilla de Caín; El Pliegue Iceberg (Carlinga); Tu Nombre Después de la Lluvia (Lumen); Othan (Kelonia); La calle Andersen (La Galera); Crónicas de Ouroboros (La secta de los perros); Terra Nova 3 Antología de ciencia ficción contemporánea (Fantascy).
70/About the Writers and Illustrators
83/About illustrations
84/Back cover: Dune/ Mateusz Oźmiński (Poland)

About illustrations:
Pag. 01 Ataque a ornitóptero en Arrakis/ Juan Miguel Aguilera (Spain)
Pag. 08 The Counselor (from Ilunabar Magic Fables)/ Sarima (Spain)
Pag. 18  Majestade/ Viviane Nonato (Brazil)
Pag. 20 Fear, Lies & China Ink: A Shot of reality/ Evandro Rubert (Brazil)
Pag. 21 Fear, Lies & China Ink: Easily influenced/ Evandro Rubert (Brazil)
Pag. 23  Dune/ Elena Fortanet (Spain)
Pag. 26  SewageTunnel/ Gal Or (Israel)
Pag. 28 Swamp discovery/ Jason Felix (USA)
Pag. 32  Chani daughter of Arrakis/ Michael L. Stribling (USA)
Pag. 35  Sardaukar/ Mark Molnar (Hungry)
Pag. 37  Dune/ Rael Lyra (Brazil)
Pag. 39 Fremen of Dune (cover of Gollancz, Orion Books)/ Henrik Sahlström (Sweden)
Pag. 42 Irulan/Pascal Blanché (Canada)
Pag. 44  Worldspine Wurm/ Richard Wright (UK)
Pag. 45 n.n./ Sean McMurchy (UK)
Pag. 47 Paul’s Atreides doubt/ Puy —seud.— (Spain)
Pag. 48 The Intergalactic Flamencos/ Manuel Santamaría Barrios (Spain)
Pag. 49 Sardaukar/ Mark Molnar (Hungry)
Pag. 51 He is the Kwisatz Haderach/ Carlos NTC —seud.— (Spain); Pag. 57 n.n./ Vaggelis Ntousakis (Greece)
Pag. 59 Gusano Dune/ Elena Fortanet (Spain)
Pag. 84 Dune/ Mateusz Oźmiński (Poland).

Next issue:
SPACE WESTERN
Desadline: december 25


Revista Digital miNatura 140 (Castellano e inglés)

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El Space Western es el hijo rebelde de la cf hard, prefirió simplemente crear sus propias reglas y simplemente traslado todos los sueños de libertad a las rojas praderas de Marte (ignorando que en Marte no hay praderas), tomó al clásico pionero buscador de oro y al joven granjero soñador y les dio nuevos motivos para seguir adelante, Colt .45 por un letal blaster y al bisonte por el drogonte (algo muy similar al primero pero con alas y treinta toneladas de más), un caldo de cultivo surgido en los años treinta, cuando C. L. Moore (seudónimo de Catherine Lucille Moore) creó el personaje de  Northwest Smith[1] que posteriormente influyo en Flash Gordon y Buck Rogers.
Así que ignoremos a la revista Galaxy Science Fiction que prometió que este tema jamás aparecería en sus páginas y dejemos unos sentimos de créditos en la cantina de Joe intentando ligar con aquella increíble venusina que nos guiña sus doce ojos coquetamente.

Revista Digital miNatura 140 Dossier Space Western

La Revista de los Breve y lo Fantástico
Asociación Cultural miNatura Soterrània
ISSN: 2340-977
Directores: Ricardo Acevedo Esplugas y Carmen Rosa  Signes  Urrea
Editor: Ricardo Acevedo Esplugas
Portada: MarsHopper / Miguel Gámez Cuevas (España)
Contraportada: Outlaw nation 9 / Glenn Fabry (Reino Unido)
Diseño de portada: Carmen Rosa Signes Urrea

Sumario:
01/ Portada: MarsHopper / Miguel Gámez Cuevas (España)
02/ FrikiFrases
03/ Editorial
05/ Bases del VII Certamen Internacional de Poesía Fantástica miNatura 2015
08/Entrevista Orestes Suárez: Un hombre construido en imágenes / Lysbeth Daumont Robles (Cuba)
32/ Póster: St./ John J. Park (EE.UU.)
33/ Sumario
34/ Miedo, Mentiras y Tinta China: Star Wars Rancheras/ Evandro Rubert (Brasil)
Cuentos:
38/ La balada de Billy Kid Mcoy Jordan doble V K /  Pablo Martínez Burkett (Argentina); Carmen Rosa Signes Urrea (España); Ricardo Acevedo Esplugas (Cuba)
39/ Fichas de dominó que caen / Ricardo L. García Fumero (Cuba/ EE.UU.)
40/ Chico Eclipse /  Juan Guinot (Argentina)
41/ Horizontes de grandeza /  Salomé Guadalupe Ingelmo (España)
42/ Alice McCooy / Jaime Magnan Alabarce (Chile)
44/ Como lograr que un jinete encuentre su cabeza perdiéndola /  Nancy Nelly Ortiz Méndez (Puerto Rico)
45/ Duelo a tres /  Pedro López Manzano (España)
46/ No matéis en nuestro huerto / Paulo Brito (Portugal)
48/ El jinete de la lejana estrella / Morgan Vicconius Zariah (República Dominicana)
49/ El prodigioso Whip McLane / Pablo Martínez Burkett (Argentina)
50/ Duelo en el tiempo / Carlos Enrique Saldivar (Perú)
51/ El viejo Búfalo Bill /  Diego Galán Ruiz (España)
52/ Jacob Boy / Omar Martínez (Cuba)
53/ La leyenda viva / Mª del Socorro Candelaria Zárate (México)
54/ Se Busca: ya sea en forma humana o alienígena / Odilius Vlak —seud.— (República Dominicana)
55/ Harmónico /  Raúl A. López Nevado (España)
57/ The old Hot Saloon / Carmen Rosa Signes Urrea (España)
58/ En las llanuras de Mercurio / Peter Domínguez (Puerto Rico)
59/ Planeta de nadie / Tomas Pacheco Estrada (México)
60/ El Cowboy / Francisco Manuel Marcos Roldan (España)
61/ Tu mar inmenso /  Juan Pablo Noroña (Cuba)
62/ La Leyenda de Bronco Bill /  Carlos Enrique Saldivar (Perú)
63/ La ruleta rusa /  Morgan Vicconius Zariah —seud.— (República Dominicana)
64/ Duelo en el espacio /  Francisco José Segovia Ramos (España)
65/ Nido de víboras / Tomas Pacheco Estrada (México)
66/ Héroe/ Francisco Manuel Marcos Roldán (España)
67/ El camorrista /  María José Gil Benedicto (España)
68/ El fuego de los ancestros /  Juan F. Valdivia (España)
69/ Ocaso /  Dolo Espinosa (España)
70/ Río fantasma / Malena Salazar Maciá (Cuba)
70/ Los derrotados /  Francisco José Segovia Ramos (España)
71/ La duda /  Francisco Manuel Marcos Roldán (España)
72/ Futuro cierto / Dolo Espinosa (España)
73/ Se busca / Elena Fortanet (España)
75/ Virus James / Luisa Hurtado González (España)
75/ Pura basura tecnológica / Juan Esteban Bassagaisteguy (Argentina)
76/ Escape / Purificación García Martínez (España)
78/ El descanso / Andrés Hernán Tobar Muñoz (Chile)
79/ La fiebre del agua / Marc Sabaté Clos (España)
80/ Guarionex / Mary Cruz Paniagua (República Dominicana)
80/ Blanco / Luisa Hurtado González (España)
81/ Por un puñado de créditos intergalácticos / Israel Santamaría Canales (España)
82/ Por un dedo de ron / Juan Manuel Valitutti (Argentina)
83/ Sangre vieja / Felipe Orce —seud.— (España)
84/ Muerte en El Corsé Rojo / Azahara Olmeda Erena (España)
85/ Paramecio Joe / Manuel Santamaría Barrios (España)
86/ Duelo en el saloon / Francesc Barrio Julio (España)
87/ Zamudio Mendoza / Sebastián Fontanarrosa (Argentina) 
Humor:
90/ Consejo de Cowboy/ Puy —seud.— (España)
Artículos:
91/ Una Pica En Flandes / Mari Carmen Álvarez Caballero (España)
102/ Firefly, el sueño imposible de Joss Whedon / José Manuel Puyana Domínguez (España)
107/ Una Princesa de Marte  de Edgar Rice Burroughs/ José Manuel Puyana Domínguez (España)
110/ La Biblioteca del Nostromo: Korad Revista digital de literatura fantástica y ciencia ficción (abril- junio #18 2014); Valinor Revista Editorial de fantasía, terror y ciencia ficción (nov. #8, 2014); Tales La Revista (dic. 4 2014); El Buque Maldito #22; La tercera cara de La Luna (Nevsky); Dulces Dieciséis y Otros Relatos (Cyberdark).
118/ Sobre los Escritores e Ilustradores
139/ Sobre las Ilustraciones
141/ Contraportada: Outlaw nation 9 / Glenn Fabry (Reino Unido)

Sobre los ilustradores:
Pág. 01 MarsHopper/ Miguel Gámez Cuevas (España)
Pag. 05 Cartel del VII Certamen Internacional De Poesía Fantástica miNatura 2015/ Carmen Rosa Signes Urrea (España)
Pág. 31 St./ John J. Park (EE.UU.)
Pág. 34 Miedo, Mentiras y Tinta China: Star Wars Rancheras/ Evandro Rubert (Brasil)
Pág. 38 Space Western/ Wickedman –seud.- (España)
Pág. 48 Vaquero espacial/ Elena Fortanet (España)
Pág. 60 Space Western/ Genesis Vandrake -seud.- (España)
Pág. 73 Se busca/ Elena Fortanet (España)
Pág. 90 Advice of cowboy/ José Manuel Puyana Dominguez (España)
Pág. 91 Space Western 4/ E. S. Wynn (EE.UU.)
Pág. 141 Outlaw nation 9 (DC Vertigo)/ Glenn Fabry (Reino Unido).

Y para el próximo número:
COSMOGONÍA
(Hasta el 25 de febrero)

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The Space Western is the rebellious son of the hard cf, preferred to simply create their own rules and simply transfer all dreams of freedom to red plains of Mars (ignoring that on Mars there meadows), took the classic pioneer prospector and the young farmer dreamer and gave them new reasons to keep going, Colt .45 for lethal blaster and bison by the drogonte (very similar to the first but with wings and thirty tons more), a breeding ground emerged in the years thirties, when CL Moore (pseudonym of Catherine Lucille Moore) created the character of Northwest Smith  subsequently influenced in Flash Gordon and Buck Rogers.
So ignore the Galaxy Science Fiction magazine promised that this issue will never appear in its pages and leave a feel of credits in the canteen of Joe trying to flirt with that incredible Venusian winking flirtatiously us her twelve eyes.

Revista Digital miNatura 140 Dosier Space Western
La Revista de los Breve y lo Fantástico
Asociación Cultural miNatura Soterrània
ISSN: 2340-977
Directors: Ricardo Acevedo Esplugas y Carmen Rosa  Signes  Urrea
Editor: Ricardo Acevedo Esplugas
Main cover: MarsHopper / Miguel Gámez Cuevas (Spain)
Back cover: Outlaw nation 9 / Glenn Fabry (UK)
Cover design: Carmen Rosa Signes Urrea

Summary:
01/ Cover: MarsHopper / Miguel Gámez Cuevas (Spain)
02/ FrikiFrases
03/ Editorial
05/ Bases del VII Certamen Internacional de Poesía Fantástica miNatura 2015
08/Interview. Orestes Suárez: A man built in pictures / Lysbeth Daumont Robles (Cuba)
30/ Poster: St./ John J. Park (USA)
31/ Summary
32/ Fear, Lies & China Ink: Star Wars Rancheras/ Evandro Rubert (Brazil) 
Stories:
35/ The Ballad of Billy Kid Mcoy Jordan double V K / Pablo Martínez Burkett (Argentina); Carmen Rosa Signes Urrea (España); Ricardo Acevedo Esplugas (Cuba)
36/ Dominoes falling / Ricardo L. García Fumero (Cuba/ USA)
37/ Eclipse Boy / Juan Guinot (Argentina)
38/ Horizons of greatness / Salomé Guadalupe Ingelmo (Spain)
39/ Alice McCooy / Jaime Magnan Alabarce (Chile)
40/ How to make a horseman find his head, losing it / Nancy Nelly Ortiz Méndez (Puerto Rico)
42/ Duel of three / Pedro López Manzano (Spain)
43/ Do not kill in our backyard / Paulo Brito (Portugal)
44/ A rider from a far off star / Morgan Vicconius Zariah (Dominican Republic)
45/ The talented Whip McLane / Pablo Martínez Burkett (Argentina)
47/ Duel in time / Carlos Enrique Saldivar (Peru)
48/ Old Buffalo Bill / Diego Galán Ruiz (Spain)
48/ Jacob Boy / Omar Martínez (Cuba)
49/ The living legend / Mª del Socorro Candelaria Zárate (Mexico)
50/ Wanted: Whether in alien or human form / Odilius Vlak —seud.— (Dominican Republic)
51/ Harmonica man / Raúl A. López Nevado (Spain)
52/ The old Hot Saloon / Carmen Rosa Signes Urrea (Spain)
53/ At Mercury’s Hills / Peter Domínguez (Puerto Rico)
55/ Nobody Planet /  Tomas Pacheco Estrada (Mexico)
55/ The Cowboy / Francisco Manuel Marcos Roldan (Spain)
57/ Thy sea so great / Juan Pablo Noroña (Cuba)
58/ The Legend Of Bronco Bill / Carlos Enrique Saldivar (Peru)
58/ The Russian roulette / Morgan Vicconius Zariah —seud.— (Dominican Republic)
60/ Challenge in the space / Francisco José Segovia Ramos (Spain)
60/ Vipers nest / Tomas Pacheco Estrada (Mexico)
61/ Hero / Francisco Manuel Marcos Roldán (Spain)
62/ The rowdy / María José Gil Benedicto (Spain)
63/ The fire of the ancestors / Juan F. Valdivia (Spain)
64/ Sunset / Dolo Espinosa (Spain)
65/ Ghost river / Malena Salazar Maciá (Cuba)
65/ The defeated / Francisco José Segovia Ramos (Spain)
66/ The doubt / Francisco Manuel Marcos Roldán (Spain)
67/ Certain future / Dolo Espinosa (Spain)
Humor:
69/ Advice of cowboy/ Puy —seud.— (Spain)
Article:
70/ A Pike In Flanders / Mari Carmen Álvarez Caballero (Spain)
80/ La Biblioteca del Nostromo: Korad Revista digital de literatura fantástica y ciencia ficción (abril- junio #18 2014); Valinor Revista Editorial de fantasía, terror y ciencia ficción (nov. #8, 2014); Tales La Revista (dic. 4 2014); El Buque Maldito #22; La tercera cara de La Luna (Nevsky); Dulces Dieciséis y Otros Relatos (Cyberdark).
87/ About the Writers and Illustrators
98/ About illustrations
101/ Back cover: Outlaw nation 9 / Glenn Fabry (UK)

About illustrations:
Pag. 01 MarsHopper/ Miguel Gámez Cuevas (Spain)
Pag. 05 Cartel del VII Certamen Internacional De Poesía Fantástica miNatura 2015/ Carmen Rosa Signes Urrea (Spain)
Pag. 30 St./ Park, John J. (USA)
Pag. 32 Fear, Lies & China Ink: Star Wars Rancheras/ Evandro Rubert (Brazil)
Pag. 35 Space Western/ Wickedman –seud.- (Spain)
Pag. 44 Vaquero espacial/ Elena Fortanet (Spain)
Pag. 56 Space Western/ Genesis Vandrake -seud.- (Spain)
Pag. 69 Advice of cowboy/ José Manuel Puyana Dominguez (Spain)
Pag. 70 Space Western 4/ E. S. Wynn (USA)
Pag. 100 Outlaw nation 9 (DC Vertigo)/ Glenn Fabry (UK).

Next issue:
COSMOGONIES
Deadline: February 25


Revista Digital Tiempos Oscuros 4

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En Tiempos Oscuros nº4 se intentó tocar todos los géneros y temas: ciencia ficción, terror, thriller; pero son la soledad —acción quizá inconsciente por tratarse de isleños— y las ruinas —físicas o psicológicas—, estas proyecciones arquetipicas nos acercan más a los grandes autores de lo lóbrego:
Llega un momento en que las ruinas no inspiran ya el sentimiento de la fuga del tiempo, de la brevedad de la vida humana y de las civilizaciones [...]. Una vida nueva y salvaje se desarrolla en los subterráneos, las galerías y las torres de los castillos fortificados. Los antiguos dioses vienen de nuevo a habitar, jóvenes y salvajes, las ruinas sepultadas de sus templos(Machen, Lovecraft).[1]
El esfuerzo realizado para completar este número ha valido la pena.

Revista Tiempos Oscuros 4. Especial Puerto Rico y República Dominicana
Asociación Cultural miNatura Soterranià
Revista Tiempos Oscuros Una visión del Fantástico Internacional
ISSN: 2340-8332
Directores:
Ricardo Acevedo Esplugas
Carmen Rosa Signes Urrea
Editor:
Ricardo Acevedo Esplugas
Equipo Editorial:
Cristina Jurado Marcos
Pablo Martínez Burkett
Portada: Cohoba, intervención extraterrestre en la creación de la mujer/ Eddaviel —seud.— (República Dominicana)
Contraportada: Carlitta (2014) / Yohann Schepacz (Francia)
Las colaboraciones deben ser enviadas a: revistatiempososcuros@yahoo.es   

Índice:
01/Portada: Cohoba, intervención extraterrestre en la creación de la mujer / Eddaviel —seud.— (República Dominicana)
02/Editorial
05/Convocatoria
08/Índice
Clásicos:
16/La Ciguapa (1866) / Francisco Javier Angulo Guridi (República Dominicana)
28/Los diamantes de Plutón  (1901) / Virginia Elena Ortea (República Dominicana)
34/La última aventura de Charlot (1926) / Tomás Hernández Franco (República Dominicana)
39/Esquiva (1934) / Fabio Fiallo (República Dominicana)
48/La Eracra de Oro (1948) / Virginia de Peña de Bordas (República Dominicana)
63/Los últimos monstruos (1962) / Juan Bosch (República Dominicana)
72/El extraño caso de Ciro Doral (1966) / Gustavo Agrait (Puerto Rico)
84/El aprendiz de brujo  (1975) / Virgilio Díaz Grullón (República Dominicana)
99/El relámpago entre las sombras (1984) / Diógenes Valdez (República Dominicana)
93/Falta quien redima (1980) / Arturo Rodríguez Fernández (República Dominicana)
108/El Nahual (2003) / Fernando Ureña Rib (República Dominicana)
112/Jazz en el infierno (2005) / Joan Castillo (República Dominicana)
Contemporáneos:
122/Tom The Rock / Efraim Castillo (República Dominicana)
133/Clotilde La Bruja / James Stevens-Arce (Puerto Rico)
150/Los homicidas / Tony Báez Milán (Puerto Rico)
Noveles:
157/Dalila / Kianny N. Antigua (República Dominicana)
162/Domadora de autos / Rodolfo Báez (República Dominicana)
172/Breve historia de un genocidio intergaláctico / Peter Barbes Domínguez (República Dominicana/ Puerto Rico)
182/La mano encantada / Eugenio Camacho (República Dominicana)
192/El Portal / Luis Francisco Cintrón (Puerto Rico)
197/Presencia non grata / Roxanna Delgado (República Dominicana)
203/La pornógrafa / Ana María Fuster Lavín (Puerto Rico)
215/La Olla Roja / Héctor Babilonia  —seud.— (Puerto Rico)
228/El familiar / Rosa Margarita Hernández (Puerto Rico)
236/Lázaro / Víctor Liberato (República Dominicana)
239/Invasores / Lynette Mabel Pérez (Puerto Rico) y  Antonino Geovanni (Puerto Rico)
247/La maldición que cayó sobre Jesitd /Markus Edjical Goth –seud.– (República Dominicana)
261/Mátala / Aracelis Mireles (República Dominicana)
266/La extraña osamenta de Antarte / Morgan Vicconius Zariah —seud.— (República Dominicana )
279/Piel sin alma / Angelo Negrón  Falcón (Puerto Rico)
289/ Futuro post mortem / Odilius Vlak —seud.— (República Dominicana)
301/Carbunco y granos / Nancy Nelly Ortiz Méndez (Puerto Rico)
304/Ser o estar / Mary Cruz Paniagua Suero (República Dominicana)
311/Sincronía de gemelos / Vicente Arturo Pichardo (República Dominicana)
316/Transformación / Zulma Quiñones Senati (Puerto Rico)
323/Sensaciones de un psicópata / Mildred Altagracia Rodríguez Ortiz (República Dominicana)
330/Del mal.  Amén / Melvin Rodríguez-Rodríguez (Puerto Rico)
336/El día de los perros / Moisés Santana Castro (República Dominicana)
339/Cóctel para una dama de compañía / Francis Santos (República Dominicana)
347/La carta / Deisy Toussaint (República Dominicana)
351/Anamnesis / Iván J. Vázquez Torres (Puerto Rico)
Ensayos:
371/ Coqueteos boricuas con la ciencia ficción: Bibliografía mínima /        Manuel Clavell (Puerto Rico)
378/Comentarios breves sobre la literatura fantástica y de ciencia ficción en Puerto Rico / Iris Miranda (Puerto Rico)
384/Un viaje fantástico de la narrativa dominicana / Vicente Arturo Pichardo (República Dominicana)
389/Ciencia Ficción y Fantasía Dominicana: Más Ficción y Fantasía que Realidad / Odilius Vlak —seud.— (República Dominicana)
400/Biografías
444/Sobre el copyright de las imágenes
445/Contraportada: Carlitta (2014) / Yohann Schepacz (Francia)

Sobre el copyright de las imágenes:
Pág. 01/Cohoba, intervención extraterrestre en la creación de la mujer/ Eddaviel —seud.— (República Dominicana)
Pág. 15/La Ciguapa / Eddaviel —seud.— (República Dominicana)
Pág. 27/Pajaroroto / Rafa Castelló Escrig (España)
Pág. 33/La última aventura de Charlot / Rafa Castelló Escrig (España)
Pág. 38/S.t. / Mel Dinzey Castro (República Dominicana)
Pág. 47/Len / Arantza Sestayo (España)
Pág. 62/Monstruo / Joan Gonzalvez Fernández (España)
Pág. 71/Angel / Guangjian Huang (República Popular China)
Pág. 83/Inanna / Bastien Lecouffe Deharme (Francia)
Pág. 98/Piscis Ex Machina / Brian Despain (EE.UU.)
Pág. 92/The birth / Yuly Alejo (España)
Pág. 107/Series noches cósmicas / Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
Pág. 111/S.t. nº1 / Laura Rodríguez Abreu (Puerto Rico)
Pág. 121/De Profundis / Alejandro D' Marco —seud.— (Argentina)
Pág. 132/Mujer con sombrero / Rafa Castelló Escrig (España)
Pág. 149/S.t. / Betzabeth Walesca Pagán Sotomayor (Puerto Rico)
Pág. 158/S.t. / Mario Cesar Carper (Argentina)
Pág. 161/ S.t. / Michael Chang (Hong Kong)
Pág. 171/  Breve Historia de un genocidio intergaláctico / Yonson Carbonell —seud.— (República Dominicana)
Pág. 181/S.t. / Laura Rodríguez Abreu (Puerto Rico),
Pág. 191/El portal / Janina Costa Cordero (Puerto Rico)
Pág. 196/ Camp /Aleksandr Nikonov (Rusia)
Pág. 202/Arrancado /Dreth -seud- (Puerto Rico),
Pág. 214/ Mama / Dave Melvin (EE.UU.)
Pág. 227/ Guardians of souls / Tomasz Alen Kopera (Polonia)
Pág. 235/S.t. /Betzabeth Walesca Pagán Sotomayor (Puerto Rico)
Pág. 238/ The Silent flight / Vanessa Arandt Lizardi (Puerto Rico)
Pág. 246/ Eye of the dark star / Otto Rapp (Austria)
Pág. 260/ Catedrales sumergidas / Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
Pág. 265/Fantasy Castle / Phuoc Quan (República Socialista de Vietnam)
Pág. 278/Alumit / Yuly Alejo (España)
Pág. 288/S.t. / Laura Rodríguez Abreu (Puerto Rico)
Pág. 300/Till death / Betzabeth Walesca Pagán Sotomayor (Puerto Rico),
Pág. 303/ S.t. / Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
Pág. 310/S.t. / Betzabeth Walesca Pagán Sotomayor (Puerto Rico)
Pág. 315/S.t. / Joan Gonzalvez Fernández (España)
Pág. 322/ Gynoid-Monument IV / Peter Gric (Checoslovaquia)
Pág. 329/Till death 2 / Betzabeth Walesca Pagán Sotomayor (Puerto Rico)
Pág. 335/Mech Hunter / Jonathan González Gómez (España)
Pág. 338/Alpha and Omega / Pedro de Kastro (Portugal)
Pág. 346/S.t. / Laura Rodríguez Abreu (Puerto Rico)
Pág. 350/  Libre / Rafa Castelló Escrig (España)
Pág. 370/Equilibrista / Rafa Castelló Escrig (España)
Pág. 377/The fat girl inside / Judith Vergara García (Perú)
Pág. 383/  S.t. / Mel Dinzey Castro (República Dominicana)
Pág. 388/  S.t. / Mel Dinzey Castro (República Dominicana)
Pág. 445/ Carlitta (2014) / Yohann Schepacz (Francia).

El próximo número de la Revista Digital Tiempos Oscuros, que saldrá en julio de 2015, estará dedicado a la literatura fantástica  de Perú.





[1]Vax, Louis. L'art et la littérature fantastiques. 4éme. éd. Paris: Presses Universitaires de France, 1974.

Revista Digital miNatura 141 (Castellano e inglés)

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William Blake identificaba el principio masculino con el tiempo, y el femenino con el espacio. Una frase aparentemente inocente aunque lleva implícita la copulación por no decir que antropomorfiza las figuras divinas: ¡Blasfemia!
Es tan fácil caer en aberraciones cuando tratamos de explicar los hechos y estos a su vez nos alejan de lo perfecto.
“Hace mucho tiempo se hizo una fiesta donde se invitaron a todos los perros del mundo, pero estos debían dejar su cola en la puerta. Se armó una pelea y cada uno tuvo que coger la que pudo. Por eso los perros se huelen el culo cuando se encuentra. Buscando la cola que perdió”
El humilde patakie (cuento, leyenda en lengua Yoruba) escapa a la docta mirada de Sir James George Frazer y se anota un tanto dando una respuesta divertida a este cosmos lleno de Budas, colinas primordiales o árboles cuyas raíces dan vida al mundo.
La secta gnóstica de los ofitas (La serpiente, Leviatán, Ouroboros) nos brindan una serie de esferas que rodean las aguas celestiales que rodean nuestro mundo y nos advierten (aquí se ponen series) sobre el último anillo donde reina Saturno (El dios proscrito) creador del espacio y el tiempo. La serpiente que guarda el paraíso.
Nosotros simples mortales (¡Escritores, para colmo!) seremos los griots[1]del siglo XXI y nuestras historias pasaran a formar parte de la música de Eru.[2]

Revista digital miNatura 141 Dossier Cosmogonías
Asociación Cultural miNatura Soterrània
ISSN:2340-977
Directores: Ricardo Acevedo Esplugas y Carmen Rosa  Signes  Urrea
Editor:Ricardo Acevedo Esplugas
Portada:The Mirror Realms / Guangjian Huang (República Popular China)
Contraportada: The Puffin / Jake Gumbleton (Gran Bretaña)
Diseño de portada: Carmen Rosa Signes Urrea
Las colaboraciones deben ser enviadas a: minaturacu@yahoo.es

Sumario:
01/ Portada: The Mirror Realms / Guangjian Huang (República Popular China)
02/FrikiFrases
03/Editorial
05/Convocatoria selección de Textos Tiempos Oscuros nº5
09/Entrevista: Confesiones de Carlos M. Federici / Carmen Rosa Signes Urrea (Cuba)
23/Póster: Universo / Rafa Castelló Escrig (España)
24/Sumario
25/Miedo, Mentiras y Tinta China: Cosmos Agonías / Evandro Rubert (Brasil)
Cuentos:
29/Gloria Omnipotens/  Carlos M. Federici (Uruguay)
30/La pregunta/ Salvador Bayarri (España)
31/Las cuerdas que pulsa Olodumare /  Odilius Vlak —seud.— (República Dominicana)
33/Ladrón de sueños / Ana María Fuster Lavín (Puerto Rico)
34/Madre de nuevos hombres / Violeta Balián (Argentina)
35/Ceremonias/ Alejandra Pacheco Mamone (Uruguay/México)
36/Cosmo(a)gonia     / Ricardo L. Garcia Fumero (Cuba/EE.UU.)
37/Hebras / Juan Pablo Noroña Lamas (Cuba); Carmen Rosa Signes Urrea (España); Ricardo Acevedo Esplugas (Cuba)
38/Venidas /  Carlos M. Federici (Uruguay)
39/In Illo Tempore / Salomé Guadalupe Ingelmo (España)
40/El conjuro que anula a los dioses /  Morgan Vicconius Zariah —seud.— (República Dominicana)
41/Caleidoscopio / Julieta Moreyra García (México)
42/Cuentos Atemporales: El Árbol de la Vida /  Graciela Marta Alfonso (Argentina)
43/Negro sobre Blanco / Paulo Brito (Portugal)
44/El Día del Juicio / Carlos M. Federici (Uruguay)
45/Génesis / Jaime Magnan Alabarce (Chile)  
46/Frágil / Carmen Rosa Signes Urrea (España) 
48/La tentación de los santos vigilantes /  Pablo Martínez Burkett (Argentina)
49/Error de cálculo / Omar Martínez (Cuba)
49/ William Blake y el Big Crunch / Odilius Vlak —seud.— (República Dominicana)
51/Bautismo de amor /  Mª Del Socorro Candelaria Zarate (México)
52/Bajo la Esfinge / Francisco José Segovia Ramos (España)
53/Creación de creadores / Carlos Enrique Saldivar (Perú)
54/Del viaje de Astolfo, de lo que este vio en la luna y de lo que no contó /  Ricardo Acevedo Esplugas (Cuba)
55/ La Creación / Francisco Manuel Marcos Roldán (España)
55/El último eslabón de la consciencia planetaria / Morgan Vicconius Zariah —seud.— (República Dominicana)
57/Creadores / Dolo Espinosa —seud.— (España)
58/ Espectadores /  Carlos Enrique Saldivar (Perú)
59/El planeta / Francisco José Segovia Ramos (España)
61/Me llaman dios / Jaime Magnan Alabarce (Chile)    
61/La preciosa música de la existencia / Silver Suárez —seud.— (España)
62/Reflexiones/ Francisco Manuel Marcos Roldán (España)
63/ Mascotas / Dolo Espinosa —seud.— (España)
63/Dios juega al Tetris / Tomás Pacheco Estrada (México)
64/En los rincones de la mente, donde se oculta Ransunok / Francisco José Segovia Ramos (España)
65/ Tándem / Mari Carmen Caballero Álvarez (España)
66/El creador / Diego Galán Ruiz  (España)
68/ Las niñas / María L. Castejón (España)
68/Mundos ComPasados / Anabel Enriquez Piñeiro (Cuba)
70/Caja C2486 / Manuel Santamaría Barrios  (España)
70/Adán / Juan Esteban Bassagaisteguy (Argentino)
71/Cosmogonía / Wolfdux Anathema Chimaera —seud.— (España)
72/El cuervo / Laura Izamar Velarde Garcilazo (México)
73/Olimpo / Andrés Tobar (Chile)
74/Escuela de dioses / Raúl S. Vindel (España)
75/El planeta de las corrientes de aire / Manuela Prieto Ortega (España)
76/Madre y Uno / Manuel Santamaría Barrios  (España)
77/Haz casos de las advertencias / Candy Von Bitter –seud.- (Argentina)
77/Alfa y Omega / Israel Santamaría Canales (España)
78/El tiempo lejano / José María Marcos (Argentina)
79/Cita ante el hipercubo / Juan F. Valdivia  (España)
80/ Vida / Marc Sabaté Clos (España)
81/Descuidado más tres brujos / Patricia  Nasello (Argentina)
82/Demiurgos / Pablo Solares Villar (España)
83/Gliese 581g / Luisa Hurtado González (España)
Historieta:
84/La catedral sumergida/ Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
Artículo:
98/Del Génesis al Big Bang.  La Evolución de las Narraciones Cosmogónicas en las Fuentes Literarias: De los Antiguos Mitos de Creación a la Más Cientificista Ficción Contemporánea / Salomé Guadalupe Ingelmo (España)
112/La Biblioteca del Nostromo: Korad Revista de literatura Fantástica y Ciencia Ficción; Pífano nº16 Revista De Estratos; Penumbria #25; Mono #1; Forjador de penumbras (Eriginal Books); Y el catorce de febrero... Te mataré; 3.0; Vuelta a La Tierra (Espiral Ciencia Ficción, 2015).
121/Sobre los Escritores e Ilustradores
139/ Sobre las Ilustraciones
140/ Contraportada: The Puffin / Jake Gumbleton (Gran Bretaña)

Sobre las ilustraciones:
Pág. 01The Mirror Realms/ Guangjian Huang (República Popular de China)
Pág. 08S.t./ Carmen Rosa Signes Urrea (España)
Pág. 23Universo/ Rafa Castelló Escrig (España)
Pág. 25Miedo, Mentiras y Tinta China: Cosmos Agonías / Evandro Rubert (Brasil)
Pág. 29Ángel (boceto)/ Rafa Castelló Escrig (España)
Pág. 32 The Engulfed Cathedral nº1/ Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
Pág. 34Madre de nuevos hombres/ Miriam Ascúa (Argentina)
Pág. 37 The Engulfed Cathedral nº2/ Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
Pág. 42Renacimiento/ Graciela Marta Alfonso (Argentina)
Pág. 47Sin alas/ Rafa Castelló Escrig (España)
Pág. 54Bosque/ Rubén Paricio Font (España)
Pág. 60Rosicrucianism/ Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
Pág. 67S.t./ Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
Pág. 84 The Engulfed Cathedral/ Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
Pág. 140 The Puffin (from graphic novel Vessel)/ Jake Gumbleton (Reino Unido). 

Próximo tema:
WEIRD FICTION
Fecha de cierre: 25 de abril

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William Blake identified the male principle over time, and the female with space. A seemingly innocent phrase implies copulation but not to say that anthropomorphized divine figures: Blasphemy!
It's so easy to fall in aberrations when we try to explain the facts and these in turn us away from perfect.
"Long ago it became a party where all the dogs in the world were invited, but these should leave his tail in a fight armed puerta.Se and everyone had to take the one that could. Why dogs sniff the ass when you are. Looking tail lost"
The humble patakie (tale, legend in Yoruba language) escapes the gaze learned from Sir James George Frazer and somewhat funny is recorded giving a response to this cosmos full of Buddhas, primordial hills or trees whose roots give life to the world.
The Gnostic sect of the Ophites (The serpent, Leviathan, Ouroboros) give us a number of areas surrounding the heavenly waters around our world and warn us (in this series are placed) on the last ring reigns Saturn (god Outlaw) creator of space and time. The snake guarding paradise.
We mere mortals (Writers, moreover!) Will be the griots[3] of the XXI century, our stories will become part of the music of Eru.[4]

Revista digital miNatura 141 Dossier Cosmogonies
Asociación Cultural miNatura Soterranìa
ISSN: 2340-977
Directors: Ricardo Acevedo Esplugas (Cuba) y Carmen Rosa  Signes  Urrea (Spain)
Editor: Ricardo Acevedo Esplugas
Translator: Ana Beard (UK)
Main cover: The Mirror Realms / Guangjian Huang (Popular Republic of China)
Back cover: The Puffin / Jake Gumbleton (UK)
Cover design: Carmen Rosa Signes Urrea
Contributions should be sent to:
minaturacu@yahoo.es  

Summary:
01/ Cover: The Mirror Realms / Guangjian Huang (Popular Republic of China)
02/ FrikiFrases
03/ Editorial
05/ Convocatoria selección de Textos Tiempos Oscuros Nº5
09/ Interview. Confessions of Carlos M. Federici / Carmen Rosa Signes Urrea (Spain)
23/ Poster: Universo / Rafa Castelló Escrig (Spain)
24/ Summary
25/ Fear, Lies & China Ink: Cosmos Agonies / Evandro Rubert (Brazil)
Stories:
28/ Gloria Omnipotens / Carlos M. Federici (Uruguay)
29/ The question / Salvador Bayarri (Spain)
30/ The strings that Olodumare plucks / Odilius Vlak —seud.— (Dominican Republic)
32/ The Dream Thief / Ana María Fuster Lavín (Puerto Rico)
33/ A mother of new men / Violeta Balián (Argentina)
34/ Ceremonies / Alejandra Pacheco Mamone (Uruguay/Mexico)
35/ Cosmo(a)gonia / Ricardo L. Garcia Fumero (Cuba/USA)
36/ Threads / Juan Pablo Noroña Lamas (Cuba); Carmen Rosa Signes Urrea (Spain); Ricardo Acevedo Esplugas (Cuba)
38/ Comings / Carlos M. Federici (Uruguay)
38/ In Illo Tempore / Salomé Guadalupe Ingelmo (Spain)
39/ The spell that chains the gods / Morgan Vicconius Zariah —seud.— (Dominican Republic)
40/ Kaleidoscope / Julieta Moreyra García (Mexico)
41/ Timeless Tales "The Tree of Life" / Graciela Marta Alfonso (Argentina)
42/ Black on White / Paulo Brito (Portugal)
43/ Judgement Day / Carlos M. Federici (Uruguay)
44/ Genesis / Jaime Magnan Alabarce (Chile)    
45/ Fragile / Carmen Rosa Signes Urrea (Spain)
46/ Temptation of the anointed watchers /Pablo Martínez Burkett (Argentina)
48/ Calculation error / Omar Martínez (Cuba)
48/ William Blake and the Big Crunch / Odilius Vlak —seud.— (Dominican Republic)
49/ Baptism of love / Mª Del Socorro Candelaria Zarate (Mexico)
50/ Under The Sphinx / Francisco José Segovia Ramos (Spain)
51/ Creation of creators / Carlos Enrique Saldivar (Peru)
52/ The travel of Astolfo, what this was over the moon and so it did not count / Ricardo Acevedo Esplugas (Cuba)
53/ The Creation / Francisco Manuel Marcos Roldán (Spain)
53/ The last link of the planetary consciousness  / Morgan Vicconius Zariah —seud.— (Dominican Republic)
54/ Creators / Dolo Espinosa —seud.— (Spain)
55/ Viewers / Carlos Enrique Saldivar (Peru)
56/ The planet / Francisco José Segovia Ramos (Spain)
57/ Call me god / Jaime Magnan Alabarce (Chile)    
57/ The beautiful music of existence / Silver Suárez —seud.— (Spain)
59/ Reflections / Francisco Manuel Marcos Roldán (Spain)
59/ Pets / Dolo Espinosa (Spain)
60/ God playing Tetris / Tomás Pacheco Estrada (Mexico)
61/ In the corners of mind where Ransunok is hidden / Francisco José Segovia Ramos (Spain)
61/ Tandem / Mari Carmen Caballero Álvarez (Spain)
63/ The creator / Diego Galán Ruiz  (Spain)
64/ Girls / María L. Castejón (Spain)
Comic:
65/ The engulfed cathedral/ Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
79/ La Biblioteca del Nostromo: Korad Revista de literatura Fantástica y Ciencia Ficción; Pífano nº16 Revista De Estratos; Penumbria #25; Mono #1; Forjador de penumbras (Eriginal Books); Y el catorce de febrero... Te mataré; 3.0; Vuelta a La Tierra (Espiral Ciencia Ficción, 2015).
88/ About the Writers and Illustrators
98/ About illustrations
99/ Back cover: The Puffin / Jake Gumbleton (UK)

About illustrations:
Pag. 01 The Mirror Realms/ Guangjian Huang (Popular Republic of China)
Pag. 08 S.t./ Carmen Rosa Signes Urrea (Spain)
Pag. 23 Universo/ Rafa Castelló Escrig (Spain)
Pag. 25 Fear, Lies & China Ink: Cosmos Agonies/ Evandro Rubert (Brazil)
Pag. 28Ángel (boceto)/  Rafa Castelló Escrig (Spain)
Pag. 31 The Engulfed Cathedral nº1/ Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
Pag. 33 Madre de nuevos hombres/ Miriam Ascúa (Argentina)
Pag. 36 The Engulfed Cathedral nº2/ Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
Pag. 41 Renacimiento/ Graciela Marta Alfonso (Argentina)
Pag. 45 Sin alas/ Rafa Castelló Escrig (Spain)
Pag. 52 Bosque/ Rubén Paricio Font (Spain)
Pag. 58 Rosicrucianism/ Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
Pag. 63 S.t./ Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
Pag. 65 The Engulfed Cathedral/ Yolyanko William Argüelles Trujillo (Cuba)
Pag. 99 The Puffin (from graphic novel Vessel)/ Jake Gumbleton (UK). 

Next issue:
WEIRD FICTION
Dead-end: april, 25

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[1](djeli o djéli en francés) es un narrador de historias de África Occidental.
[2]“El Único, que en Arda es llamado Ilúvatar” El Silmarillion, Ainulindalë.
[3] A griot jali or jeli (djeli or djéli in French spelling) is a West African historian, storyteller, praise singer, poet and/or musician.
[4]“The One, who in Arda is called Ilúvatar” The Silmarillion, Ainulindalë.

Acta del jurado del VII Certamen Internacional de Poesía Fantástica miNatura 2015

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Acta del jurado del VII Certamen Internacional de Poesía Fantástica miNatura 2015


Reunidos los votos del Jurado del VII Certamen Internacional de Poesía Fantástica miNatura 2015, formado por:

Manel Aljama (Narrador)
Juan Guinot (Narrador)
Lynette Mabel Pérez (Narradora y poeta)
Pablo Martínez Burkett (Narrador)
Javier Muñoz Livio (Narrador y poeta)
Carmen Rosa Signes U. (Narradora)
Ricardo Acevedo Esplugas (Poeta y narrador)

Tras la lectura de los 75 poemas presentados, que provenientes de diferentes
nacionalidades, a saber:
15 argentinos
1 argentino-español
1 brasileño
4 chilenos
4 colombianos
6 cubanos
1 ecuatoriano
1 estadounidense puertorriqueño
1 salvadoreño
25 españoles
1 italiano
4 mexicanos
1 panameño
5 puertorriqueños
1 rumano
2 uruguayos
2 venezolanos

El jurado destaca la calidad de los poemas presentados por la dificultad que supone a la hora de realizar una selección representativa y para encontrar al ganador de esta séptima edición del certamen. Felicitamos a todos los participantes por el interés prestado al mismo. En breve verá la luz el dossier especial de la Revista Digital miNatura dedicado al VII Certamen Internacional de Poesía Fantástica miNatura 2015 (Revista Digital miNatura 143) en la que serán publicados tanto el poema ganador como los finalistas, un número especial que contará con la colaboración de grandes y destacados ilustradores. Tanto el ganador de este certamen como los finalistas recibirán por correo electrónico, a la dirección que nos han facilitado, diploma acreditativo de su participación en el concurso.

El jurado del VII Certamen Internacional de Poesía Fantástica miNatura 2015 proclama como ganador del certamen el poema:

DEL AMOR Y LA MATERIA  por José Antonio Olmedo López-Amor  Seudónimo: Johannes Kepler (España)
En palabras de la escritora puertorriqueña Lynette Mabel Pérez (miembro del jurado): Si el amor es la falla máxima es porque ese cartesiano ondular entre "res cogitans" y "res extensa" parece haberse (auto)matizado. Somatizado. ¿Somos máquinas o seres humanos? "Ese es el dilema" y la respuesta es más que una Ley de Gravedad, es un grito profundo que atraviesa las estrellas. José Antonio Olmedo López-Amor enciende la chispa que reta al Sistema.

Así mismo el Jurado decide hacer mención de la calidad de los siguientes poemas finalistas (orden alfabético):

VUELO DE PÁJAROS  por Alberto Arecchi. Seudónimo: Liutprand  (Italia)
DE PROFUNDIS CLAMAVI  por Carlos Diez González. Seudónimo: El Barón del destierro (España)
PRELUDIO DEL ÉXODO  por Anabel Enríquez Piñeiro. Seudónimo: Antípoda (Cuba)
PARA TANTAS DAGAS  por Alfonso Gamero Arrese. Seudónimo:  Burzorz  (España)
CAMINANTE   por María del Carmen Guzmán Ortega. Seudónimo: De acuario (España)
ARRORRÓ DIGITAL  por Eugenio  López Arriazu. Seudónimo: Wolf (Argentina-españa)
OSCURA FOSA por Betzabeth W. Pagán Sotomayor. Seudónimo:  Chloé  (Puerto Rico)
DIOSES EN LA TIERRA por Zoila Esperanza Pérez Molina. Seudónimo: Zoialma (El Salvador)
RÉQUIEM DE VIDA  por Fulton José Púa Rosado. Seudónimo: Omar Rosado (Colombia)
CACERÍA  por Elizabeth Reinosa Aliaga. Seudónimo: Godiva (Cuba)
APE TECH  por Luis Miguel Rubio Domingo. Seudónimo: Irina Figatova  (España)
POEMAS LUNARES: PUERTA DE ORIÓN  por Juan Torregrosa Pisonero. Seudónimo:  juantp (España)
NECRÓFILA RAPSODIA por  Jorge Luis Torres Morejón.  Seudónimo: Helloween (Cuba)
ANATOMÍA ANCESTRAL  por Laura Izamar Velarde Garcilazo. Seudónimo: Lisa Amano (México)

Un año más, nuestro más sincero agradecimiento por la buena acogida que sigue
teniendo el certamen que viene a confirmar el interés que la poesía fantástica tiene entre
los poetas contemporáneos y que queda evidenciada por la calidad de las obras presentadas. Os esperamos el año próximo en la 8ª edición de este certamen.
Gracias a todos.

Ricardo Acevedo Esplugas
Carmen Rosa Signes Urrea
Directores de la Revista Digital miNatura

San Juan de Moró a 27 de abril de 2015

Bases del XIII Certamen Internacional de Microcuento Fantástico miNatura 2015

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XIII CERTAMEN INTERNACIONAL DE MICROCUENTO FANTÁSTICO miNatura 2015

BASES DEL CERTAMEN
1. Podrán concursar todos los interesados sin límite de edad, posean o no libros publicados dentro del género.
2. Los trabajos deberán presentarse en castellano. El tema del microcuento deberá ser afín a la literatura fantástica, la ciencia ficción o el terror.
3. Los originales tienen que enviarse a la siguiente dirección: revistadigitalminatura.certamenesliterarios@blogger.com
4. Los trabajos deberán ir precedidos de la firma que incluirá los siguientes datos: seudónimo obligatorio (que aparecerá publicado junto al microcuento para su evaluación, de no enviarlo se le asignará el título del texto), nombre completo, nacionalidad, edad, dirección postal (calle, número, código postal, ciudad, país), e-mail de contacto y un breve currículum literario en caso de poseerlo (estos datos no serán publicados).
5. Se aceptará un único cuento por participante. La publicación del mismo en las horas posteriores al envío dentro del blog Certámenes Literarios miNatura (http://certamenesliterariosminatura.blogspot.com.es/) previa moderación, hará las veces de acuse de recibo.
IMPORTANTE: La cuenta de correo dispuesta para el recibo de los microcuentos no ofrece la posibilidad de mantener correspondencia con los participantes, ni tan siquiera queda reflejada la dirección del remitente, de ahí la obligatoriedad de incluir un mail de contacto.
6. Cualquier consulta sobre el certamen o el envío del microcuento deberá hacerse a la siguiente dirección de correo electrónico: revistadigitalminatura@gmail.com
7. Los microcuentos tendrán una extensión máxima de 25 líneas. Y deberá ser enviado sin formatos añadidos de ningún tipo (justificación, interlineado, negrita, cursiva o subrayado, inclusión de imágenes, cuadros de texto, etc). De poseerlos éstos serán borrados para su inmediata publicación en el blog.
IMPORTANTE: Para comprobar que la extensión del microcuento no excede las 25 líneas y cumple con los requisitos, se utilizará una plantilla normal de documento de Word tamaño de papel Din-A4 con tres centímetros de margen a cada lado, sobre la que se pegará el texto presentado con tipografía Time New Roman puntaje 12. (El microcuento puede enviarse en cualquier otro tipo y tamaño de tipografía siempre y cuando se haya comprobado que cumple con los requisitos que acabamos de exponer).
8. Tanto la participación como los datos personales, deberán ir integrados en el cuerpo del mensaje.
IMPORTANTE: No se admiten adjuntos de ningún tipo. Recordamos que todos los mensaje que incluyan adjuntos y que no tengan escrito nada en el cuerpo del mensaje llegan en blanco y sin dirección de origen.
9. Aquellos cuentos que, pese a llegar correctamente, no cumplan con las bases del certamen no serán etiquetados como ADMITIDO A CONCURSO (Aparecerán sin etiquetar en el blog).
IMPORTANTE: Los cuentos que queden fuera dispondrán de una única oportunidad dentro del plazo de recepción de originales para modificar su envío y que su texto pueda entrar a concurso. (Si no aparece publicado en dos o tres días, pueden escribir a la dirección de consulta incluida en el punto número 6 de estas bases).
10. Las obras no deberán estar pendientes de valoración en ningún otro concurso.
11. En el asunto deberá indicarse: XIII Certamen Internacional De Microcuento Fantástico miNatura 2015. (No se abrirán los trabajos recibidos con otro asunto).
12. Se otorgará un único primer premio por el jurado consistente en la publicación del microcuento ganador en nuestra revista digital y diploma. Así mismo se otorgarán las menciones que el jurado estime convenientes que serán igualmente publicadas en el número especial de la Revista Digital miNatura dedicado al certamen y obtendrán diploma acreditativo que será remitido vía e-mail en formato jpg.
13. El primer premio no podrá quedar desierto.
14. Los trabajos presentados serán eliminados del blog una vez se haya hecho público el fallo del certamen y tan sólo quedarán en él aquellos cuentos que resulten destacados en el mismo.
15. En ningún supuesto los autores pierden los derechos de autor sobre sus obras.
16. El jurado estará integrado por miembros de nuestro equipo y reconocidos escritores del género.
17. El fallo del jurado será inapelable y se dará a conocer el 5 de octubre  de 2015 y podrá ser consultado a partir de ese mismo día en nuestros blogs (Revista Digital miNaturaAsociación cultural miNatura Soterrània y Certámenes literarios miNatura). También será publicado en páginas afines y en el grupo Revista Digital miNatura en Facebook: ( http://www.facebook.com/groups/126601580699605/ ).
18. La participación en el certamen supone la total aceptación de sus bases.
19. El plazo de admisión comenzará el 15 de mayo de 2015 y finalizará el día 31 de julio de 2015 a las 12 de la noche hora española.

Ricardo Acevedo E. y Carmen Rosa Signes U.
Directores de la Revista Digital miNatura

PULSA AQUÍ PARA DESCARGAR LAS BASES DEL XIII CERTAMEN INTERNACIONAL DE MICROCUENTO FANTÁSTICO MINATURA 2015 EN PDF

Revista Digital miNatura 142 (Castellano e inglés)

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Nada parece ser tan ingenuo e infantil como el Weird Fiction, yo creo ver una advertencia sutil a ciertos peligros más allá de nuestra compresión. Ciertos escritores creyeron ver las tierras neblinosas de un oscuro universos y eran solamente los acantilados donde naufragaron Poe, Machen y Bierce.
H. P. Lovecraft  nos susurra a través de su alter ego Abdul Alhazred  sobre criaturas más allá del espacio y el tiempo cuyos sueños son fuentes de inspiración de arquitectos y dementes.
Quizá por estas mismas causas cuando los Dayakos (¡Me encanta citar a James George Frazer!) salían a cazar cabezas, sus esposas o hermanas permanecían en estado de vigilia, armadas con cuchillos, pues mientras el guerrero duerme puede ser atacado por hechiceros o demonios. Somos como niños ante el terror de irnos a la cama y apagar la luz, sin embargo al dejar de serlo perdemos el don de la clave de los sueños como Randolph Carter, posiblemente el personaje más positivo y menos patético y entrañable del cosmos lovecraftiano, eterno buscador de lo morada de los Antiguos.

Revista Digital miNatura 142 Dossier Weird Fiction
mayo- junio,  2015  #142
Revista digital miNatura La Revista de los Breve y lo Fantástico
Asociación Cultural miNatura Soterrània
ISSN: 2340-977
Directores:Ricardo Acevedo Esplugas y Carmen Rosa  Signes  Urrea
Editor:Ricardo Acevedo Esplugas
Portada:The old witch / Alejandro D'Marco –seud.- (Argentina)
Contraportada:Swamp Elder / Sam Carr (Reino Unido)
Diseño de portada: Carmen Rosa Signes Urrea
Las colaboraciones deben ser enviadas a: minaturacu@yahoo.es

Sumario:
01/ Portada: The old witch / Alejandro D'Marco –seud.- (Argentina)
02/ FrikiFrases
03/ Editorial
05/ Bases del XIII Certamen Internacional De Microcuento Fantástico miNatura 2015
08/ Entrevista: De cómo el caballero Evandro Rubert venido de las lejanas tierras de allende los mares fue entrevistado y sobre cuáles fueron sus respuestas.
16/ Póster: Homenaje a Lovecraft / Carlos Valenzuela (Chile)
17/ Sumario
18/ Miedo, Mentiras y Tinta China: Adorando/ Evandro Rubert (Brasil)
Cuentos:
22/La búsqueda onírica de la desconocida Kadath  / Howard Philip Lovecraft (EE.UU.)
24/La porta dell'arcobaleno / Ricardo Acevedo Esplugas (Cuba)
25/Luna de la maldición / C. M. Federici (Uruguay)
26/Primera sangre / Carmen Rosa Signes Urrea (España)  / José Miguel “Yoss” Sánchez (Cuba)
27/La torre del elefante / Robert E. Howard (EE.UU)
29/A un gringo viejo /  Salomé Guadalupe Ingelmo (España)
30/Expediente secreto / Mª del Socorro Candelaria Zárate (México)
32/Post-Mortem / Violeta Balián (Argentina)
33/El sello de R'lyeh / August Derleth (EE.UU.)
35/Generación espontánea / Jorge Etcheverry (Chileno/Canadiense)
35/Insomnio onírico /  Odilius Vlak –seud.- (República Dominicana)
36/Butterfly / Carmen Rosa Signes Urrea (España) /  Sebastián Ariel Fontanarosa (Argentina)/ Patricio G. Bazán (Argentina)
38/La guardería / Maielis González Fernández (Cuba)
38/Los perros de Tíndalos /  Frank Belknap Long (EE.UU.)
40/Ojos / Julieta Moreyra García (México)
41/Noche sabatina /  Carlos Enrique Saldivar (Perú)
43/Un extraño caso de espejismo en la laguna Epecuén / Pablo Martínez Burkett (Argentina)
44/El lápiz diabólico / C. M. Federici (Uruguay)
47/Triangulación con vértice ignoto / Jorge Etcheverry (Chileno/Canadiense)
48/La leyenda del  galipote y el fetiche / Odilius Vlak –seud.- (República Dominicana)
49/El atlas de las ciudades malditas / Jaime Magnan Alabarce  (Chile)
50/La Llave / Carmen Rosa Signes Urrea (España) / Sebastián Ariel Fontanarosa (Argentina) /Patricio G. Bazán (Argentina)
52/Las Ratas del Cementerio /  Henry Kuttner (EE.UU.)
54/Zagal / Juan Pablo Noroña Lamas (Cuba)
55/Charcos / Dolo Espinosa —seud.— (España)
56/El amuleto negro / Peter Domínguez (Puerto Rico/República Dominicana)
57/  El hombre del bastón / Jaime Magnan Alabarce  (Chile)
58/Los hombre piraña / Tomas Pacheco Estrada  (México)
60/Alas negras / Alexy Dumenigo Águila (Cuba)
60/El fin de la búsqueda / Pedro López Manzano (España)
61/ UBBO-SATHLA / Clark Ashton Smith (EE.UU.)
63/Sacrificio/ Peter Domínguez (Puerto Rico/República Dominicana)
64/La mirilla / Dolo Éspinosa —seud.— (España)
65/La visita / Francisco Manuel Marcos Roldán  (España)
66/El vampiro energético / Morgan Vicconius Zariah —seud.— (República Dominicana)
67/El viejo cocinero indio / Omar Martínez González (Cuba)
68/Chocolate caliente /Silver Suárez —seud.— (España)
69/El vampiro estelar / Robert Bloch (EE.UU.)
71/La bicicleta de Randolph Carter / José María Marcos (Argentina)
72/Preferidos por el pueblo / Abel Guelmes Roblejo (Cuba)
73/Una cuestión de matemáticas / Manuel Santamaría Barrios (España)
74/Bzzz / Sandra Monteverde Ghuisolfi (Uruguay)
75/Eclosión / Lidia Soca Medina (Cuba)
76/Un nuevo dios / Marc Sabaté Clos (España)
77/MORFOSIS / Antonio García Vargas (España)
78/Jornada de pesca / Juan Esteban Bassagaisteguy (Argentina)
79/Sin hueso / Carlos Ortega Pardo (España)
80/La niebla / Ángela Ruano Yagúe (España)
82/Los Waldorfs / Luciano Sebastián Doti (Argentina)
82/Una vida perfecta / Iracunda Smith —Seud.— (España)
83/Más allá de lo que se oculta tras la niebla / Israel Santamaría Canales (España)
Humor:
85/ The Text of Cthulhu / Pavel Lujardo (Cuba/ EE.UU.)
Historieta:
86/El Regreso de Bakhtu /Patricio G. Bazán (Argentina)
Artículos:
91/El multiverso Weird Fiction/ Mari Carmen Caballero Álvarez (España)
102/Conan, Norman Bates y Cthulhu          / José Manuel Puyana (España)
111/Los raros relatos de Fracisco Tario / Julieta Moreyra García (México)
116/En las montañas de lo extraño / Ariel Carlos Delgado (Colombia)
119/ La Biblioteca del Nostromo: Korad; Cuentos para el Andén;  NM; Penumbría;  Mal de Ojo; La Ciudad de Las Esferas; El Juego de Las Esferas; Canción de cuna: 15 relatos estremecedores.
125/ Sobre los Escritores e Ilustradores
145/ Sobre las Ilustraciones
146/ Contraportada: Swamp Elder / Sam Carr (Reino Unido)

Sobre los ilustradores:
Pág. 01The old witch/ Alejandro D' Marco -seud.- (Argentina)
Pág. 16Lovecraft homenaje/ Carlos Valenzuela (Chile)
Pág. 18 Fear, Lies & China Ink: Deify/ Evandro Rubert (Brasil)
Pág. 22 Lovecraf silhouette (march 29, 1925)/ Perry (?)
Pág. 27 Cauchemar (comic detail)/Alex Niño (Filipinas)
Pág. 32 Post-Mortem/ Miriam Ascúa (Argentina)
Pág. 52La Somme le Roi (1279)/ Laurent d'Orléans (Francia)
Pág. 62Metal Hurtlan (Lovecraf Special)/ Jean Henri Gaston Giraud (Francia)
Pág. 70Zombie/ Rubén Paricio Font (España)
Pág. 85 The text of Cthulhu/ Pavel Lujardo (Cuba)
Pág. 86El Regreso de Bakhtu Patricio G. Bazán (Argentina)
Pág. 90Deep One/ Pavel Lujardo (Cuba)
Pág. 101El Despertar/ José Manuel Puyana (España)
Pág. 146Swamp Elder/ Sam Carr (Reino Unido)

Y el próximo tema:
EL DIABLO
(Hasta el 25 de junio)


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Nothing seems to be so naive and childish as the Weird Fiction, I see a subtle warning to certain hazards beyond our understanding. Some writers thought they saw the misty land of a dark universe and were only cliffs where shipwrecked Poe, Machen and Bierce.
HP Lovecraft  whispers through his alter ego Abdul Alhazred  about creatures beyond space and time whose dreams are sources of inspiration for architects and insane.
Perhaps for the same reasons as the Dayak people (I love quote James George Frazer!) Went hunting heads, their wives or sisters remained in the waking state, armed with knives, because while sleeping warrior may be attacked by wizards or demons. We are like children to the terror of going to bed and turning off the light, but to stop being so lose the gift of the key of dreams as Randolph Carter, arguably the most positive and least pathetic and endearing Lovecraftian cosmos character, eternal searching the home of the Ancients.

Revista Digital miNatura 142 Dossier Weird Fiction
Revista digital miNatura The magazine of the Brief & Fantastic
Asociación Cultural miNatura Soterranìa
ISSN: 2340-977
Directors:Ricardo Acevedo Esplugas y Carmen Rosa  Signes  Urrea
Editor: Ricardo Acevedo Esplugas
Main cover: The old witch / Alejandro D'Marco –seud.- (Argentina)
Back cover: Swamp Elder / Sam Carr (UK)
Cover design: Carmen Rosa Signes Urrea

Summary:
01/ Cover: The old witch / Alejandro D'Marco –seud.- (Argentina)
02/ FrikiFrases
03/ Editorial
05/ Bases del XIII Certamen Internacional De Microcuento Fantástico miNatura 2015
09/Interview. How the knight Evandro Rubert come from distant lands beyond the seas, was interviewed, and what were their answers.
16/ Poster: Homenaje a Lovecraft / Carlos Valenzuela (Chile)
17/ Summary
18/ Fear, Lies & China Ink: Deify/ Evandro Rubert (Brazil) 
Stories:
21/ The Dream-Quest of Unknown Kadath  / Howard Philip Lovecraft (USA)
23/La porta dell'arcobaleno /  Ricardo Acevedo E. (Cuba)
24/ My cursing moon / C. M. Federici (Uruguay)
24/ First blood / Carmen Rosa Signes Urrea (Spain) / José Miguel “Yoss” Sánchez (Cuba)
26/ The Tower of the Elephant / Robert E. Howard (EE.UU)
27/ To an old gringo / Salomé Guadalupe Ingelmo (Spain)
28/Secret files / Ma. del Socorro Candelaria Zárate (Mexico)
29/Post-Mortem / Violeta Balián (Argentina)
31/ The seal of R'lyeh /August Derleth (EE.UU.)
32/ Spontaneous generation / Jorge Etcheverry (Chilean / Canadian)
33/ A dreaming insomnia / Odilius Vlak — seud.— (Dominican Republic)
34/Butterfly / Carmen Rosa Signes Urrea (Spain) /  Sebastián Ariel Fontanarosa (Argentina)/ Patricio G. Bazán (Argentina)
35/ The nursery school / Maielis González Fernández (Cuba)
36/ Hounds of Tindalos / Frank Belknap Long (USA)
38/Eyes / Julieta Moreyra García (Mexico)
39/ Saturday night / Carlos Enrique Saldivar (Peru)
40/ A strange case of delusion in laguna Epecuén / Pablo Martínez Burkett (Argentina)
41/ Pencil of doom! / C. M. Federici (Uruguay)
44/ Triangulation with unknown apex           / Jorge Etcheverry (Chilean / Canadian)
45/ The legend of the galipote and the fetish / Odilius Vlak –seud.- (Dominican Republic)
46/ The atlas of the accursed cities / Jaime Magnan Alabarce (Chile)
47/  The key / Carmen Rosa Signes Urrea (Spain) / Sebastián Ariel Fontanarosa (Argentina) /Patricio G. Bazán (Argentina)
48/ The Graveyard Rats / Henry Kuttner (USA)
50/Drover / Juan Pablo Noroña Lamas (Cuba)
51/Puddles  / Dolo Espinosa —seud.— (Spain)
52/The black amulet / Peter Domínguez (Puerto Rico/Dominican Republic)
53/Cane man / Jaime Magnan Alabarce  (Chile)
54/Piranha Men / Tomas Pacheco Estrada  (Mexico)
55/ Black Wings / Alexy Dumenigo Aguila (Cuba)
56/ The quest's end / Pedro López Manzano (Spain)
57/ UBBO-SATHLA / Clark Ashton Smith (USA)
58/Sacrifice / Peter Domínguez (Puerto Rico/República Dominicana)
59/ The peephole / Dolo Éspinosa —seud.— (Spain)
60/ The visit / Francisco Manuel Marcos Roldán (Spain)
61/ The energetic vampire / Morgan Vicconius Zariah —seud.— (Dominican Republic)
62/ The old Indian cook         / Omar Martínez González (Cuba)
64/ Hot chocolate / Silver Suárez —seud.— (Spain)
65/ The Shambler from the Stars / Robert Bloch (EE.UU.)
Humor:
67/The Text of Cthulhu / Pavel Lujardo (Cuba/USA)
Comic:
68/El Regreso de Bakhtu /Patricio G. Bazán (Argentina)
Article:
73/ The Weird Fiction multiverse / Mari Carmen Caballero Álvarez (Spain)
82/ La Biblioteca del Nostromo: Korad; Cuentos para el Andén;  NM; Penumbría;  Mal de Ojo; La Ciudad de Las Esferas; El Juego de Las Esferas; Canción de cuna: 15 relatos estremecedores.
88/ About the Writers and Illustrators
104/ About illustrations
105/ Back cover: Swamp Elder / Sam Carr (UK)


About illustrations:
Pag. 01 The old witch/ Alejandro D' Marco -seud.- (Argentina)
Pag. 16Lovecraft homenaje/ Carlos Valenzuela (Chile)
Pag. 18 Fear, Lies & China Ink: Deify/ Evandro Rubert (Brasil)
Pag. 22 Lovecraf silhouette (march 29, 1925)/ Perry (?)
Pag. 27 Cauchemar (comic detail)/Alex Niño (Filipinas)
Pag. 32 Post-Mortem/ Miriam Ascúa (Argentina)
Pag. 52La Somme le Roi (1279)/ Laurent d'Orléans (Francia)
Pag. 62Metal Hurtlan (Lovecraf Special)/ Jean Henri Gaston Giraud (Francia)
Pag. 70Zombie/ Rubén Paricio Font (España)
Pag. 85 The text of Cthulhu/ Pavel Lujardo (Cuba)
Pag. 86El Regreso de Bakhtu Patricio G. Bazán (Argentina)
Pag. 90Deep One/ Pavel Lujardo (Cuba)
Pag. 101El Despertar/ José Manuel Puyana (España)
Pag. 146 Swamp Elder/ Sam Carr (Reino Unido)

Next issue:
THE DEVIL
Closing date: June 25


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